En un impactante momento televisivo, Lorenzo Carbone, un italiano de 50 años, confesó ante las cámaras de Canal 5 que había matado a su madre, Loretta Levrini, de 80 años. La confesión ocurrió en plena transmisión del programa “Pomeriggio 5″ y dejó atónitos tanto a la audiencia como a los presentes en el lugar.
Carbone, visiblemente afectado y desorientado, admitió haber asfixiado a su madre, quien sufría de demencia: “No podía soportarlo más. La estrangulé, no sé por qué lo hice”. La confesión, realizada frente al periodista Fabio Giuffrida, desató una oleada de comentarios tanto por la gravedad del crimen como por las circunstancias en las que fue revelado.
Carbone explicó que primero intentó asfixiar a su madre con una almohada, pero luego utilizó solo la funda y, finalmente, unos cordones. Durante la entrevista, mientras sostenía un pañuelo y lloraba, expresó su arrepentimiento diciendo: “Fue un instinto, lo siento mucho”.
Tras la impactante confesión, el equipo del programa, conducido por Myrta Merlino, contactó a la policía, quienes llegaron rápidamente al lugar y arrestaron a Carbone. Según el medio italiano Corriere della Sera, Merlino dijo: “He seguido dos principios: mi conciencia y mi profesionalidad. Volvería a hacer todo lo que he autorizado. Las noticias se dan”.
Detalles del crimen y arresto de Lorenzo Carbone
El crimen ocurrió en Spezzano di Fiorano, una localidad de la provincia de Módena, en el norte de Italia. Loretta, la madre de Carbone, fue encontrada muerta en su cama el domingo 22 de septiembre por su otra hija, quien solía visitarla cada semana. Al ingresar al departamento, se topó con la escalofriante escena y comenzó a gritar, lo que alertó a los vecinos.
Carbone, desempleado y conocido por ser una persona solitaria, convivía con su madre, quien en los últimos tiempos tenía dificultades de movilidad debido a su avanzada edad y problemas de salud. Según los vecinos, el hombre apenas salía de casa y solo se le veía ocasionalmente junto a su madre, especialmente los sábados, cuando solían buscar pizzas para ambos en un restaurante cercano.
Sin embargo, nadie en el vecindario habría imaginado que un hecho tan trágico podría ocurrir. El dueño de la pizzería incluso contó que había visto a Carbone aquella noche, según Corriere della Sera: “He visto a Lorenzo el sábado por la noche. Estaba tranquilo, incluso hicimos una broma sobre el mal tiempo de estos días. Nunca habría pensado en un gesto similar”.
Tras la confesión televisiva de Carbone, en la que relató haber pasado la noche vagando en Pavullo, una localidad cercana en los Apeninos, los policías lo detuvieron en vivo, justo frente a su casa, y lo trasladaron a la comisaría de Sassuolo para ser interrogado.
Relación entre Lorenzo Carbone y su madre
Los vecinos los describían como una familia reservada, y destacaban que Carbone era una persona solitaria que apenas interactuaba con la gente del barrio.
En ocasiones se lo veía salir de casa con su madre, pero desde hacía aproximadamente un año, Loretta, de 80 años, había comenzado a tener dificultades para moverse, lo que redujo aún más sus salidas al exterior. Este deterioro en su estado de salud incluía signos de demencia, lo que generaba una tensión creciente en la relación entre madre e hijo.
La convivencia con Loretta, marcada por su deterioro físico y mental, parece haber sido el detonante del trágico final. En su confesión televisiva, Carbone explicó que la demencia de su madre lo hacía enojar: “Cada tanto hacía enojar un poco, mi mamá repetía siempre las cosas”. Esto lo llevó a un punto en el que, según sus propias palabras “no podía más”.