Cómo es Pesto, el pingüino bebé más grande del mundo

A sus nueve meses, este animal pesa 22.5 kilos y ha captado la atención de todos al ser llamativamente más grande que sus padres

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En Melbourne, un pingüino rey llamado Pesto se ha convertido en la mayor atracción del Acuario Sea Life por su tamaño y carisma

En el Acuario Sea Life de Melbourne, en medio del bullicio y las luces que iluminan los tanques de agua salada, un pequeño emperador de chocolate se ha robado todas las miradas. Lo llaman Pesto, un pingüino rey de apenas nueve meses que se ha convertido en un fenómeno viral. Es un gigante emplumado: con sus 22.5 kilos y sus 90 centímetros de altura, supera en tamaño a sus padres y domina el espacio con una presencia que se impone como una torre de pelusa marrón entre la multitud de pingüinos adultos, de plumaje blanco y negro.

Los pingüinos rey, una especie originaria de las frías aguas de Antártida y las islas subantárticas, no presentan diferencias visibles entre machos y hembras. Así, para conocer el sexo de un individuo, es necesario tomar una gota de sangre y enviar la muestra a un laboratorio. Sin embargo, para Pesto, la revelación de su género no fue un evento menor. La emoción por el carismático pingüino fue tal que el acuario organizó una transmisión en vivo: una torta blanca que, al ser partida, dejó ver su interior azul. Pesto es, oficialmente, un chico.

“Creo que siempre será un niño grande”, dice Michaela Smale, una de las cuidadoras de pingüinos en el acuario desde 2018. Aunque pierda peso cuando cambie de plumas, ya es significativamente más alto que su padre.

Pesto, un pingüino rey con
Pesto, un pingüino rey con solo nueve meses, pesa 22.5 kilos y mide 90 centímetros

Este “bebé chonky”, como lo describen con cariño sus cuidadores, ha ganado fama más allá de su hábitat marino. Su historia ha recorrido medios de comunicación desde el Reino Unido hasta Estados Unidos, y sus fotos han circulado por todas partes, desde el feed de Instagram —donde el acuario tiene más de 25,000 seguidores— hasta los titulares de noticieros de televisión. Una de sus fans más notables es la cantante Katy Perry, quien, durante su visita a Melbourne para el Gran Final de la Liga de Fútbol Australiana, bromeó diciendo que quería “besar a Pesto”.

Este auge de popularidad ha llevado a Olivia Wilson, quien se encarga de manejar las relaciones públicas del acuario, a preguntarse si Pesto ha sido la atracción más importante de la ciudad durante el fin de semana, superando incluso al evento deportivo más importante de Australia.

“Tú menciona un país, y seguro que ahí ha tenido una aparición en los medios”, comenta Wilson. Parece que no hay lugar en el planeta que no haya recibido un poco de amor de Pesto.

El gigante de mar y sus padres adoptivos

El nacimiento de Pesto fue un suceso casi rutinario. Pesaba apenas 200 gramos al romper el cascarón en enero, y a lo largo de estos nueve meses ha multiplicado su peso por más de cien. Con una dieta consistente en 30 peces al día —el doble de lo que consume un pingüino adulto promedio— Pesto se ha convertido en una especie de “milagro de la naturaleza”. Su voracidad se ha convertido en leyenda; su cuidadora Jacinta Early bromea al describirlo como una criatura con un “apetito muy saludable”.

Pesto consume 30 peces al
Pesto consume 30 peces al día, el doble de lo que come un pingüino adulto promedio

“Pesto es la definición del típico ´come y crece´” dice Early. Si lo toco, mi dedo se perdería completamente en sus plumas.

Pero el gran tamaño de Pesto no es solo resultado de su apetito insaciable. Su padre biológico, Blake, es uno de los pingüinos más altos y grandes del acuario. No obstante, ha sido criado por dos padres adoptivos, Tango y Hudson, jóvenes pingüinos a quienes el acuario quería probar como potenciales cuidadores. Muchos de los pingüinos del acuario llevan nombres inspirados en alimentos, desde Pudding hasta Whopper y Lamingtons. Pesto, por supuesto, lleva el suyo con orgullo.

“A veces parece un adolescente independiente, como si ya estuviera entrando en su fase rebelde”, agrega Smale, sonriendo. Pero espero que conserve algo de su personalidad única.

El fenómeno viral y el futuro de Pesto

Los visitantes acuden al acuario para ver a Pesto en persona, observar su cuerpo cubierto de una gruesa capa de plumas marrones y sus primeras interacciones sociales con el resto de la colonia de pingüinos. Y Pesto, como todo joven curioso, responde con su característica vitalidad y su “pequeño silbido” que sus cuidadores describen como un tono peculiarmente encantador. Con sus travesuras y su afán de molestar a los adultos, Pesto recuerda a cualquier niño en su fase de descubrir el mundo.

A pesar de haber nacido
A pesar de haber nacido con solo 200 gramos, Pesto ha multiplicado su peso por más de cien en nueve meses

Pronto, Pesto empezará sus primeras lecciones de natación bajo la atenta mirada de sus padres. Mientras tanto, su cuerpo cambiará, perderá peso y se deshará de esas plumas de bebé que le han dado su aspecto de “pelusa gigante”. Cuando aprenda a nadar y abandone su infancia mullida, Pesto se convertirá en un adulto de plumas brillantes y perfil elegante. Pero, como todos los íconos que alguna vez fueron niños prodigio, seguirá siendo el gigante de chocolate que conquistó los corazones de miles de personas en todo el mundo.

Una joven llamada Millie Jacoby lo resume bien. Esta británica de 25 años ha vivido en Melbourne por un año y ya ha visitado dos veces a Pesto, antes de que se convirtiera en una sensación en línea.

“Entramos al acuario y ahí estaba, este gran pingüino esponjoso... y simplemente nos enamoramos”, dice Millie. Se merece ser famoso.

Así es como Pesto, el pingüino rey con alma de gigante, ha llegado a ser mucho más que una simple atracción acuática. Se ha convertido en el protagonista de una historia que, aunque sea efímera como el plumón de un polluelo, ha encontrado su eco en la risa y el asombro de millones de personas alrededor del mundo.

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