En el pequeño pueblo pesquero de Susami, ubicado en la Prefectura de Wakayama en Japón, se encuentra una atracción única que ha capturado la atención de turistas de todo el mundo: un buzón de correo sumergido en el océano.
Esta singular pieza de infraestructura es un buzón ordinario y se ha convertido en un símbolo del ingenio y la resiliencia de una comunidad que decidió reinventarse para atraer visitantes. A través de esta innovadora idea, Susami, un lugar con un pasado tranquilo y poco conocido, logró posicionarse en el mapa turístico global, que demuestra que incluso una pequeña localidad puede convertirse en un destino destacado cuando se explora la creatividad y se adapta a las circunstancias.
Creación y propósito del buzón submarino
La historia del buzón submarino de Susami se remonta a 1999, un año crucial para el pueblo que buscaba formas de atraer turismo y dinamizar su economía local. La creación de este buzón fue una idea del entonces jefe de correos de la ciudad, Toshihiko Matsumoto, quien, a sus 70 años, comprendió que la clave para revitalizar Susami radicaba en ofrecer una experiencia única a los visitantes.
En ese momento, el pueblo no contaba con un atractivo turístico distintivo, lo que limitaba sus posibilidades de competir con otras regiones de Japón. La necesidad de innovar y destacarse llevó a Matsumoto a proponer la instalación de un buzón de correo bajo el agua, una iniciativa que buscaba promocionar el sendero de peregrinación de Kumano Kodo y sus alrededores y crear un símbolo que conectara a Susami con el mundo exterior de una manera memorable y perdurable.
Este buzón submarino se ubicó a una profundidad de 10 metros en la costa de Susami, en el sur de la península de Kii, y desde entonces ha capturado la imaginación tanto de buceadores como de turistas curiosos. La idea de Matsumoto no tardó en demostrar su eficacia, ya que el buzón se convirtió rápidamente en un imán para aquellos que buscaban vivir una experiencia diferente al enviar sus postales desde el fondo del mar.
Cómo es Susami
Susami es una localidad caracterizada por su tranquilidad y su estrecha relación con el mar. Con una población de alrededor de 5,000 personas, se trata de un típico pueblo pesquero japonés, cuya economía ha estado tradicionalmente vinculada a la pesca y a los recursos marinos de la región. Situado en la Prefectura de Wakayama, este lugar se encuentra en el distrito de Nishimuro, que abarca una superficie aproximada de 174,71 kilómetros cuadrados.
Funcionamiento del submarino
El buzón submarino de Susami funciona como un sistema postal completamente operativo. Para utilizarlo, los visitantes deben adquirir postales resistentes al agua, que se venden en la tienda de Yamatani, un comercio local que se ha asociado estrechamente con esta atracción. Estas postales se escriben con marcadores de pintura a base de aceite, lo que garantiza que el mensaje permanezca intacto durante su inmersión en el océano.
Una vez que la postal está lista, los buceadores se sumergen hasta el fondo marino, donde se encuentra el buzón, y de
positan sus cartas. Diariamente, un empleado de la tienda se encarga de recoger las postales del buzón submarino y las lleva a la oficina de correos local. Desde allí, las cartas son procesadas y entregadas a sus destinatarios, en un proceso que dura aproximadamente una semana. Este ciclo de recolección y envío ha permitido que el buzón mantenga su funcionalidad y continúe atrayendo a nuevos visitantes que desean formar parte de esta experiencia única.
Popularidad y reconocimiento
Desde su creación, el buzón submarino de Susami ha ganado reconocimiento internacional, convirtiéndose en el buzón submarino más profundo del mundo, según Récord Guinness. La combinación de su ubicación única y la originalidad de la idea ha resultado en un flujo constante de turistas que desean experimentar el envío de una carta desde el fondo del mar. Según los registros, este buzón recibe entre 1.000 y 1.500 piezas de correo anualmente, lo que evidencia su éxito como atracción turística.
Además de su popularidad entre los turistas, el buzón submarino ha servido como un emblema de la capacidad de Susami para adaptarse y prosperar en un entorno en constante cambio. Desde 1999, más de 32.000 artículos de correo han sido enviados a través de este buzón, lo que subraya su papel fundamental en la revitalización de la comunidad local y su economía.
El buzón submarino enfrenta el desafío de permanecer funcional en un entorno tan adverso como el fondo del océano y también requiere un mantenimiento constante para garantizar su longevidad y atractivo. El agua de mar, conocida por su capacidad de corroer metales, presenta un problema para la estructura de hierro fundido del buzón. Para mitigar este efecto, se implementó un sistema de rotación entre dos buzones. Cada uno de ellos se utiliza durante un periodo de seis meses, tras lo cual se retira y se somete a un proceso de restauración que incluye la limpieza y reparación de cualquier daño causado por la corrosión.