Una importante aerolínea de bandera anunció que abandona su objetivo climático para 2030

En una decisión que ha sorprendido al sector de la aviación, Air New Zealand ha anunciado que eliminará su objetivo climático para 2030. La aerolínea, reconocida como la bandera nacional de Nueva Zelanda, atribuyó esta medida a los retrasos en la entrega de aviones eficientes en combustible y a la asequibilidad de los combustibles alternativos.

El CEO de la compañía, Greg Foran, explicó que los retrasos en el plan de renovación de la flota han puesto en riesgo la viabilidad del objetivo para 2030. Foran mencionó que “es posible que la aerolínea necesite mantener su flota existente por más tiempo de lo planeado debido a problemas globales de fabricación y cadena de suministro que podrían ralentizar la introducción de aviones más nuevos y eficientes en combustible”. Esta realidad ha llevado a la aerolínea a retractarse de su meta de reducir la intensidad de carbono en un 28.9% para 2030, comparado con los niveles de 2019.

La decisión resalta los enormes desafíos que enfrenta la industria de la aviación para cumplir con sus objetivos de descarbonización. En 2022, la aviación representó aproximadamente el 2% de las emisiones globales de carbono relacionadas con la energía, y ha crecido más rápidamente que otros modos de transporte como el ferrocarril, el transporte por carretera y el envío marítimo.

La Agencia Internacional de Energía (AIE) ha señalado que, para que la aviación se alinee con el escenario de emisiones netas cero para 2050, serían necesarias medidas técnicas relacionadas con combustibles de baja emisión, mejoras en los motores y fuselajes, y soluciones de restricción de demanda para frenar el crecimiento de las emisiones. Sin embargo, la eliminación del objetivo climático de esta gran aerolínea subraya las dificultades para implementar estos cambios en el corto plazo.

Foran afirmó que muchos factores necesarios para cumplir con el objetivo de 2030 están fuera del control de la aerolínea. Esta declaración pone de manifiesto la dependencia de la industria de la aviación en la innovación tecnológica y las mejoras en la cadena de suministro global para alcanzar sus metas de sostenibilidad.

En línea con su decisión, la compañía también confirmó su retirada inmediata de la Iniciativa de Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi), un grupo de acción climática respaldado por las Naciones Unidas que busca ayudar a las empresas a reducir sus emisiones de acuerdo con el Acuerdo de París de 2015.

A pesar de la eliminación del objetivo para 2030, la presidenta de la aerolínea, Therese Walsh, reiteró el compromiso de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050. “Nuestro trabajo para alejarse de los combustibles fósiles continúa, al igual que nuestra defensa de las configuraciones regulatorias y políticas globales y nacionales que ayudarán a Air New Zealand, y al sistema de aviación en Nueva Zelanda, a hacer su parte para mitigar los riesgos del cambio climático”, destacó Walsh

La aviación es considerada como uno de los sectores más desafiantes para descarbonizar. Además de los avances tecnológicos necesarios, la industria enfrenta desafíos económicos significativos. Los aviones más nuevos y eficientes en combustible y los combustibles alternativos suelen ser costosos y su disponibilidad es limitada. Estos factores, combinados con los problemas de la cadena de suministro, complican aún más la transición hacia un sector aéreo más sostenible.

El anuncio de Air New Zealand pone de relieve la complejidad y la magnitud de los desafíos que enfrenta la industria de la aviación en su lucha contra el cambio climático. A medida que el sector busca equilibrar la necesidad de crecimiento con la urgencia de reducir las emisiones, este tipo de decisiones podrían tener un impacto duradero en la trayectoria hacia un futuro más verde.