En la historia de los penales británicos, pocos nombres evocan tanto misterio y notoriedad como la prisión de Dartmoor. Situada en la aislada región de Devon, esta institución ha sido escenario de múltiples intentos de fuga que llamaron la atención del público y los titulares de los medios.
A lo largo de los años, Dartmoor se distinguió tanto por su severidad y régimen estricto, como también por las sorprendentes historias de aquellos que lograron burlar sus muros. Las fugas siempre han sido motivos de fascinación, y en esta cárcel, algunas de estas historias adquirieron tintes casi legendarios.
Los criminales que lograron huir de Dartmoor
Un caso particularmente intrigante es el del Frank Mitchell, alias Mad Axeman, quien desapareció hace más de 50 años. Mitchell, condenado a cadena perpetua por un secuestro violento, logró escapar el 12 de diciembre de 1966 mientras trabajaba en la reparación de una cerca en el campo de tiro de Bagga Tor, bajo la supervisión de un solo guardia.
El recluso se aprovechó del relajado régimen de la prisión y bajo la apariencia de alimentar a los ponis de Dartmoor, desapareció. Se sospecha que fue recogido por dos hombres cerca de Princetown y llevado a Londres, donde disfrutó de una comida antes de desaparecer por completo. “Nunca se encontró su cuerpo”, explicó Devon Live, aunque se sospecha que fue asesinado debido a una disputa entre pandillas el 24 de diciembre de 1966.
Otro escape notable fue el de Harold “Rubber Bones” Webb, apodado así por su habilidad para colarse por espacios reducidos. Webb escapó el 19 de noviembre de 1951 al deslizarse a través de los conductos de aire caliente, después de abrir el piso de su celda, apretar los ejes y cortar las barras de entrada de aire. Webb se disfrazó de trabajador ferroviario y tomó un tren en la estación de Brent Tor hacia Exeter, desde donde fue haciendo dedo hasta Londres. A pesar de su ingeniosa fuga, fue recapturado en menos de una semana, según el medio Plymouth Live.
En 1957, William “Foxy” Fowler logró escapar a través de los baños del museo de la prisión de Dartmoor. “Los constructores olvidaron instalar las rejas en las ventanas”, según admite el museo en su sitio web. Fowler, uno de los criminales más infames de su tiempo, era conocido por sus frecuentes intentos de fuga. Su audacia lo llevó a escapar dos veces de la prisión de máxima seguridad Parkhurst en la Isla de Wight, e incluso en una ocasión robó un bote para navegar a lo largo de la costa. Devon Live destacó que Foxy fue detenido por la policía mientras pasaba la noche con una “dama de ocio”, y le encontraron una pistola y balas escondidas bajo la almohada.
El famoso ladrón de joyas Charles “Ruby” Sparks fue protagonista de una fuga sensacional durante un motín en la prisión en enero de 1932. En medio de la revuelta, donde los reclusos incendiaron partes de la cárcel, cerca de 30 prisioneros intentaron escapar. Sin embargo, los planes fueron frustrados gracias a la rápida intervención de la policía armada y el personal militar de los Cuarteles de Crownhill. Sparks, que cumplía una condena de cinco años por robo, aprovechó el caos para intentar forzar su salida pero fue finalmente detenido. Volvió a ser encarcelado en enero de 1940, y logró evadir la captura durante 170 días, lo que lo convirtió en uno de los fugitivos más buscados de la época.
Finalmente, la historia de John Morgan, quien escapó en abril de 1898 según reporte de Devon Live, también retumba en la memoria de la prisión de Dartmoor. Morgan, quien también usaba el alias de Henry Harley, estaba cumpliendo su tercera condena de servidumbre penal cuando logró fugarse. Fue recapturado después de una emocionante persecución, consolidando su lugar en la lista de los intentos de escape más audaces.