Después de 800 años de calma, los volcanes en la península de Reykjanes, en Islandia, han despertado con una serie de erupciones que comenzaron en 2021 y continúan hasta la actualidad. Este fenómeno alteró la vida cotidiana en la zona, provocó evacuaciones, cortes de energía y daños a la infraestructura. La península se encuentra a unos 56 kilómetros al sur de Reykjavik, la capital del país.
Los investigadores internacionales, que se dedicaron a observar el porqué de este fenómeno, advierten que las erupciones en Reykjanes podrían continuar por años o incluso décadas. Esto forzaría potencialmente la evacuación a largo plazo de Grindavík, un pueblo pesquero de más de 3.000 residentes.
“Creo que debemos prepararnos para abandonar Grindavík”, afirmó Valentin Troll, profesor del departamento de ciencias de la Tierra de la Universidad de Uppsala en Suecia, a CNN.
Troll es autor principal del estudio sobre las erupciones publicado recientemente en la revista Terra Nova. Según sus investigaciones, es probable que las erupciones continúen como en los últimos tres años. “Nuestros resultados lo respaldan”, añadió.
La península de Reykjanes se encuentra en el límite entre placas tectónicas que crean grietas permitiendo que el magma suba. “Parece que estamos presenciando la primera parte de un episodio de gran erupción”, explicó Troll. Este patrón consiste en 800 años de calma, seguidos por 100 o 200 años de intensa actividad volcánica.
“El estudio utiliza información de terremotos locales y datos geoquímicos sobre el magma erupcionado a lo largo del tiempo para revelar los procesos geológicos que se esconden detrás de estas recientes erupciones islandesas”, explicó Troll en un comunicado de la Universidad.
Y agregó: “Una comparación de estas erupciones con acontecimientos históricos proporciona pruebas sólidas de que Islandia tendrá que prepararse y estar lista para que este episodio volcánico continúe durante algún tiempo, posiblemente incluso años o décadas”.
Para predecir la continuidad de las erupciones, Troll y su equipo adoptaron un enfoque interdisciplinario que combina geoquímica y geofísica. Hugh Tuffen, profesor de vulcanología de la Universidad de Lancaster, en Reino Unido, contó a CNN que este estudio constituye un argumento sólido sobre la frecuencia de las erupciones en los próximos años.
“Todas las pruebas apuntan al establecimiento de un único depósito de magma debajo del volcán Fagradalsfjall, que alimenta erupciones en diferentes posiciones de la península de Reykjanes”, dijo Tuffen.
El equipo analizó la composición de la lava y encontró similitudes entre muestras tomadas a varios kilómetros de distancia. Esto sugiere que todas las erupciones son alimentadas por un único depósito de magma entre 9 y 12 kilómetros debajo de la superficie. Además, encontraron un grupo de sismicidad profunda a la misma profundidad, lo cual indica la presencia de una cámara de magma principal.
No todo es ciencia
El despertar volcánico no solo tiene implicaciones científicas, también entra en juego las cuestiones sociales y económicas. La prolongada actividad podría afectar a la infraestructura, como la central eléctrica que abastece al aeropuerto internacional de Keflavík. “Si la central eléctrica se ve afectada, podríamos sufrir escasez de energía en el aeropuerto”, dijo Troll a CNN.
Einat Lev, profesora asociada en el Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia, destacó la importancia de combinar geoquímica y geofísica para responder a preguntas cruciales sobre la Tierra. “Es fantástico ver que se utilizan en sinergia”, dijo Lev a CNN.
Según la investigación, el depósito de magma compartido sugiere que es probable que se produzcan erupciones individuales más pequeñas durante un tiempo prolongado, en lugar de múltiples erupciones simultáneas.
“Nuestros hallazgos aportan información valiosa para anticipar y gestionar la futura actividad volcánica en la península de Reikiavik. Queremos hacer hincapié en la necesidad de estar preparados”, afirmó Frances Deegan, investigadora de la Universidad de Uppsala y coautora del estudio en un comunicado de la misma universidad.