El emblemático color azul de la camiseta de la selección italiana de fútbol tiene una explicación que se remonta a los inicios del siglo XX. A pesar de que los colores de la bandera de Italia son verde, blanco y rojo, la camiseta azul se escogió en honor a la Casa de Saboya, la dinastía que reinaba en Italia cuando se formó la Federazione Italiana Giuoco Calcio (FIGC), en 1898.
El primer partido de la selección italiana se jugó en mayo de 1910 contra Alemania (hay quienes dicen que fue ante Francia, meses antes), y en esa ocasión, la camiseta era blanca. Este color fue una elección provisional, por facilidad a la hora de conseguir remeras, mientras se decidía un color distintivo que representara mejor al equipo.
“Aunque la selección italiana se ha hecho famosa con el color azul, la verdad es que su primer partido internacional lo jugó de blanco con el escudo real”, le dijo por 2014 a la BBC el área de prensa de la Federación Italiana de Fútbol.
En aquel entonces, Italia buscaba algo diferente y significativo. Así, se decidió utilizar el azul de la Casa de Saboya, una familia cuya historia y simbolismo estaban profundamente entrelazados con la monarquía italiana.
La Casa de Saboya gobernó Italia desde 1861 hasta la abolición de la monarquía en 1946. El azul, conocido como “Azul Saboya”, formaba parte de su estandarte y se decía que este color era en honor al manto de la Virgen María.
Este color fue utilizado por primera vez en 1911, en un encuentro ante Hungría. Y finalmente adoptado de forma oficial por la selección italiana en 1922, y desde entonces, el equipo es conocido popularmente como los “Azzurri”, que significa “azules”. Incluso las primeras versiones del color azul seguían usando escudos representativos de Saboya, pero luego fueron eliminados.
El azul de la camiseta italiana no solo se limita al fútbol, sino que se ha extendido a varias disciplinas deportivas en Italia. Este color se ha convertido en un símbolo de identidad nacional y orgullo, representando a Italia en competiciones internacionales.
Además de ser un tributo a la Casa de Saboya, el color azul también ha acompañado a Italia en momentos históricos en cuanto al fútbol, como sus victorias en la Copa del Mundo: la primera fue en 1934, luego siguieron 1938, 1982 y 2006. Es un color que, aunque no presente en la bandera, simboliza la unidad y la historia del país.
Así, la elección de la camiseta azul es un reflejo de la rica historia y la identidad de Italia. Es un recordatorio de los tiempos en que la Casa de Saboya fue una figura central en el escenario político italiano y cómo, a través de los años, el azul se ha mantenido como un emblema de la nación en el ámbito deportivo.
Los mitos
Todo lo anterior es la versión oficial de la historia, sin embargo, existen algunos mitos que han sido desmentidos con el paso del tiempo.
Italia jugó su primer partido de la historia con una camiseta blanca. Durante algún tiempo, se creyó que cambiaron al azul porque en partidos con nieve era difícil distinguir a los jugadores. Pero esta historia ha sido desmentida.
También se ha hablado de una rivalidad con Francia. Italia habría elegido el azul como una forma de copiar a los franceses, para molestar. Incluso se llegó a decir que la camiseta es azul como un tributo “al cielo y los mares italianos”. Pero todo esto sólo queda en historias que, por más pintorescas que sean, son mentira.
Se pintaron de negro
Hubo un período en el que el equipo jugó de negro debido a las órdenes de Benito Mussolini. El dictador fascista intentó que el equipo nacional jugara de negro como parte de su propaganda, en honor a los Camicie Nere, o Camisas Negras, su fuerza paramilitar.
Italia vistió de negro en un partido del Mundial de 1938 contra Francia por esta razón. A pesar de esta interrupción y de haber conquistado aquella Copa del Mundo, la camiseta negra no fue bien recibida, y el equipo eventualmente regresó al tradicional azul que lo caracteriza.