La vida secreta de Gino Bartali, el campeón del Tour de Francia que salvó a 800 judíos durante la Segunda Guerra Mundial

El popular ciclista hacía mucho más que pedalear durante el Holocausto. Sus valientes acciones lo transformaron en un verdadero héroe

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Durante la Segunda Guerra Mundial, Bartali ayudó a salvar la vida de judíos perseguidos
Durante la Segunda Guerra Mundial, Bartali ayudó a salvar la vida de judíos perseguidos

El Tour de Francia comenzó en Italia este 29 de junio haciendo la partida desde Piazzale Michelangelo en Florencia, esta fue la primera vez que la competición inicia desde esta región, y los locales están llenos de entusiasmo. Esta salida fue también una oportunidad para rendir homenaje a uno de los ídolos del ciclismo local, Gino Bartali, quien ha sido campeón dos veces del Tour y tiene una heroica historia durante la Segunda Guerra Mundial.

Resaltando su legado, el Tour honró oficialmente a Bartali como parte de su promoción, destacando su importancia tanto en el deporte como en la historia cultural de la región.

Gino Bartali nació el 18 de julio de 1914 en Ponte a Ema, cerca de Florencia, y falleció el 5 de mayo de 2000 en la misma localidad. Considerado uno de los más grandes ciclistas de todos los tiempos, se destacó particularmente en las décadas de 1930 y 1940.

Gino Bartali nació el 18 de julio de 1914 en Ponte a Ema, cerca de Florencia (AP Photo/files)
Gino Bartali nació el 18 de julio de 1914 en Ponte a Ema, cerca de Florencia (AP Photo/files)

Ya en 2013, su nombre fue añadido al Muro de Honor en Yad Vashem, el Centro Mundial de Conmemoración del Holocausto en Jerusalén, por su gesta humanitaria. Como resultado, Bartali ha sido recordado no solo como un campeón deportivo sino también como una figura cívica de gran importancia en tiempos de crisis.

A su muerte en el 2000, según su obituario en The Guardian, Bartali fue descrito como un “ícono del ciclismo italiano”. Sus hazañas y la forma en que utilizó su fama como cobertura para sus actividades clandestinas son ahora componentes fundamentales de su legado.

“Yo quiero ser recordado por mis logros deportivos. Los verdaderos héroes son otros, aquellos que han sufrido en su alma, en su corazón, en su espíritu, en su mente, por sus seres queridos. Esos son los verdaderos héroes. Yo solo soy un ciclista”, le dijo el ciclista a su hijo, Andrea Bartali.

Su vida secreta durante la Segunda Guerra Mundial

Además de sus logros en el ciclismo, Bartali vivió una vida secreta durante la Segunda Guerra Mundial. Entre 1943 y 1945, el ciclista italiano se involucró en una red clandestina religiosa, arriesgando su seguridad para salvar la vida de judíos perseguidos y refugiados políticos.

Bartali ganó el Tour de Francia dos veces en su carrera como ciclista
Bartali ganó el Tour de Francia dos veces en su carrera como ciclista

Durante estos años, Bartali transportó documentos de identidad falsos en su bicicleta, entre ciudades como Florencia y Génova, para ayudar a estos refugiados a escapar de la Italia controlada por los nazis. Recorrió miles de kilómetros llevando documentos falsificados impresos por un movimiento liderado por su amigo, el arzobispo de Florencia, Cardenal Dalla Costa.

En voz de su hijo, Andrea Bartali, quien habló en el documental de 2014 “My Italian Secret”: “Nunca le contó a nadie, me hizo jurar no decírselo a nadie”.

Además, aprovechó su fama para evadir sospechas y recorrer grandes distancias, ocultando los documentos dentro del cuadro y el manillar de su bicicleta, pasándolos a miembros de la resistencia italiana que los usaban para crear identificaciones falsas.

Además, con su estatus de campeón, colaboraba con los partisanos para crear escenarios de distracción que permitían a los refugiados subir a los trenes y escapar al sur libre.

Estas acciones clandestinas ayudaron a aproximadamente 800 personas, en su mayoría judíos, a escapar del holocausto.

El coraje y la discreción de Bartali los que marcaron la diferencia ya que se arriesgaba ser arrestado, torturado y ejecutado por los nazis, pero nunca dejó de pedalear por una causa justa.

Transportaba documentos falsos en su bicicleta entre ciudades italianas
Transportaba documentos falsos en su bicicleta entre ciudades italianas

El Museo del Ciclismo Gino Bartali, ubicado en Ponte a Ema e inaugurado en 2006, preserva esta asombrosa historia. La colección incluye periódicos, tarjetas de atleta, documentos personales, bicicletas y el trofeo del Tour de Francia de 1948 que Bartali donó personalmente. Según Maurizio Bresci, actual presidente del museo, “Gino finalmente dijo ‘OK, pero debe ser un museo de ciclismo para todos los ciclistas, no solo para mí’”.

Gino Bartali rechazaba la idea de ser considerado un héroe por sus actos durante la guerra, prefiriendo ser recordado por sus logros deportivos.

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