El proceso de viajar en avión, aunque más ágil que en el pasado, sigue exigiendo ciertos tiempos de antelación para evitar imprevistos y problemas. Según se recomienda, para vuelos nacionales, es ideal llegar al aeropuerto al menos 90 minutos antes de la salida si se necesita facturar el equipaje. Para aquellos que no facturan, es suficiente con llegar entre 45 y 90 minutos antes.
En vuelos internacionales, la recomendación es presentarse con entre 2 y 3 horas de antelación. Usualmente, la facturación para estos vuelos abre 2 horas antes y cierra 60 minutos antes de la salida programada. Además, si se necesitan visados y otros documentos, es necesario estar en el aeropuerto con 3 horas de antelación.
Diferentes factores influyen en el tiempo de llegada al aeropuerto. La época del año puede afectar significativamente cuando el turismo está en su pico, es recomendable añadir tiempo adicional. Además, viajar con niños puede requerir llegar entre 30 y 45 minutos antes, para manejar posibles imprevistos.
El tamaño del aeropuerto también juega un papel crucial. Aeropuertos más grandes pueden tener largos trayectos desde el punto de facturación hasta la puerta de embarque, lo cual hay que tener en cuenta para evitar estrés y posibles retrasos.
La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) recomiendan facturar el equipaje, incluso si es de mano, para reducir el contacto y los movimientos dentro del avión. Esta medida buscaba minimizar los riesgos y aumentar la seguridad durante los vuelos en el contexto de la pandemia de COVID-19. Entregar la valija en los mostradores de facturación permite acceder al avión solo con el bolso o maletín de mano.
El argumento principal de esta recomendación radica en facilitar los procesos dentro de los puntos de control. Además, reduce el número de bultos a bordo y ayuda a evitar posibles contaminaciones. No obstante, esta no es una obligación y muchos pasajeros prefieren llevar consigo sus pertenencias.
Además de las ventajas sanitarias, facturar el equipaje puede hacer más ágil el proceso de embarque. Muchas veces, subir las valijas de mano a la cabina puede retrasar el abordaje considerablemente. “El resto del pasaje tarda una eternidad en subir sus valijas de mano”, menciona IATA. Facturar la valija puede acelerar tanto el embarque como el desembarque, haciendo el viaje más cómodo para todos los pasajeros.
Para quienes prefieren llevar menos peso, facturar el equipaje es una oportunidad de viajar más liviano. No es necesario cargar con zapatos adicionales o productos de higiene que cada hotel suele proporcionar. “Deja lo que no es esencial y viaja liviano”, aconseja IATA. Además, muchas aerolíneas han mejorado sus servicios de manejo de equipaje, ofreciendo garantías para que las valijas salgan rápido por la cinta transportadora al aterrizar.
Algunas aerolíneas aseguran que las valijas estarán listas en 20 minutos tras el aterrizaje. Para evitar problemas, es necesario verificar las medidas y el peso de la valija antes de facturar, ya que las normas varían según la aerolínea. “Los límites de tamaño y peso varían, pero suelen ser de 56 x 40 x 25 cm y 23 kg,” indica Iberia.
Viajar con menos peso también reduce el riesgo de sufrir lesiones debido a la manipulación del equipaje. “Las que tienen cuatro ruedas se desplazan mejor, pero igual se necesita fuerza para rodarlas,” recuerda la OACI. Evitar las mochilas grandes puede ser bueno para tus articulaciones y tu bolsillo si consideramos el costo de la fisioterapia.
En casos donde la capacidad de cabina es limitada, las aerolíneas pueden obligar a facturar las valijas de mano. “Si el vuelo va lleno o el avión es pequeño, pueden retirarte el equipaje para mandarlo a la bodega,” advierte IATA. Por ello, es recomendable presentar tu equipaje con antelación para evitar contratiempos.
Facturar el equipaje no solo agiliza los procesos de embarque y desembarque, sino que también puede mejorar la experiencia general del viaje. Aunque no sea obligatorio, las autoridades de la aviación recomiendan firmemente hacerlo para velar por la seguridad de todos los pasajeros. Cada viajero debe considerar estos factores y decidir si prefiere facturar su valija o no.