En Corea del Sur, un innovador programa llamado Fábrica de la Felicidad ofrece una experiencia de confinamiento para los padres de jóvenes que experimentan un severo retraimiento social, conocidos como “hikikomori”. Este término, originario de Japón en los años 90, se refiere a adolescentes y adultos jóvenes que se retiran completamente de la vida social para encerrarse en sus habitaciones durante largos periodos.
Los participantes en este programa viven en pequeñas habitaciones de 5 metros cuadrados. La única forma en la que se conectan con el exterior es a través de un agujero, por el mismo que se utiliza para entregarles las comidas.
Dentro de estas especies de celdas, los padres no tienen teléfonos ni computadoras. La única compañía son las paredes, lisas, sin ningún adorno, según informó la BBC. Aunque visten uniformes azules similares a los carcelarios, no son reclusos, sino padres que buscan comprender mejor a sus hijos.
Desde abril, la Fundación Juvenil de Corea y el Centro de Recuperación Ballena Azul han estado financiando y dirigiendo un programa educativo de 13 semanas para estos padres. La intención es enseñarles a comunicarse mejor con sus hijos. Se inicia con tres días en Hongcheon-gun, provincia de Gangwon.
Jin Young-hae (nombre inventado para ocultar identidad), una madre de 50 años, contó a la BBC que su hijo estuvo aislado en su habitación durante tres años. “Me preguntaba qué hice mal para que mi hijo terminara así, y es doloroso pensar en ello”, dijo Jin.
“Pero ahora, al reflexionar, obtuve algo de claridad”, aseguró. Según Jin, su hijo siempre mostró talento, pero tuvo dificultades para mantener amistades y sufrió un trastorno alimentario que le impidió asistir regularmente a la escuela. Aunque el joven comenzó bien la universidad, dejó los estudios después de solo un semestre.
Park Han-sil, otra madre también de nombre ocultado, contó que su hijo de 26 años dejó de comunicarse con el mundo exterior hace siete años. Intentó sin éxito varios tratamientos médicos y psicológicos para ayudar a su hijo.
“Me di cuenta de que es importante aceptar la vida de mi hijo sin obligarlo a seguir un molde específico”, aseguró Park a la BBC sobre su experiencia en las celdas.
El profesor Jeong Go-woon, del departamento de sociología de la Universidad Kyung Hee, en Seúl, indicó que las presiones sociales y económicas contribuyen significativamente a este problema.
“La expectativa de alcanzar grandes hitos de vida en momentos específicos amplifica la ansiedad de los jóvenes”, afirmó a la BBC. Además, por cómo es la cultura del país, en muchas ocasiones el problema de los hijos se siente como un fracaso personal para los padres.
Kim Ok-ran, director del Centro de Recuperación Ballena Azul, señaló que esta percepción de los problemas de los jóvenes como un “problema familiar” también aísla a los padres. “A menudo dejan de asistir a reuniones familiares o visitas durante las vacaciones debido al temor a ser juzgados”, dijo Kim a la BBC.
En Corea del Sur, más del 5% de los jóvenes de entre 19 y 34 años se encuentran en situaciones de aislamiento, según una investigación del Ministerio de Salud y Bienestar realizado en 2023, aseguró la BBC.
Esto equivale a aproximadamente 540.000 personas en el país. Las causas principales de este aislamiento incluyen: dificultades para encontrar trabajo, problemas en las relaciones interpersonales, problemas familiares y problemas de salud.
El programa de la Fábrica de la Felicidad busca romper este ciclo de aislamiento. Los padres experimentan lo que sus hijos viven y comprenden mejor su situación. Al final del día, esta iniciativa beneficia a los jóvenes con hikikomori y su círculo.