Es de público conocimiento que los dragones son grandes personajes en series y películas, pueden ser parlanchines como Mushu de “Mulan” o temibles bestias escupe fuego como el dragón de Gringotts de “Harry Potter: Harry Potter y las reliquias de la muerte”. También aparecen en grandes libros de fantasía. Pero, ¿qué hay de cierto en ello? Los dragones han formado parte de la mitología de muchas culturas a lo largo de la historia. Para algunas han sido un símbolo de temor, mientras que para otras han sido un símbolo de belleza.
En cualquier caso, los dragones siempre han sido representados como animales fantásticos de gran tamaño, cuyo cuerpo es muy similar al de los reptiles, con alas y garras, y la particularidad de escupir fuego por la boca. Es muy común que en alguna ocasión se dude si realmente existieron o simplemente han formado parte de la mitología de las diferentes civilizaciones, así porque sí, sin ninguna razón en específica pero con una extraña coincidencia.
Teorías sobre la posibilidad de su existencia
A lo largo de la historia, se han presentado varias teorías sobre la existencia de dragones. En alguna que otra ocasión se ha barajado la posibilidad de que los dragones sí existieron, pero finalmente se ha descartado. Esto ha ocurrido ante el hallazgo de fósiles de dinosaurios voladores hace varios siglos. En aquella época, debido al poco desarrollo científico que existía, se llegó a pensar que estos fósiles pertenecían a los dragones.
Una de las principales curiosidades sobre los dragones es que, en la antigüedad, se podía comprar restos de dragón en los mercados de Europa. Sin embargo, en realidad eran piezas de cocodrilos de Egipto o Arabia. Los dragones chinos son muy diferentes a los que aparecen en las versiones europeas. Estos son el resultado de la combinación de un gran número de animales: ciervo, langosta, camello, león, perro, águila, serpiente y pez.
En el caso de Asia, estas bestias simbolizaban el dominio imperial, habitaban en las aguas y guardaban tesoros. Actualmente, decoran hogares, siguen formando parte del horóscopo y la gente se disfraza de ellos en las fiestas. Son un poco diferentes a los dragones de los mayas y aztecas, y también a los medievales europeos.
Teorías científicas y mitológicas
Según la historia, esta bestia habría sido creada por primera vez en la antigua Mesopotamia. El primer dragón famoso habría sido Tiamat, una deidad-monstruo serpentina, diosa del mar salado, que emergió de este para amenazar al mundo, hasta que el heroico dios joven Marduk la mató, salvando a todos. Se dice que de esta historia se inspiró el Leviatán de la Biblia.
Algunas teorías incluso mencionan que los dragones pudieron haber sido antecesores de los dinosaurios, y que existe la posibilidad de que algunos arqueólogos hayan confundido los fósiles de estos, señalando que podrían ser de dragones.
Una última teoría pertenece al antropólogo David E. Jones, quien sostiene en ‘An instinct for dragons’ que fue la propia evolución la que instauró en nuestros cerebros un miedo innato a grandes depredadores, igual que se ha demostrado que los monos temen a las serpientes. Según explica, este temor universal se habría combinado con el folclore y creado el mito del dragón.
La última teoría, por supuesto, es que en realidad como tantas otras criaturas mitológicas que van desde las sirenas a los gigantes, en realidad los dragones poblaron este planeta hace miles de años y aunque ya no están entre nosotros, los recordamos gracias a las historias que seguimos contando sobre ellos. Quizá no sea la teoría más científica, pero sin duda es la que más puede hacer volar la imaginación acerca de las cosas de este mundo que todavía no conocemos del todo.
Sin embargo, según diversos estudios realizados, todo apunta a que los dragones nunca han existido por una razón muy simple: si un animal con estas características hubiera existido de verdad, la supervivencia de la raza humana en la Tierra hubiera sido casi imposible.