Los mayas, una de las civilizaciones más avanzadas de la antigua Mesoamérica, se destacaron por sus impresionantes logros en arquitectura, astronomía y matemáticas. Su sociedad floreció desde aproximadamente el 2600 antes de nuestra era hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI. Aunque no formaron un imperio unificado, los estados mayas compartían una rica cultura que incluía creencias religiosas, prácticas rituales y un extenso uso de sustancias psicoactivas en ceremonias que conectaban lo terrenal con lo espiritual. Este legado, que aún hoy influye en las comunidades mayas vivas, ha dejado una huella indeleble en la historia del continente americano.
Un reciente hallazgo arqueológico en el sitio precolombino de El Baúl, en las tierras bajas del Pacífico de Guatemala, ha revelado una prueba física inédita del uso de tabaco líquido por los mayas. Se encontraron jarrones rituales con residuos de nicotina, lo que sorprendió a los investigadores, quienes esperaban rastros de cacao.
Este descubrimiento no solo altera el conocimiento previo sobre el consumo de tabaco en la cultura maya, sino que también sugiere que el tabaco líquido, altamente tóxico, fue empleado en contextos ceremoniales, probablemente para inducir trances y minimizar el dolor en sacrificios humanos.
Un giro inesperado en el consumo ceremonial maya
El descubrimiento en El Baúl sugiere que los mayas no solo fumaban tabaco, como era comúnmente conocido, sino que también lo ingerían en forma líquida durante rituales. Al hallar residuos de nicotina en los jarrones encontrados, los investigadores concluyeron que el consumo era mediante infusión. Este descubrimiento cambia la perspectiva sobre los usos del tabaco en la cultura maya, revelando una faceta menos conocida de sus prácticas.
Una sorpresa para los investigadores
En un inicio, los científicos que trabajaban en el sitio arqueológico de El Baúl se propusieron analizar una colección de vasijas de cerámica en busca de residuos de cacao, dado su frecuente uso ritual entre los mayas. Sin embargo, el análisis químico arrojó el resultado inesperado de la nicotina, dijo el arqueólogo Oswaldo Chinchilla Mazariegos, director del equipo de investigación, a National Geographic.
Este descubrimiento se suma a otros hallazgos previos, como una vasija analizada en 2012 que también contenía nicotina. Pero la diferencia es que en este caso el tabaco fue preparado como líquido, lo cual abre nuevas preguntas sobre los rituales y el uso de sustancias por parte de los antiguos mayas.
Sustancias psicoactivas y rituales mayas
El uso de tabaco líquido no fue el único medio por el que los mayas alcanzaban estados de trance o buscaban comunicarse con lo divino. Diversas plantas y hongos psicoactivos formaban parte integral de sus ceremonias religiosas.
Los hongos mágicos (Psilocybe cubensis), conocidos como k’aizalaj okox, y los nenúfares, apreciados por su simbolismo de transición entre el mundo de los vivos y los muertos, eran consumidos por la élite sacerdotal para inducir visiones antes de importantes eventos, como batallas o rituales de sacrificio. Estas sustancias se consideraban una puerta hacia el mundo espiritual, y su consumo estaba reservado para momentos de significado religioso.
Los jarrones que contenían residuos de tabaco líquido fueron encontrados cerca de antiguos baños de vapor, los cuales jugaban un papel clave en los rituales de curación y parto entre los mayas. Estos baños, estrechamente vinculados a las deidades de las parteras, se utilizaban para purificar a las mujeres durante el embarazo y el parto, así como en otros procedimientos terapéuticos.
La presencia de hojas de obsidiana en algunos de estos jarrones sugiere que también se empleaban en rituales relacionados con el corte del cordón umbilical, un acto cargado de simbolismo en las culturas mesoamericanas.
El peligroso consumo de tabaco líquido en rituales de sacrificio
El consumo de tabaco líquido en los rituales mayas era sumamente peligroso debido a su alta toxicidad. Esta práctica probablemente tenía un propósito muy específico: inducir visiones o estados alterados de conciencia en los sacerdotes durante los ritos ceremoniales, o minimizar el dolor de las víctimas de sacrificios humanos.
El hecho de que se utilizara esta sustancia resalta el nivel de control ritual que los mayas ejercían sobre sus ceremonias. En estos eventos, el tabaco líquido actuaba como un puente entre el mundo terrenal y el espiritual, permitiendo la conexión con los dioses y la participación en una compleja cosmovisión que integraba sacrificios, purificación y comunicación con el más allá.