Un equipo de científicos planteó una nueva teoría que podría explicar la extinción de los mamuts lanudos: las alergias al polen.
En su reciente investigación, publicada en la revista Earth History and Biodiversity, expertos de Israel, Italia y Rusia sostienen que, además de la caza humana y el cambio climático, una tercera causa pudo haber sido la aparición de alergias que afectaron el sistema inmunológico de estos animales.
Estas alergias habrían afectado su sentido del olfato, impidiendo que los mamuts detectaran a posibles parejas durante la temporada de reproducción, lo que llevó a un descenso gradual de la población.
“Demostró que la extinción fue un proceso lento de disminución de la población de mamuts debido a la destrucción de la comunicación química (reconocimiento por el olfato) entre animales durante la temporada de reproducción”, aseguró Gleb Zilberstein, uno de los investigadores, según el medio británico The Sun.
El estudio revela la presencia de inmunoglobulinas, anticuerpos que combaten infecciones, y alérgenos en restos de mamuts congelados. Según los investigadores, estos hallazgos sugieren que los mamuts desarrollaron alergias al polen de las plantas que comenzaron a proliferar tras el calentamiento global.
Según el medio científico, Phys Org, por este motivo se habría alterado la capacidad de los mamuts para reproducirse y, en última instancia, contribuyó a su desaparición hace unos 4.000 años.
La importancia del olfato para la reproducción
El sentido del olfato desempeñó un papel crucial en la vida de los mamuts lanudos, al igual que ocurre con los elefantes modernos, sus parientes cercanos. En los elefantes, el olfato es esencial no solo para encontrar alimento y agua, sino también para la búsqueda de parejas durante la temporada de reproducción, según información de Phys Org.
Esta capacidad olfativa permite a los animales identificar posibles compañeros a larga distancia, lo que facilita su comportamiento reproductivo.
Los científicos detrás del estudio sugieren que las alergias que afectaron a los mamuts durante los periodos de florecimiento de nuevas plantas, tras el fin de la última glaciación, habrían provocado congestión nasal y una pérdida significativa del olfato en estos animales, según explicó Phys Org.
Al perder esta capacidad sensorial, los mamuts habrían tenido dificultades para encontrar parejas, lo que resultó en una menor tasa de reproducción. Esta interrupción en la capacidad para reproducirse de manera efectiva habría acelerado su camino hacia la extinción.
Las evidencias científicas encontradas
El estudio proporciona evidencias científicas que respaldan la hipótesis de que los mamuts sufrían de alergias. Los investigadores examinaron muestras de tejido de mamuts congelados y descubrieron la presencia de anticuerpos, específicamente inmunoglobulinas, que son proteínas del sistema inmunológico encargadas de combatir infecciones y cuerpos extraños.
En particular, identificaron fragmentos de inmunoglobulina E (IgE), un tipo de anticuerpo asociado comúnmente con reacciones alérgicas en mamíferos modernos, incluidos los seres humanos.
Además de los anticuerpos, los científicos hallaron fragmentos de polen y compuestos orgánicos procedentes de plantas altamente alergénicas en las muestras de mamuts estudiadas. Estos fragmentos de plantas alergénicas, como Oxytropis sordida y Huperzia, indican que los mamuts estuvieron expuestos a ambientes ricos en polen.
Estos hallazgos marcan un avance significativo en la comprensión de los factores biológicos que podrían haber contribuido a la extinción de los mamuts lanudos, proporcionando una nueva perspectiva más allá de las teorías ya conocidas como la caza por parte de los humanos o el cambio climático.
Técnicas utilizadas por los investigadores
Para llevar a cabo este innovador estudio, los investigadores emplearon avanzadas técnicas de extracción y análisis de proteínas, que resultaron claves para identificar la presencia de inmunoglobulinas y alérgenos en los restos de mamut lanudo.
Utilizaron una tecnología conocida como EVA (acetato de etileno-vinilo), un método que permitió capturar y analizar los fragmentos de proteínas preservadas en las muestras de mamuts congelados. Esta técnica, en combinación con herramientas como la cromatografía líquida acoplada a la espectrometría de masas, facilitó la separación y caracterización de estas proteínas de miles de años de antigüedad.