Un foso monumental fue descubierto en la Ciudad de David, Israel, lo que proporciona nuevas perspectivas sobre la antigua Jerusalén. Este hallazgo arqueológico, oculto durante siglos bajo el estacionamiento de Givati, se considera una fortificación bíblica que dividía la ciudad en dos, protegiendo a los reyes y sus templos.
La Autoridad de Antigüedades de Israel y la Universidad de Tel Aviv anunciaron que han desenterrado un foso de al menos nueve metros de profundidad y 30 metros de ancho. “Durante 150 años, los arqueólogos han intentado trazar la ruta de la fortificación norte de Jerusalén. Ahora, gracias a estas excavaciones, hemos logrado revelar claramente esta estructura por primera vez”, dijo el profesor Yuval Gadot, uno de los directores de la excavación.
La Ciudad de David es el lugar donde comenzó Jerusalén y es el emplazamiento original de la Jerusalén de la Biblia. Tras haber estado sepultada durante miles de años, las excavaciones modernas están desenterrando valiosos hallazgos que iluminan la historia judía y desvelan el legado histórico y espiritual que ha influido a miles de millones de personas en todo el mundo.
Importancia del foso
El foso servía como una barrera entre la parte residencial del sur y la ciudad alta del norte, donde se encontraban el palacio y el templo. “Este hallazgo no solo es monumental en escala, sino que también refuerza la percepción sobre el poder y los recursos de los gobernantes de Jerusalén de la época”, explicó Gadot.
Yiftach Shalev, también director de la excavación, indicó: “Aunque no se sabe exactamente cuándo se excavó originalmente el foso, la evidencia sugiere que fue utilizado durante los siglos en que Jerusalén fue la capital del Reino de Judá, hace casi 3.000 años”. Esto habría comenzado con el rey Josías, quien ascendió al trono a los ocho años y gobernó por varias décadas.
Al lado del foso se encontraron acantilados perpendiculares que no podían ser escalados, lo que confirma su propósito defensivo. “La creación del foso fue una operación monumental de gran envergadura, diseñada para modificar la topografía natural y demostrar el poder de los gobernantes de Jerusalén”, añadió Shalev.
Conexión con hallazgos previos
Los descubrimientos recientes permiten conectarlo con las excavaciones previas realizadas por la arqueóloga británica Kathleen Kenyon en los años 60. Kenyon había notado una pendiente inusual en una área al este del actual estacionamiento de Givati, creyendo que se trataba de un valle natural. “Ahora sabemos que descubrió la continuación del foso, tallado hacia el oeste. La conexión de ambas secciones crea un foso profundo y ancho que se extiende al menos 70 metros, de oeste a este”, explicó Gadot.
El descubrimiento se presentará en la conferencia “Innovaciones en la Arqueología de Jerusalén”, organizada por la Autoridad de Antigüedades de Israel y la Universidad Hebrea. El director de la Autoridad de Antigüedades, Eli Escusido, señaló: “Una vez más, se están revelando descubrimientos que arrojan una luz nueva y vívida sobre la literatura bíblica”.
Según Escusido: “Cuando uno se encuentra al pie de esta gigantesca excavación, rodeado de enormes paredes talladas, es imposible no sentirse asombrado y apreciar a las personas antiguas que, hace unos 3.800 años, movieron montañas y colinas”.
El sitio de la excavación converge con otras reliquias históricas encontradas en la Ciudad de David, que abarcan 10 generaciones de historia antigua, incluida una moneda bizantina de los primeros años del Anno Domini. Este y otros hallazgos continúan aportando datos valiosos sobre la escala y la estructura de la antigua Jerusalén.
Además de su valor histórico, el hallazgo también tiene un impacto significativo en la comprensión arqueológica y bíblica de la región. Los descubrimientos y las nuevas interpretaciones seguirán siendo un tema central en las futuras investigaciones. El anuncio de este descubrimiento ha reavivado el interés en la arqueología bíblica y promete aportar nuevas perspectivas sobre la antigua Jerusalén.