El Titanic, hundido en 1912, sigue siendo uno de los naufragios más famosos de la historia, un trágico evento que costó más de 1.500 vidas. Sin embargo, a pesar de numerosas expediciones, nunca se han encontrado restos humanos en los restos del naufragio ubicado a unos 4.000 metros de profundidad en el Atlántico Norte.
Según habló James Delgado, historiador y arqueólogo marítimo, con MailOnline, podría haber “algún vestigio de restos humanos” dentro del navío. Sin embargo, la biología del océano profundo, con una abundante fauna microbiana, hace que incluso los dientes se disuelvan tras un largo período de tiempo.
Según su propio relato, Delgado buceó hasta los restos del Titanic dos veces, en 2000 y 2010, describiendo lo que vio como “un lugar muy conmovedor y poderoso”. “Lo que ves y es muy convincente son los pares de zapatos esparcidos, lo que sugiere este fue su lugar final de descanso”, dijo.
Por su parte, James Cameron, director de la película sobre el Titanic y que ha realizado más de 30 inmersiones en el lugar del naufragio, afirmó al New York Times en 2012: “Hemos visto ropa, hemos visto zapatos, pares de zapatos, lo que sugiere que hubo un cuerpo allí en algún momento, pero nunca hemos visto restos humanos”.
De acuerdo con The Mirror, el hecho de que los pasajeros llevaran chalecos salvavidas contribuye a la dispersión de los cuerpos. La falta de botes salvavidas suficientes hizo que muchos pasajeros terminaran flotando lejos del sitio del naufragio, especialmente tras una tormenta que siguió al hundimiento.
Por qué no hay restos humanos en el Titanic
El profesor John Cassella de la Atlantic Technological University en Sligo, explicó a MailOnline que los huesos se degradan rápidamente en agua salada, y que la existencia de restos óseos dependería del equilibrio entre los niveles de sal, el pH del agua y los efectos de los microorganismos. “El hueso está hecho de un mineral llamado hidroxiapatita, compuesto principalmente de calcio y fosfato, pero también de muchas otras moléculas más pequeñas. El agua ayudará en la disolución de este mineral óseo y, por supuesto, de las proteínas orgánicas frágiles que ayudan a unir el hueso”.
En profundidades inferiores a los 914 metros, la “compensación de carbonato de calcio” hace que los huesos se disuelvan. Robert Ballard, explorador de mares profundos que descubrió los restos del Titanic en 1985, explicó a NPR en 2009: “Y el agua en el mar profundo está sub saturado de carbonato de calcio, que es mayormente de lo que están hechos los huesos. Por ejemplo, en el Titanic, una vez que los organismos expusieron los huesos, estos se disolvieron”.
A pesar de la falta de restos humanos, los equipos que han explorado los restos han encontrado abundantes objetos personales pertenecientes a los pasajeros. MailOnline recientemente publicó fotos de zapatos y botellas de champaña en el lugar del naufragio, recordatorios tangibles de las vidas perdidas.
La profesora Dame Sue Black, forense antropóloga y presidenta del St John’s College en Oxford University, indicó que el daño causado por la depredación marina es muy importante. “La vida marina ve los huesos como una reserva de calcio para ser explotada,” comentó Black a MailOnline.
Las expediciones recientes aún revelan nuevos hallazgos en el sitio, pero también señalan el deterioro acelerado de la propia estructura del Titanic. Las bacterias están consumiendo el casco del barco a un ritmo tal que podría desaparecer completamente en los próximos 40 años. Delgado recomendó que los objetos recuperados sean preservados en un museo y no vendidos para lucro personal. “Uno no va a un cementerio para poner cosas en subasta,” señaló a MailOnline.
Además de la fata de restos humanos la historia de los 340 cuerpos recuperados inicialmente es igualmente trágica. Según The Mirror, el Mackay Bennett recuperó 306 cuerpos, de los cuales 190 fueron llevados a puerto y transferidos a la pista de hielo del Mayflower Curling Club en Halifax, mientras que los otros 116 fueron enterrados en el mar.