Un grupo de arqueólogos descubrió un buque de guerra de 1300 años de antigüedad conservado bajo tierra en una mina serbia

El hallazgo se realizó por trabajadores de una mina de carbón en Kostolac, cerca de Viminacium. Especialistas evaluarán su estado de conservación a pesar de daños

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El buque principal mide casi 15 metros y muestra características de ingeniería naval romana (Serbian Institute of Archaeology - ArcheoSerbia)
El buque principal mide casi 15 metros y muestra características de ingeniería naval romana (Serbian Institute of Archaeology - ArcheoSerbia)

Los trabajadores de una mina de carbón en Kostolac, Serbia, hicieron un hallazgo inesperado mientras realizaban excavaciones de rutina: los restos de un buque de guerra de 1300 años de antigüedad. El descubrimiento ocurrió en una zona cercana a la antigua ciudad romana de Viminacium, un importante asentamiento militar y naval del Imperio Romano en la región del Danubio. Este barco, junto con otras dos embarcaciones más pequeñas, estaba enterrado bajo metros de sedimentos, lo que permitió su conservación durante siglos.

Viminacium fue una base militar estratégica entre los siglos I y IV d.C., conocida por albergar una legión romana y por su puerto en el río Danubio, desde donde se lanzaban operaciones militares. El hallazgo de este barco en un área tan próxima sugiere que podría haber sido parte de una flota romana destinada a la defensa de la frontera del imperio frente a incursiones bárbaras, especialmente de los pueblos eslavos.

El buque principal, de casi 15 metros de largo, muestra características de la ingeniería naval romana, lo que ha llevado a los arqueólogos a teorizar sobre su uso en conflictos navales en la región. Sin embargo, durante las excavaciones, los mineros dañaron una parte significativa del barco, lo que ha complicado su análisis.

La mina de Kostolac, ubicada cerca del Danubio, reveló restos de un buque de guerra romano (Serbian Institute of Archaeology - ArcheoSerbia)
La mina de Kostolac, ubicada cerca del Danubio, reveló restos de un buque de guerra romano (Serbian Institute of Archaeology - ArcheoSerbia)

A pesar de estos daños, los expertos están decididos a reconstruirlo y profundizar en el estudio de este hallazgo, que podría arrojar nueva luz sobre la historia militar de Roma en esta región.

El escenario del descubrimiento: la mina de Kostolac y su conexión con Viminacium

La mina de carbón de Kostolac, ubicada cerca del río Danubio, ha sido una fuente de energía crucial para Serbia. Sin embargo, este no es el primer indicio de que la tierra debajo de Kostolac alberga más que simples recursos naturales. La mina se encuentra en las proximidades de Viminacium, una antigua ciudad romana que fue una base militar estratégica en la región. Viminacium, floreciente entre los siglos I y IV d.C., albergó una legión romana y sirvió como puerto para sus naves de guerra en el Danubio.

El hecho de que los restos del buque de guerra se encontraran tan cerca de Viminacium sugiere una conexión directa con las operaciones militares de Roma en la región. Según Miomir Korac, director del Instituto Arqueológico y jefe del proyecto científico de Viminacium, “el buque podría haber sido parte de una flota romana encargada de defender la frontera del imperio de las incursiones bárbaras”.

Los mineros dañaron un 40% del barco durante las excavaciones rutinarias (Serbian Institute of Archaeology - ArcheoSerbia)
Los mineros dañaron un 40% del barco durante las excavaciones rutinarias (Serbian Institute of Archaeology - ArcheoSerbia)

El buque descubierto mide casi 15 metros de largo y presenta un diseño característico de la ingeniería naval romana. Korac y su equipo creen que el barco estaba equipado con una vela triangular, conocida como vela latina, y podía albergar entre 30 y 35 marineros, con al menos seis pares de remos. Este tipo de embarcación, de fondo plano, era ideal para navegar en aguas poco profundas como las del Danubio.

Lo que hace aún más fascinante este descubrimiento es el estado de conservación del buque. Sepultado bajo 7 metros de sedimentos de arcilla y limo, el barco ha permanecido prácticamente intacto durante más de un milenio. Sin embargo, no todo fue perfecto. Los mineros que realizaban las excavaciones, sin saber lo que yacía bajo sus pies, dañaron aproximadamente el 40% del barco con su maquinaria pesada. “El barco fue gravemente dañado por el equipo de minería”, explicó Korac. “Pero el equipo arqueológico ha recogido todas las partes, y deberíamos poder reconstruirlo casi por completo”.

Junto al buque de guerra, los mineros descubrieron otras dos pequeñas embarcaciones. Estos barcos, conocidos como monóxilos, fueron tallados a partir de un único tronco de árbol, una técnica rudimentaria utilizada por los pueblos eslavos de la época. Estos monóxilos, según las descripciones de los textos antiguos, eran utilizados por los eslavos para cruzar el Danubio y lanzar ataques sorpresa contra las defensas romanas.

Junto al buque de guerra, se encontraron otras dos embarcaciones más pequeñas, tipo monóxilo (Serbian Institute of Archaeology - ArcheoSerbia)
Junto al buque de guerra, se encontraron otras dos embarcaciones más pequeñas, tipo monóxilo (Serbian Institute of Archaeology - ArcheoSerbia)

A diferencia del buque de guerra, estos monóxilos no estaban diseñados para el combate directo. “Un monóxilo no es un barco de combate”, aclara Korac. “Es simplemente una forma de cruzar el río e invadir por tierra. Frente a barcos más grandes, los monóxilos podrían ser fácilmente derrotados, como lo testimonian las fuentes del siglo VI que mencionan una flota romana que repelió ataques bárbaros”.

Teorías sobre un enfrentamiento naval en el Danubio

El descubrimiento de estas tres embarcaciones ha llevado a los arqueólogos a especular sobre un posible enfrentamiento naval en el Danubio, donde los eslavos, a bordo de los monóxilos, habrían intentado atacar a las fuerzas romanas. Dado que Viminacium estaba tan cerca y servía como base naval, la teoría de una batalla en el río es plausible.

Sin embargo, la falta de evidencia tangible, como armas, armaduras o restos humanos, dificulta confirmar esta hipótesis. Korac explicó que “la ausencia de hallazgos personales o artefactos en el sitio, y la falta de rastros de fuego o daños por combate, ha sido lo más frustrante”. A pesar de ello, el equipo no descarta que los barcos pudieran haber sido abandonados o incluso hundidos deliberadamente para evitar que cayeran en manos enemigas durante una retirada.

Pandemia y excavaciones en pausa

A pesar de la emoción que rodea el descubrimiento, la pandemia de COVID-19 ha impuesto serias limitaciones al avance de las investigaciones. Según Korac, las restricciones han retrasado el análisis de las muestras de madera y han puesto en pausa indefinida las excavaciones. “El coronavirus está determinando todas nuestras acciones ahora”, lamentó. Sin embargo, los arqueólogos siguen comprometidos con la preservación y estudio de estos hallazgos, que han sido trasladados al parque arqueológico cercano para su protección y análisis futuro.

La conservación del barco se debe a que fue sepultado bajo 7 metros de sedimentos de arcilla y limo (Serbian Institute of Archaeology - ArcheoSerbia)
La conservación del barco se debe a que fue sepultado bajo 7 metros de sedimentos de arcilla y limo (Serbian Institute of Archaeology - ArcheoSerbia)

El hallazgo en la mina de Kostolac es un recordatorio poderoso de cómo la historia puede resurgir en los lugares más inesperados. Aunque las excavaciones están en pausa, los arqueólogos esperan que una vez superada la pandemia, puedan retomar el estudio de estos barcos y desentrañar los misterios que aún guardan.

Para Serbia y el mundo, estos buques ofrecen una valiosa puerta al pasado, revelando detalles sobre la vida militar, la ingeniería naval y las tensiones fronterizas en la antigua Roma. Con el tiempo, y a medida que se realicen más análisis, estos restos podrían arrojar luz sobre un capítulo crucial de la historia europea que ha permanecido oculto bajo tierra durante más de un milenio.

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