Dos astronautas que están probando la nueva nave espacial Starliner de Boeing debían iniciar su regreso a la Tierra este miércoles 26 de junio por la noche, pero en vez de eso permanecerán en la Estación Espacial Internacional (ISS). La NASA realizó una revisión de los problemas técnicos antes de decidir cuándo traer a los astronautas de vuelta.
El retorno de la nave había sido retrasado previamente debido a problemas con algunos de sus propulsores y fugas del gas helio que impulsa el combustible al sistema de propulsión. Suni Williams y Butch Wilmore no están en peligro, pero surgen interrogantes sobre lo que ha fallado en la nave y qué significa esto para su regreso a casa.
Starliner fue lanzado el 5 de junio, a pesar de que presentaba una pequeña fuga de helio. Este gas se usa para empujar el propulsor a los sistemas de control de la nave y desacelerar al reingresar a la atmósfera terrestre. La fuga era extremadamente pequeña, y los ingenieros creían que no afectaría la misión, por lo que decidieron continuar con el lanzamiento.
Sin embargo, se desarrollaron cuatro fugas adicionales de helio durante la misión, y cinco de sus veintiocho propulsores de maniobra se apagaron durante el acercamiento a la estación espacial, de los cuales cuatro fueron reiniciados. La misión estaba programada para durar ocho días, pero la fecha de regreso se pospuso mientras los ingenieros investigaban los problemas.
El pasado 18 de junio, la NASA anunció que Starliner iniciaría su viaje de regreso a las 22:00 EST del miércoles 26 de junio. Previamente, habían declarado en una entrada de blog que las fugas no representaban un riesgo de seguridad para los astronautas, afirmando: “Sólo se necesitan siete horas de vuelo libre para realizar un fin de misión normal, y Starliner actualmente tiene suficiente helio en sus tanques para soportar 70 horas de actividad de vuelo libre tras el desacoplamiento”.
No obstante, pocos días después, tras reuniones de alto nivel, la NASA concluyó que el retorno programado debía “ajustarse” a una nueva fecha en julio. No se proporcionó información adicional sobre por qué se tomó esta decisión. La agencia espacial enfatizó que los astronautas no estaban varados y que Starliner estaba certificado para regresar a la Tierra en caso de emergencia en la ISS.
La NASA destacó que sus ingenieros de vuelo querían estudiar la nave para entender los fallos antes de que reingresara en la atmósfera terrestre. Esto se debe a que, mientras la cápsula de tripulación aterrizará con paracaídas, el módulo de servicio defectuoso de Starliner se quemará en el reingreso, lo que implicaría la pérdida de información sobre lo que salió mal.
Además, surgieron preguntas sobre si el lanzamiento debía haber procedido a pesar de la fuga de helio inicial. Adam Baker, jefe de ingeniería de cohetes en una empresa especializada en sistemas de propulsión de cohetes en el Reino Unido, mencionó que entiende por qué el lanzamiento tuvo lugar, pero señaló que hubiera sido mejor encontrar la causa de la fuga y repararla. Baker añadió: “Quizás no consideraron suficientemente el empeoramiento de la fuga tras el lanzamiento. Esto es algo que la NASA y Boeing probablemente deberían haber hecho”.
Identificar por qué estos problemas no se detectaron en las dos pruebas de vuelo no tripuladas anteriores de Starliner es otro punto crucial para la revisión. El Dr. Simeon Barber, científico espacial de la Open University, comentó: “Los problemas que hemos visto no son los que habríamos anticipado en esta etapa del programa de desarrollo para Starliner”. La finalidad de la misión era probar cómo la participación de astronautas en el control de la nave afectaría el rendimiento, pero parece que estamos lidiando con problemas más fundamentales que deberían haberse resuelto ya”.
Finalmente, es crítico para la NASA identificar la causa subyacente de las fugas de helio y los problemas con los propulsores. Hasta que esto se esclarezca, todos los análisis sobre los riesgos de un retorno seguro de los astronautas y cualquier plan de contingencia serán incompletos, según Barber: “A menos que se entienda la causa raíz, están haciendo un juicio sobre el retorno basado en información incompleta”.
Como última opción, NASA y Boeing podrían regresar a sus astronautas en la cápsula Dragon de SpaceX, lo cual sería un gran golpe embarazoso para Boeing. No obstante, el Dr. Baker afirmó: “Con nuevas naves espaciales, debes esperar lo inesperado. Esto es un obstáculo esperado y no debe ser una gran preocupación, aparte de la necesidad de analizarlo y solucionarlo antes del próximo vuelo tripulado”.