Japón, el país conocido por su delicadeza y hospitalidad, parece haber perdido la paciencia con algunos de sus visitantes. Con un número récord de 33 millones de turistas esperados este año, las autoridades han implementado una serie de restricciones y tarifas para combatir el turismo masivo y la mala conducta de algunos extranjeros.
Pantallas y restricciones en puntos turísticos
En abril, la pequeña localidad de Fujikawaguchiko acaparó titulares cuando instaló una pantalla negra para bloquear uno de los puntos más populares para fotografías del Monte Fuji. Este tipo de medidas se están extendiendo en otras ciudades como Tokio y Kioto, en un intento por mantener el orden y la tranquilidad.
Tarifas por equipaje en trenes
El sistema ferroviario del Shinkansen ha introducido una tarifa adicional de 1.000 yenes (aproximadamente 5 dólares) por cada maleta que supere los 160 cm de largo o altura. Los servicios de mensajería barata en Japón suelen ser utilizados por los locales para enviar su equipaje por adelantado, por lo que no reciben con buenos ojos a los turistas con grandes maletas obstruyendo los pasillos y asientos.
Prohibición en calles de geishas
El famoso distrito de Gion en Kioto, hogar de las casas de té de geishas, ha implementado multas de 10.000 yenes (unos 50 dólares) para aquellos que tomen fotografías de geishas sin su consentimiento. Esta medida responde a incidentes de acoso por parte de turistas que buscan una foto perfecta.
Días y descuentos exclusivos para locales en restaurantes
Algunos restaurantes en Hiroshima, especializados en okonomiyaki, ahora reservan los viernes por la noche exclusivamente para residentes locales. En el distrito de Shibuya en Tokio, ciertas cartas de menús incluyen en letra pequeña, escrita en japonés, un descuento de 1.000 yenes (5 dólares) para los locales.
Rutas de autobuses solo para turistas
El transporte público en Japón es conocido por ser limpio y eficiente. Sin embargo, la afluencia de turistas ha llevado a que algunos servicios se retrasen. Por ello, Kioto ha introducido autobuses exclusivos para turistas que los llevan directamente a los puntos turísticos más populares.
Campañas de concienciación sobre buenas maneras
Para abordar la mala conducta de algunos turistas, Kioto ha lanzado una campaña de carteles que recuerdan a los visitantes angloparlantes las costumbres locales. Entre las recomendaciones están no arrojar basura, no gritar y evitar formar grandes grupos que obstruyan el paso.
Límites y nuevas tarifas para el Monte Fuji
A partir de este verano, las autoridades han limitado el número de visitantes al Monte Fuji a 4.000 por día y han introducido una tarifa de 2.000 yenes (10 dólares) para aquellos que utilizan el popular sendero Yoshida. Otros puntos turísticos como el Museo Studio Ghibli en Tokio también han reducido el número de entradas diarias.
Excluidos de los trenes más rápidos
El popular Japan Rail Pass, que permite el uso ilimitado de la red de Shinkansen, no cubre los servicios más rápidos como Nozomi y Mizuho. Estos trenes se centran en los locales, que suben y bajan de manera eficiente, y no pueden darse el lujo de esperar a turistas desorientados.
Precios más altos para los turistas
Por primera vez en Japón, algunos lugares están considerando tarifas incrementadas para los extranjeros. Por ejemplo, se informó que el antiguo castillo de Himeji podría cobrar una tarifa de entrada cuatro veces mayor para los no nacionales, justificando que los locales ya contribuyen a su mantenimiento a través de los impuestos.
Aumento de impuestos turísticos
Al igual que en algunos países europeos, las ciudades japonesas han incrementado las tarifas diarias que pagan los turistas. En Kioto, esta tarifa varía de 200 a 1.000 yenes por noche, mientras que en la isla de Hokkaido, famosa por sus estaciones de esquí, se cobra un extra de 2.000 yenes (9.80 dólares) por noche a cada huésped.
Desviar el turismo a otras zonas
Las autoridades japonesas están promoviendo 11 destinos menos visitados para aliviar la presión sobre Tokio, Osaka y Nagoya, donde se concentra el 72% de los turistas. Lugares como Hokuriku, conocido por su herencia samurái, y los Alpes de Nagano están siendo impulsados como alternativas atractivas.
En contraste, Japón está optando por maximizar el número de turistas de lujo, definidos como aquellos que gastan más de 1 millón de yenes (aproximadamente 5.000 dólares). Para este tipo de visitantes, el trato es considerablemente más amable. Con estas medidas, Japón intenta equilibrar su popularidad global y mantener la armonía que lo caracteriza. Los turistas tendrán que adaptarse a las nuevas reglas si desean seguir disfrutando de este país fascinante y lleno de historia.