En una desafortunada reunión familiar, seis personas contrajeron triquinosis, comúnmente conocida como “gusanos cerebrales”, tras consumir carne de oso poco cocida. El hecho tuvo lugar en Dakota del Sur, y fue reportado por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC). Los afectados incluían familiares que habían llegado desde otros lugares como Arizona y Minnesota.
El origen del problema
Durante la reunión, un miembro de la familia llevó para comer carne de oso que previamente había sido congelada con la intención de matar cualquier parásito presente. La carne fue descongelada y posteriormente asada en brochetas junto con verduras. Según el informe de los CDC, inicialmente la carne se sirvió cruda debido a su color oscuro, lo que dificultó a los familiares determinar su nivel de cocción visualmente. Después de notar el inconveniente, la carne fue recocinada antes de volver a servirse.
Qué es la triquinosis
La Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU describe la triquinosis como una “infección parasitaria causada por lombrices intestinales”. Las larvas de estos parásitos pueden ingresar a la circulación linfática y luego a la sangre, alcanzando músculos esqueléticos, el miocardio y el cerebro, que tienen un alto contenido de oxígeno. Este tipo de infección es especialmente peligrosa cuando afecta órganos vitales, pudiendo causar complicaciones graves.
Los síntomas iniciales suelen incluir dolor abdominal, diarrea, náuseas y vómitos, seguidos por fiebre, dolores musculares e hinchazón facial en fases avanzadas.
Afectados y recuperación
En total, seis miembros de la familia, con edades comprendidas entre 12 y 62 años, se enfermaron tras la comida. Sorprendentemente, dos de los individuos afectados habían consumido solo las verduras que acompañaban las brochetas, pero debido a que estas verduras estuvieron en contacto con la carne cruda se contagiaron igual y fueron internadas. Las otras cuatro personas también fueron hospitalizadas.
El miembro de la familia afectada por esta enfermedad que estuvo más grave tiene 29 años, fue internado en dos ocasiones en un periodo de 17 días debido a fiebre, mialgias graves (dolores musculares), edema periorbitario (hinchazón alrededor de los ojos) y otras anomalías. Fue durante su segunda hospitalización que informó haber consumido carne de oso, lo que llevó a las autoridades sanitarias a sospechar de que tenía triquinosis.
Las complicaciones fueron numerosas, desde intensa fiebre hasta mialgias y edema periorbitario. La persistencia de síntomas severos llevó a los médicos a investigar más a fondo, resultando en el diagnóstico de triquinosis a través de una prueba de anticuerpos de inmunoglobulina (Ig) G contra Trichinella.
Afortunadamente, “las seis personas sintomáticas se recuperaron”, según informaron los CDC.
Aunque la Biblioteca Nacional de Medicina señala que la carne de cerdo suele ser la fuente común para contraer triquinosis, los CDC indican que desde 2016 en EE.UU la carne de oso ha sido la fuente sospechada o confirmada en la mayoría de estos brotes. Esto pone de relieve la necesidad de una preparación adecuada no solo de la carne de cerdo, sino también de carnes de animales salvajes que pueden ser portadores de parásitos.
Tratamiento y prevención
El tratamiento de la triquinosis requiere un manejo rápido con medicamentos antiparasitarios, como el albendazol o el mebendazol, que son efectivos para matar los gusanos adultos y evitar así una mayor liberación de larvas. Sin embargo, la detección temprana y el tratamiento adecuado son cruciales para minimizar las complicaciones. En casos más severos, puede ser necesario el uso de corticosteroides para reducir la inflamación causada por las larvas en los músculos y otros tejidos.
La Clínica Mayo de EE.UU dijo que la mejor defensa contra infecciones parasitarias es la correcta preparación de los alimentos. Recomiendan cocinar la carne de cerdo y la carne de animales salvajes a una temperatura interna de 160 grados Fahrenheit (71 grados Celsius) en el centro, utilizando un termómetro para carnes y así poder asegurarse de que está bien cocida. Además, es recomendable evitar el consumo de carne cruda o mal cocida para prevenir infecciones.