La historia de Whang-od Oggay, la tatuadora más vieja del mundo

Whang-od Oggay, la última mambabatok o tatuadora tradicional de la tribu Butbut en Kalinga, Filipinas, ha captado la atención mundial por su maestría en el arte del tatuaje ancestral. A sus más de 100 años, se ha convertido en un símbolo viviente de la cultura indígena y un faro de preservación de las tradiciones de su comunidad. Su técnica, que utiliza espinas de calamansi y carbón vegetal, mantiene viva una práctica que ha sido transmitida a través de generaciones, consolidando su legado como un tesoro del patrimonio cultural.

Whang-od Oggay, con sus 107 años, ha ganado fama como la tatuadora más antigua y experimentada del país ha atraído a numerosos turistas, quienes hacen un arduo viaje de hasta 15 horas desde Manila para recibir sus tatuajes tradicionales. Whang-Od utiliza la técnica del batok, un procedimiento ancestral que aplica tinta de carbón y agua en la piel mediante una espina de calamansi (un tipo de cítrico) atada a una rama de bambú, un método que data de hace miles de años.

Este peregrinaje hacia Buscalan no es simple. Aunque el camino de terracería ha sido pavimentado recientemente, requería de soportar 12 horas de viaje con carreteras sinuosas y montañosas, cubiertas de niebla y con posibles derrumbes de tierra. La mejora en la pavimentación reduce al menos una hora el trayecto, pero aún se requiere una subida empinada de 40 minutos por las terrazas de arroz, solo apta para aquellos con buena condición física.

Whang-Od, nacida Maria Oggay, ha visto su comunidad transformarse con el tiempo. Mientras las cabañas de madera tradicionales han ido desapareciendo, sustituidas por estructuras de hormigón y tejados de acero, Buscalan sigue sin tener comodidades modernas como señal de celular y pocos son los hogares con acceso a WiFi. La artista, que comenzó a tatuar en su adolescencia, ha sido fundamental en mantener viva esta antigua tradición. A pesar de la dureza del método, miles de visitantes cada año buscan el dolor exquisito de los tatuajes hechos a mano por la espina manchada de hollín, según informó la revista Vogue.

Este arte, sin embargo, enfrenta el riesgo de desaparecer. La continuidad del batok depende de la trasmisión del conocimiento a sangre, que Whang-Od ha pasado a sus sobrinas debido a que ella no tiene hijos. Sin este tipo de enseñanza, la técnica podría perderse para siempre.

La tribu Butbut es una comunidad indígena ubicada en la provincia montañosa de Kalinga, en la isla de Luzón, Filipinas. Con una rica herencia cultural, los Butbut son especialmente conocidos por sus prácticas tradicionales, que incluyen el arte del tatuaje mediante técnicas ancestrales. Este arte no solo tiene valor estético, sino que también lleva un profundo simbolismo, representando el estatus social y los logros individuales dentro de la comunidad.

La cultura Butbut también incluye una rica tradición oral, música autóctona y bailes tradicionales, que se mantienen vivos a través de festivales y ceremonias comunitarias. Estos elementos culturales forman parte de la identidad de la tribu y juegan un papel crucial en la cohesión social del grupo. A medida que el mundo moderno avanza, la tribu Butbut enfrenta desafíos para mantener sus costumbres y prácticas, pero con el apoyo de figuras como Whang-Od y el creciente interés global, hay una renovada esperanza de que estas tradiciones perduren para las futuras generaciones.

Whang-Od no siempre tuvo la aceptación para practicar este arte. Cuando ella comenzó a aprender la técnica de su padre a los 15 años, era inusual que las mujeres llevaran tatuajes o aprendieran a realizarlos, algo que estaba reservado a los hombres. Su persistencia y amor por el arte desafió las normas de su época. La artista no ha dejado de tatuar desde entonces, y su destreza ha sido una fuente de orgullo y resistencia cultural.

La técnica de Whang-Od es única no solo por su antigüedad, sino por los símbolos y diseños que emplea. Los tatuajes tradicionales de la tribu Butbut están inspirados en la naturaleza y las figuras geométricas que tienen significados profundos para la comunidad y no todos los procesos de tatuado son iguales.

Los turistas que logran pasar el riguroso viaje hasta Buscalan Kalinga muchas veces no tienen garantizado llevarse un tatuaje. Whang-Od elige a quién y qué tatuar, este control asegura que la tradición se respete y continúe de acuerdo a las costumbres de la tribu.

La técnica de tatuaje batok puede ser bastante dolorosa, ya que utiliza métodos tradicionales que involucran golpes repetidos con una vara de bambú y espinas. Estos golpes perforan la piel para introducir el pigmento, lo que puede causar una sensación de dolor más intensa en comparación con los métodos de tatuaje modernos que utilizan máquinas eléctricas.

Es fundamental asegurarse de que el tatuador utilice herramientas esterilizadas y mantenga una higiene estricta para prevenir infecciones. La mambabatok, o tatuadora tradicional, debe ser experimentada y seguir prácticas seguras para garantizar un procedimiento saludable.

Sin embargo, como con cualquier tatuaje, siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes del procedimiento, especialmente si tienes condiciones médicas preexistentes. También es importante seguir todas las instrucciones de cuidado post-tatuaje para asegurar una cicatrización adecuada y evitar complicaciones.

La obra de Whang-Od no solo representa una forma de arte milenaria, sino una ventana a la rica cultura de la tribu Butbut y su resistencia contra la modernización y el olvido. La especie de tatuajes que realiza y su historia personal destacan la importancia de preservar las tradiciones y respetar las raíces culturales en un mundo cada vez más globalizado.