Los terremotos tienen la capacidad de transformar paisajes, mover montañas y alterar la vida humana. Sin embargo, una revelación reciente ha añadido una nueva dimensión a esta comprensión: hace 2.500 años, un terremoto en la región de Bangladesh desvió el curso del río Ganges, un acontecimiento único en la historia documentada.
El río Ganges nace en el Himalaya y atraviesa la India y Bangladesh. Se combina con los ríos Brahmaputra y Meghna para formar el delta más grande del mundo. Este delta transporta más agua que cualquier complejo fluvial del planeta, detrás del Amazonas y el Congo.
“El delta del Ganges es un lugar realmente emocionante para trabajar porque tiene estos canales fluviales grandes y dinámicos”, explicó la Dra. Elizabeth Chamberlain, autora principal del estudio publicado en Nature Communications y citada por CNN.
Y luego agregó, según la agencia de noticias Europa Press: “No se había confirmado anteriormente que los terremotos pudieran provocar avulsiones en deltas, especialmente en un río inmenso como el Ganges”.
Chamberlain y su equipo comenzaron una investigación en el delta del Ganges, a unos 100 kilómetros al sur de Dacca, la capital de Bangladesh. Utilizaron mapas satelitales y modelos digitales de elevación. Lograron identificar canales en forma de valle por donde alguna vez fluyó el río.
Los científicos encontraron algo sorprendente: durante un día de trabajo, observaron un pozo recién excavado que reveló columnas verticales de arena claras de 3 metros de largo en medio del lodo oscuro, signo claro de un lecho de río afectado por un terremoto.
“La forma en que se obtienen es que el temblor durante un terremoto hace que la arena y el lodo se muevan de manera diferente”, detalló Chamberlain. Durante un terremoto, la presión entre los granos de arena aumenta, lo que crea “volcanes de arena”. Esto ocurre cuando la presión es suficiente para empujar la arena hacia arriba a través del lodo, explicó la investigadora.
Magnitud y extensión del evento
En un estudio previo, de julio de 2016, el Dr. Michael Steckler, geofísico del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de la Escuela del Clima en Nueva York, había demostrado que la fuente probable de estos terremotos se encuentra a más lejos del estudio actual, del cual también participó como coautor.
Exactamente a unos 160 kilómetros de donde Chamberlain y su equipo encontraron los volcanes de arena. El terremoto que modificó el rumbo del Ganges debe haber tenido una magnitud de 7 u 8.
Para determinar cuándo ocurrió este evento, Chamberlain y sus colegas utilizaron un método llamado luminiscencia estimulada ópticamente. Esto permite medir cuándo los granos de sedimento estuvieron expuestos por última vez a la luz solar.
Los resultados revelaron que los volcanes de arena se formaron hace 2.500 años. También encontraron un gran cauce fluvial lleno de lodo de la misma época, lo que confirmó que el curso del río Ganges cambió drásticamente debido a un gran terremoto.
Un peligro latente
Los autores temen que un cambio similar inducido por un terremoto en el Ganges podría significar una “devastadora ocurrencia moderna” de inundaciones. “Un gran terremoto que mueva repentinamente un río inmenso es aún más grave, especialmente considerando la densidad de población de Bengala”, afirmó Chamberlain.
El equipo espera que su investigación pueda ayudar a planificar y mitigar los riesgos de futuras inundaciones en el delta del Ganges y más allá. “Es fundamental que comprendamos los vínculos entre los terremotos pasados y que esto proporcione un modelo de cómo los ríos de las tierras bajas pueden responder a los grandes terremotos en todo el mundo”, concluyó Vamsi Ganti, geomorfólogo de la Universidad de California en Santa Bárbara, citado por Science.