Durante mucho tiempo, circuló la creencia de que el martes era el día ideal para conseguir vuelos baratos. Esta teoría se originó en el hecho de que algunas aerolíneas lanzan promociones el lunes por la noche, lo que generaba oportunidades para encontrar tarifas reducidas el martes por la mañana. Sin embargo, si bien esta tendencia fue cierta en ocasiones, actualmente no es una regla fija. Los precios de los boletos aéreos son mucho más complejos y están influenciados por diversos factores, lo que hace que el “mejor día” para comprar un vuelo varíe dependiendo de la ruta, la temporada y la aerolínea.
Los expertos de Ski Vertigo, una agencia de viajes con sede en Inglaterra, señalan que el precio de un vuelo no solo depende del día de la semana en que se reserve, sino que está sujeto a otras variables que pueden afectar las tarifas. Aunque algunos estudios, como los realizados por Skyscanner, aún indican que las tarifas pueden ser más bajas los martes debido a ciertos patrones de ventas, la realidad es que no hay garantía de encontrar siempre las mejores ofertas ese día.
Factores que determinan el costo de los vuelos
Hay varios elementos que influyen directamente en el precio de un billete de avión. Los especialistas en viajes mencionan cinco factores principales que pueden tener un impacto significativo:
- Modelos de precios dinámicos: las aerolíneas utilizan algoritmos de precios dinámicos que ajustan las tarifas en función de la oferta y la demanda. Esto significa que los precios pueden fluctuar considerablemente en cuestión de horas, dependiendo del número de asientos vendidos y la demanda de la ruta.
- Aumento del tráfico y demanda: si la ruta que buscas es muy popular o se acerca a una fecha de alta demanda (como feriados o temporadas altas), los precios suelen ser más altos. Las aerolíneas tienden a subir las tarifas cuando detectan un aumento en el tráfico de búsqueda para ciertas rutas o fechas.
- Ajustes a mitad de semana: a veces, las tarifas aéreas pueden ajustarse a mitad de semana (miércoles o jueves), ya que las aerolíneas revisan la ocupación de sus vuelos y realizan cambios para maximizar sus ganancias. Esto puede resultar en ofertas inesperadas, pero también en subidas repentinas de precios.
- Momentos de promociones y ventas: las aerolíneas realizan promociones especiales durante determinados momentos del año, como ventas relámpago, descuentos de temporada y ofertas por eventos especiales. Estar atento a estas promociones puede ser clave para conseguir tarifas más bajas.
- Herramientas de comparación de tarifas: el uso de plataformas que comparan precios, como Skyscanner o Kayak, permite a los viajeros identificar rápidamente cuándo y dónde están los mejores precios. Estas herramientas rastrean miles de rutas y aerolíneas para ofrecer las mejores opciones disponibles.
Flexibilidad y elección de horarios de viaje
Uno de los consejos más efectivos para conseguir tarifas más económicas es mantenerse flexible con los planes de viaje. Aquí hay varios aspectos a tener en cuenta:
- Viajar en horarios poco populares: los vuelos durante horas menos demandadas, como temprano por la mañana o tarde por la noche, suelen ser más baratos. Esto se debe a que muchas personas prefieren horarios más convenientes para viajar, lo que deja disponibilidad en los vuelos menos tradicionales.
- Evitar temporadas altas y fechas festivas: las tarifas aéreas tienden a aumentar durante las vacaciones escolares, feriados y temporadas altas (como verano e invierno). Si es posible, reservar fuera de estas fechas puede suponer un gran ahorro.
- Elegir días menos populares para volar: volar en días de menor demanda, como miércoles o sábado, puede resultar en tarifas más bajas. Los días como viernes y domingo tienden a ser más caros debido al mayor flujo de viajeros que se desplazan por trabajo o turismo de fin de semana.
Esta flexibilidad no solo se aplica a los horarios, sino también a los destinos y aeropuertos. Ser flexible con el destino y comparar diferentes rutas puede ayudarte a encontrar tarifas significativamente más bajas. Además, explorar opciones de aeropuertos cercanos, que a menudo no son tan concurridos, puede resultar en boletos más económicos.
Alertas de precios y anticipación
Una de las estrategias más recomendadas por los expertos para conseguir vuelos baratos es configurar alertas de precios. Esta técnica permite al viajero recibir notificaciones cuando el costo de un vuelo específico baja, facilitando la compra de boletos a precios reducidos.
Plataformas como Google Flights, Skyscanner y Kayak permiten a los usuarios introducir su destino y fecha de viaje, y luego monitorean el precio del vuelo, enviando alertas cada vez que hay una variación en la tarifa.
Otra táctica relacionada es la anticipación en la reserva. Generalmente, las aerolíneas tienden a ofrecer mejores precios para los vuelos que se reservan con semanas o incluso meses de anticipación. Esto se debe a que las tarifas tienden a aumentar a medida que la fecha de salida se acerca y los asientos disponibles disminuyen. Según los expertos en viajes, reservar con al menos seis a ocho semanas de anticipación puede resultar en tarifas más asequibles.
No obstante, hay que tener en cuenta que las ofertas de último minuto pueden aparecer ocasionalmente, especialmente si las aerolíneas buscan llenar asientos vacíos a pocos días de la salida. Sin embargo, esta estrategia conlleva un riesgo, ya que es impredecible y no siempre es posible conseguir un precio más bajo de esta forma.
Elección de aeropuertos alternativos
Otra manera efectiva de ahorrar en vuelos es considerar aeropuertos alternativos. Muchas veces, volar desde o hacia un aeropuerto más pequeño o menos concurrido puede traducirse en tarifas más bajas. Esto se debe a que los aeropuertos principales suelen tener tasas más elevadas que se trasladan al precio del boleto, mientras que los aeropuertos secundarios pueden tener costos operativos menores.
Sin embargo, es fundamental hacer un análisis detallado del costo total. Si bien los boletos pueden ser más económicos, es importante considerar otros factores como el tiempo -horas de escala, por ejemplo- y el costo adicional de transporte hacia el aeropuerto alternativo. Por ejemplo, un vuelo más barato desde un aeropuerto que se encuentra a varias horas de tu ubicación puede implicar un gasto adicional en nafta, transporte público o alojamiento.
El consejo de los expertos es comparar diferentes opciones de aeropuertos y tener en cuenta no solo el precio del vuelo, sino todos los costos asociados al viaje, incluidos el transporte y el tiempo invertido.
Influencia de las cookies y el historial de búsqueda
Algo que muchos viajeros desconocen es cómo las cookies y el historial de búsqueda pueden afectar el precio de un vuelo. Los sitios web de reservas y aerolíneas utilizan cookies para rastrear las búsquedas de los usuarios. Esto significa que si un viajero busca repetidamente la misma ruta o destino, el sistema puede interpretar que hay un interés en esa ruta específica, lo que podría provocar un aumento en el precio mostrado.
Para evitar esta situación, los expertos recomiendan navegar en modo incógnito o borrar las cookies de tu navegador antes de realizar búsquedas de vuelos. Al hacer esto, se evita que el sistema rastree tu historial de búsquedas y potencialmente manipule los precios a tu favor.
Otra alternativa es utilizar diferentes dispositivos o redes al buscar vuelos. Por ejemplo, hacer búsquedas desde una red distinta o utilizando diferentes dispositivos puede ayudar a evitar que los sitios web utilicen la información de tu historial de búsquedas para ajustar los precios al alza.