El cacao en México, un cultivo ancestral con más de 3,000 años de historia, se enfrenta a amenazas sin precedentes. La crisis climática y la migración de jóvenes hacia las ciudades están poniendo en riesgo la producción del ingrediente esencial del chocolate. Así lo informó The Guardian en un artículo reciente.
Edilberto Morales, un agricultor de cacao en la selva Lacandona en el sur de México, ha visto su cosecha reducirse drásticamente. “El cambio climático nos ha afectado mucho. La falta de lluvia afecta directamente la solidificación de la flor,” explicó Morales desde Maravilla Tenejapa, Chiapas al diario británico. El año pasado, sólo recolectó la mitad de los 1.000 kilogramos de cacao que normalmente cosecha, una de las peores temporadas de su vida, asegura.
La tradición de cultivar cacao en México es antigua, utilizada por mayas, toltecas y aztecas. Sin embargo, la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI llevó este preciado cultivo a Europa, donde los italianos comenzaron a elaborar dulces de chocolate.
Hoy, México, uno de los mayores productores de cacao del mundo, enfrenta serios desafíos. La crisis climática ha generado condiciones meteorológicas cada vez más extremas, alterando los patrones de lluvias y reduciendo los niveles de los ríos, lo que ha impactado negativamente en las cosechas. Aunque se han realizado avances tecnológicos para crear árboles de cacao resistentes a enfermedades, la solución todavía parece lejana.
Además del cambio climático, la migración de jóvenes hacia las ciudades está dejando a las comunidades rurales sin las generaciones necesarias para mantener las prácticas tradicionales de producción de cacao. En Tapachula, Eder Herrera, presidente de la cooperativa de agricultores de cacao Rayen, asegura que existe ahora una dificultad de atraer a los jóvenes a las labores del campo debido a la atracción de mejores salarios en las ciudades.
El precio del cacao ha subido significativamente debido a la escasez de suministros y los déficits pronosticados. En agosto de 2023, el precio de una tonelada de cacao en el mercado internacional era de 3,400 dólares, llegando casi a 8,400 dólares en julio de 2024. Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos, buena parte de la producción de árboles de cacao podría desaparecer para el año 2050.
Mientras tanto, los agricultores están tratando de adaptarse. Tomás Salas, otro agricultor de cacao de Maravilla, explicó a The Guardian que las variaciones en el clima afectan la previsibilidad de las cosechas, obligándolos a modificar las fechas de plantación y recolección.
A pesar de estos desafíos, iniciativas como la colaboración con la Rainforest Alliance han sido útiles para algunos productores como Herrera, quien ha implementado prácticas agrícolas regenerativas y conservación del entorno para proteger sus cultivos. Estas medidas incluyen la reforestación para proporcionar más sombra a los árboles de cacao, con el fin de reducir las temperaturas y la evaporación.
La resistencia de algunos agricultores como Herrera es notable. Aunque su ejido ha visto su superficie cultivada reducirse de 600 hectáreas en la década de los 70 a solamente 200 hectáreas en la actualidad, muchos han optado por cambiar de cultivos, produciendo miel, café o frutas. Sin embargo, Herrera se mantiene fiel a la tradición del cacao, enseñando a su hijo las técnicas de cultivo transmitidas por su padre.
Aunque el precio local del cacao ha incrementado un 50% de 2023 a 2024, los ingresos siguen siendo insuficientes en comparación con el mercado internacional.
El futuro del cacao en México, crucial para la producción mundial de chocolate, está en una encrucijada. El clima impredecible y la fuga de talentos juveniles son desafíos que agricultores como Morales enfrentan diariamente, con la esperanza de encontrar soluciones para preservar esta herencia tan valiosa.