Ubicado en la región italiana de Basilicata, el pequeño pueblo abandonado de Craco se erige como un testigo silencioso del pasado. Situado entre Apulia y Calabria, a casi 400 metros sobre el nivel del mar, Craco fue fundado en el siglo VIII a.C. por griegos que escapaban de una epidemia de malaria en las zonas bajas de la región. Posteriormente, durante el siglo X, fue hogar de monjes bizantinos, convirtiéndose en un centro religioso importante.
En la Edad Media, la posición elevada de Craco le otorgó una ventaja estratégica significativa, convirtiéndolo en una fortificación crucial para la observación y la defensa militar. Una de sus estructuras más emblemáticas es la torre normanda, que aún está en pie y es un testimonio de su pasado glorioso. En el siglo XV, Craco floreció con la construcción de cuatro palacios opulentos, lo que lo hizo atractivo para ladrones y bandidos durante el siglo XIX.
A pesar de su prosperidad, Craco enfrentó una serie de calamidades que finalmente lo convirtieron en un pueblo fantasma. En 1963, un deslizamiento de tierra masivo provocó el colapso de muchas casas, obligando a la evacuación de sus casi 2.000 habitantes. Aunque algunos permanecieron, una inundación en 1972 y un terremoto devastador en 1980 terminaron de vaciar a el pueblo.
Craco, hoy deshabitado, y alberga varias historias y leyendas que alimentan su misticismo. En la Iglesia Madre San Nicola, del siglo XV, se conserva el cuerpo momificado de un santo. Además, se dice que una antigua taberna del pueblo, el Canzoniere, estuvo regentada por una bruja. En tiempos más recientes, en 2007, Craco fue escenario del rodaje de “Quantum of Solace” (2008), una película de la saga James Bond, lo que incrementó su fama entre los curiosos y seguidores del cine.
Los visitantes pueden recorrer las calles desiertas de Craco, aunque el acceso oficial está prohibido debido al deterioro progresivo de sus estructuras. Pese a las restricciones, muchos aventureros se arriesgan a explorar sus ruinas, atraídos por la atmósfera única que ofrecen los edificios casi derruidos y las impresionantes vistas de los alrededores. La necesidad de preservar este legado histórico llevó a que Craco fuera incluido en la lista de sitios que deben ser protegidos por el Fondo Mundial de Monumentos.
Entre todos ellos, Craco destaca por su abandono, y también por su capacidad de atraer cada año a miles de turistas y cineastas. Además del film “Quantum of Solace”, la ciudad ha sido escenario de películas como “La Pasión de Cristo” (2004) y “The Nativity Story” (2006).
La historia de Craco es un interesante reflejo de los vaivenes históricos que generaron prosperidad y decadencia en las ciudades medievales. En su apogeo, Craco albergaba un monasterio, un castillo con una torre emblemática, una universidad y cuatro plazas.
A pesar de su abandono, la esencia religiosa del lugar perdura con eventos que se celebran entre mayo y octubre, atrayendo a fieles que mantienen viva la tradición. Las reliquias del mártir San Vincenzo siguen siendo veneradas en una de las iglesias locales.
La historia de Craco está marcada por conquistas, guerras medievales, hambrunas y fenómenos naturales, convirtiéndolo en un símbolo de resistencia y desolación al mismo tiempo. Este enigmático pueblo, que se erige como un monumento a la historia y a la naturaleza indomable, sigue capturando la imaginación de aquellos que buscan conocerlo y preservarlo.
Otros pueblos fantasma de Italia
En el contexto de Italia, Craco no es el único pueblo abandonado que suscita interés. Poggioreale, en Sicilia, fue devastado por un terremoto en 1968 y se ha mantenido inmutable desde entonces, siendo apodado “la Pompeya moderna”. Por otro lado, otro lugar llamado Fossa, en el centro del país, sufrió un destino similar en 2009, resultando en un pueblo lleno de casas abandonadas que contienen muebles y objetos intactos, ofrecidos a la vista de intrépidos visitantes.
Además se encuentra Pentedattilo, ubicado en Italia, que es conocido como un pueblo fantasma al cual se accede únicamente por medio de una excursión organizada. Situado entre formaciones rocosas inusuales, Pentedattilo fue abandonado debido a varios terremotos, dejando atrás calles inquietantemente silenciosas que hoy son recorridas por turistas.
El origen del mote de pueblo fantasma se debe, en gran parte, a las supersticiones de sus antiguos habitantes. Creencias populares sostenían que la ciudad estaba embrujada y que su peculiar morfología rocosa representaba “la mano del diablo”. Este fenómeno geológico siempre atrajo la atención de visitantes y exploradores, fascinados por la enigmática atmósfera del lugar.
Por último se encuentra Calcata, cerca de Roma, un pueblo que en los años 30 fue considerado inestable y cerró sus puertas, quedando casi deshabitado en los años 60 salvo por unos pocos hippies y artistas que lo tomaron como su refugio. Hoy, Calcata es un enclave de creativos que intentan preservar su historia.