La Liga Antidifamación reveló que las principales redes sociales no actúan ante las denuncias de odio antisemita

La Liga Antidifamación (ADL) publicó una tarjeta de calificaciones que evalúa cómo las principales plataformas de redes sociales —Facebook, Instagram, TikTok, YouTube y X (anteriormente Twitter)— gestionan el contenido antisemita denunciado por los usuarios. El análisis realizado por el Centro de Tecnología y Sociedad (CTS) de la ADL evaluó tanto las políticas como su aplicación con respecto al antisemitismo, otorgando una puntuación a cada plataforma en función de un conjunto fijo de criterios.

La plataforma X fue la peor calificada, obteniendo una “F”, ya que sus acciones ante el contenido problemático se limitaron a reducir la visibilidad de dicho material, sin llegar a eliminarlo por completo. En tanto, Facebook y TikTok lograron una “C”, mientras que YouTube e Instagram recibieron una “C-”.

Aunque algunas de estas redes sociales tomaron medidas para enfrentar el contenido antisemita, las acciones fueron consideradas insuficientes, según la ADL, ya que no eliminaron las publicaciones ofensivas de forma consistente. La tarjeta de calificaciones deja en evidencia la inacción de estas empresas tecnológicas ante las denuncias de odio reportadas por sus usuarios.

La ADL detectó que las plataformas de redes sociales no son eficientes al tomar medidas contra el antisemitismo reportado a través de los canales de denuncia disponibles para los usuarios promedio. Aunque las plataformas cuentan con políticas que prohíben el contenido de odio, como teorías de conspiración antisemitas o el uso del término “sionista” de manera insultante, la aplicación de dichas políticas presenta deficiencias. Por ejemplo, aunque algunas plataformas restringen la visibilidad de publicaciones ofensivas, esto no impide que el contenido siga siendo accesible.

De acuerdo con Jonathan A. Greenblatt, CEO y Director Nacional de la ADL, las plataformas sociales aún están lejos de moderar adecuadamente el contenido antisemita y antisionista. El panorama empeoró luego del ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023, cuando la comunidad judía experimentó un aumento significativo de insultos y acoso en línea. “No es difícil detectar este odio, pero se necesita liderazgo para hacer cumplir consistentemente las reglas”, declaró Greenblatt.

La tarjeta de calificaciones destaca una discrepancia preocupante entre las políticas declaradas por las redes sociales y su implementación real. Si bien todas las plataformas (excepto X) cuentan con políticas diseñadas para responder a discursos de odio y teorías de conspiración, la ADL concluyó que, en la práctica, su cumplimiento es deficiente. Específicamente, las plataformas no aplican sus normas de manera consistente a los usuarios promedio, lo que permite que el contenido antisemita permanezca en línea.

Una observación importante de la ADL es que las plataformas tienden a tomar medidas solo cuando se les escala una denuncia a través de canales directos no disponibles para los usuarios normales, como asociaciones de “denunciantes de confianza”. Sin embargo, incluso al utilizar estos canales privilegiados, solo una parte del contenido reportado fue eliminado, lo que evidencia la falta de respuesta integral y efectiva por parte de las redes sociales para abordar el antisemitismo.

La Liga Antidifamación (ADL) desarrolló una metodología detallada para evaluar la capacidad de las plataformas de redes sociales en aplicar sus políticas contra el antisemitismo. Inicialmente, la ADL denunció contenido antisemita utilizando las herramientas disponibles para un usuario promedio, es decir, siguiendo los procedimientos habituales de reporte de contenido en redes sociales como Facebook, Instagram, TikTok, YouTube y X (antes Twitter). Después de un periodo de espera de una semana, se verificó si las plataformas habían tomado alguna medida sobre los contenidos denunciados.

En los casos donde las plataformas no actuaron o solo limitaron la visibilidad del contenido (sin eliminarlo), la ADL escaló las denuncias utilizando canales directos a las empresas, como su rol de “denunciantes de confianza”. La organización también revisó las políticas de cada plataforma respecto a teorías de conspiración e insultos antisemitas, analizando si eran claras y abarcaban la complejidad del odio dirigido hacia los judíos. Cada contenido denunciado a través de los canales directos fue examinado por expertos de la ADL, evaluando la respuesta de la plataforma tanto al nivel de usuario promedio como a través de las denuncias de “denunciantes de confianza”.

El proceso de evaluación culminó en una puntuación basada en el índice de respuesta ante contenidos denunciados y el índice acumulativo de medidas tomadas tras la intervención directa de la ADL. Esto permitió identificar si existía una brecha significativa entre las políticas de la plataforma y la manera en que se aplicaban a los casos reales de antisemitismo.

Tras observar la disparidad en la aplicación de políticas contra el odio antisemita, la ADL propuso una serie de recomendaciones a las plataformas de redes sociales con el objetivo de mejorar la gestión de las denuncias y el cumplimiento de sus políticas:

1. Mejorar los sistemas de denuncias de los usuarios: la ADL reconoció que moderar contenido a gran escala es un desafío, pero recomendó que las plataformas establezcan procesos más eficientes para procesar denuncias y eliminar contenido de odio en menos de una semana.
2. Corregir la brecha entre políticas y aplicación: la organización instó a las empresas tecnológicas a llevar a cabo auditorías internas para evaluar si el personal encargado está preparado para identificar y actuar ante contenido antisemita, si las políticas actuales abordan la complejidad del antisemitismo y si la capacidad de respuesta a las denuncias es efectiva.
3. Proporcionar acceso a datos para investigadores independientes: para mejorar la transparencia y permitir una mejor comprensión de cómo se manejan los contenidos problemáticos, se aconsejó a las plataformas permitir el acceso a archivos de contenido moderado.
4. Revisar denuncias en su contexto: la ADL sugirió que se consideren múltiples señales sobre un mismo contenido denunciado para comprender el contexto y así identificar posibles violaciones de las políticas de forma más precisa.
5. Seguir tendencias emergentes y cambios en el discurso de odio: dado el acelerado cambio en la retórica antisemita, especialmente después Hamastaque de Hamás a Israel, las plataformas deben mantener un seguimiento continuo de estas tendencias para ajustar sus políticas y procedimientos de moderación.

Desde el 7 de octubre de 2023, la ADL ha documentado un notable aumento de contenido antisemita en las redes sociales. Tras el ataque de Hamás contra Israel, las expresiones de odio antisemita y antisraelí han aumentado considerablemente, con un 47% de usuarios judíos expuestos a estos contenidos en línea, frente al 29% de la población estadounidense en general. Este aumento no solo es cuantitativo, sino que también se ha observado un cambio en el lenguaje y las teorías de conspiración, con nuevas formas de antisemitismo apareciendo y combinándose con antiguas narrativas.

La respuesta de las plataformas a esta tendencia ha sido desigual y, en muchos casos, insuficiente para abordar el problema. Aunque algunas redes sociales han tomado medidas para restringir la visibilidad de contenido antisemita, esto no siempre se traduce en la eliminación completa del discurso de odio. La situación se ha agravado con la viralización de nuevas teorías conspirativas que conectan el conflicto entre Israel y Hamas con otras narrativas antisemitas, lo que plantea desafíos adicionales para la identificación y eliminación de este contenido.

La ADL es la principal organización contra el odio del mundo. Fundada en 1913, su eterna misión es “poner fin a la difamación del pueblo judío y garantizar la justicia y el trato justo para todos”.