En muchas culturas, sacarse el calzado al entrar en una casa u hogar es una práctica común. Sin embargo, la pregunta sobre si es realmente beneficioso para la salud y la higiene del hogar ha sido motivo de debate. Algunas investigaciones científicas recientes ofrecen una nueva perspectiva sobre los riesgos potenciales y las ventajas de mantener los zapatos fuera de casa. ¿Es realmente mejor un hogar sin zapatos? Los científicos pueden tener una respuesta basada en datos y estudios que podrían cambiar nuestras costumbres diarias.
La práctica de quitarse los zapatos al entrar a una casa varía significativamente entre diversas culturas y tradiciones. Los científicos han arrojado nueva luz sobre las ventajas y desventajas de mantener esta costumbre.
En lugares como el sudeste asiático y Nueva Zelanda, es común dejar los zapatos en la entrada debido a aspectos culturales y arquitectónicos. Mientras tanto, en Estados Unidos, la cuestión aún genera debate. Según una encuesta de CBS/YouGov en 2022, un 63% de los estadounidenses prefiere quitarse sus zapatos en casa, pero solo un 24% exige lo mismo a sus invitados.
Los expertos en etiqueta también están divididos. Peggy Post, especialista norteamericana en protocolo y etiqueta afirmó a NatGeo, que los anfitriones tienen derecho a pedir a sus visitantes que se quiten los zapatos. Sin embargo, otros argumentan que tal demanda podría indicar que se valora más la limpieza del suelo que la comodidad de los invitados.
Desde una perspectiva científica, se ha demostrado que los zapatos transportan suciedad y patógenos exteriores al interior del hogar. Un estudio de 2023 reveló que más de la mitad del polvo interior se origina en el exterior, incluyendo contaminantes como plomo e incluso materia fecal. Otro estudio de 2017 encontró una prevalencia del 26,4% de la bacteria Clostridium difficile en las suelas de los zapatos, una bacteria peligrosa que puede causar infecciones graves.
Por otro lado, mantener los zapatos puestos dentro del hogar puede presentar riesgos de salud alternativos. Durante el auge de la pandemia de COVID-19, hubo un aumento en lesiones de pies debido a que más personas permanecían descalzas en casa. También existe el riesgo de contraer enfermedades de la piel como el pie de atleta o MRSA.
Expertos medioambientales como Mark Patrick Taylor, quien participó en el mencionado estudio, aconsejan tomar medidas sencillas para reducir la entrada de suciedad en el hogar, como usar felpudos tanto fuera como dentro de la puerta, o emplear pantuflas específicas para el interior.
Estos estudios sugieren que dejar los zapatos fuera del hogar es mejor por varias razones:
- Reducción de bacterias y gérmenes: Ya que los zapatos pueden transportar bacterias y gérmenes del exterior, que pueden propagarse en el interior del hogar.
- Menor acumulación de toxinas: Debido a que las suelas de los zapatos pueden recoger pesticidas, químicos y otros contaminantes que luego se distribuyen o esparcen en el hogar.
- Mantenimiento de la limpieza y el orden: Al dejar los zapatos fuera del hogar, se reduce la cantidad de suciedad, barro y polvo que entra en la casa, facilitando la limpieza y manteniendo el hogar más ordenado.
- Conservación de los pisos: Evitar el uso de zapatos dentro del hogar puede prolongar la vida útil de alfombras, pisos y revestimientos, ya que se minimiza el desgaste y los daños.
- Mejora del ambiente interior: Mantener un espacio libre de contaminantes externos puede contribuir a un ambiente más saludable y confortable.
Aunque la cuestión de descalzarse en casa puede ser cultural y subjetiva, la evidencia científica sugiere que mantener los zapatos fuera puede ser beneficioso para la salud y la limpieza del hogar.
Además, las investigaciones científicas sugieren que evitar el uso de zapatos dentro del hogar puede reducir la acumulación de bacterias, toxinas y suciedad, contribuyendo a un ambiente más limpio y saludable. Sin embargo, la decisión de implementar esta práctica depende de las preferencias y necesidades individuales de cada persona y hogar. La evidencia disponible respalda la idea de que un hogar sin zapatos puede ofrecer beneficios higiénicos significativos, pero no es una medida imprescindible para todos.