El hallazgo en una playa cerca de Swansea, Gales, generó un operativo de emergencia cuando se reportó un presunto “pie humano”. Sin embargo, lo que parecía ser una escena de crimen se transformó en una confusión biológica.
De acuerdo con Sky News, la Policía de Gales del Sur acudió a la playa de Llangennith, en Gower, después de que un miembro del público reportara haber encontrado un “pie/mano humana”.
En una publicación de Facebook realizada por la policía, aclararon: “El área en cuestión es conocida por tener partes de focas muertas u otros animales marinos arrastrados por la corriente”.
Ante la dificultad de diferenciar entre huesos humanos y de focas, la intervención de un experto fue crucial. El especialista Gareth Richards, líder del Gower Seal Group, estaba en la zona y ayudó a los oficiales a identificar el hallazgo.
Los hechos se desarrollaron cuando los agentes Chadwick y Brown de la Policía de Gales del Sur patrullaban cerca de la estación de guardacostas de Rhossili.
De acuerdo con un comunicado de la policía citado en diferentes medios, se informó que “miembros del equipo de guardacostas se presentaron en la estación y dijeron a los oficiales que tenían un informe sobre el hallazgo de un pie/mano ‘humano’ en la playa de Llangennith”.
La identificación de la foca
Richards explicó a Sky News: “Es muy difícil interpretarlas y parecían un poco sospechosas”. Se refería a las fotos tomadas por un miembro del público, en el que los huesos que se veían podían interpretarse como restos humanos.
“Primero verifiqué con la policía si estaba bien tocarlo porque potencialmente es la escena de un crimen, y estuvieron muy contentos de que lo examinara un poco más a fondo”, agregó al mismo medio.
WalesOnline informó que Richards y los oficiales tardaron “cuatro horas en localizar los restos, antes de que pudieran identificarse como parte de un sello”, en lugar de un pie humano.
Richards detalló a Sky News que la foca, de aproximadamente un año, había sido devorada por pájaros, lo que contribuyó al malentendido visual. Agregó sobre el momento que verificó los restos: “Simplemente extendí los dedos y pude ver que estaban palmeados”. Esto confirmó que pertenecían a una foca gris del Atlántico Norte.
Richards contó a Sky News que la correcta identificación probablemente le ahorró mucha plata a la policía. “En realidad, probablemente le ahorró a la policía, y con seguridad al contribuyente, unos cuantos miles de libras simplemente por tener esa buena relación y por el simple hecho de estar yo en la zona”, dijo.
La rápida intervención y la confirmación de que los restos pertenecían a una foca permitieron desactivar cualquier preocupación de una posible escena del crimen y restablecer la calma en la comunidad.
Según Sky News, Richards añadió que “es de suma importancia que cualquier miembro del público que tenga cualquier inquietud debe contactar a las autoridades correspondientes y dejar que vengan y se hagan cargo”.
Finalmente, en un gesto de agradecimiento, la policía cerró en su comunicado: “El agente Chadwick y el oficial Brown desean agradecer a la Guardia Costera de Rhossili por su participación y, especialmente, a Gareth por tomarse el tiempo de su jornada para ayudarlos. Esto demuestra que trabajar junto con estas organizaciones y la policía de barrio es clave para brindar un servicio de primera clase a las comunidades”.
Un animal común en Gales
En Gales, la foca gris del Atlántico Norte (Halichoerus grypus) es una especie emblemática y comúnmente avistada en sus costas. Estas focas se encuentran principalmente en áreas como la isla de Skomer y la isla de Ramsey, que son reservas naturales protegidas.
La foca gris se puede reconocer por su gran tamaño, hocico largo y estrecho, y variaciones de color en su piel, que puede ser de gris claro a negro con manchas más oscuras. Los machos son significativamente más grandes que las hembras.
La foca gris es una especie clave en el ecosistema marino local y su población en Gales es monitoreada para asegurar su conservación. Gales juega un papel importante como hábitat para esta especie, permite a los investigadores estudiar y proteger a estas focas en un contexto de conservación más amplio en el Atlántico Norte.