Joey y Kerrilea Keilty, una pareja de Upton, Wirral, protagonizaron uno de los momentos más inolvidables y virales del año en Chester, Inglaterra. Su ceremonia de boda superó el ser un momento de unión y felicidad porque también fue una ocasión adornada por la inesperada participación de un peculiar invitado: Widget, un pingüino adorable que robó el protagonismo y los corazones de todos los presentes al portar los anillos. La historia de esta sorprendente inclusión captó la atención de medios y usuarios de redes sociales.
Kerrilea, de 38 años, y Joey, de 36, eligieron celebrar su enlace matrimonial en The Old Palace de Chester. La ceremonia transcurría con normalidad hasta que llegó el momento del intercambio de anillos, que digno de un pase de comedia, perfectamente orquestado, añadió una cuota de sorpresa.
Daniel Welch, uno de los padrinos de boda, fingió haber extraviado los anillos. Desesperado, corrió fuera del salón seguido por Craig Hindley, otro de los padrinos y quien decía saber dónde habían quedado las alianzas.
Según el periódico local Wirral Globe, después de unos minutos de tensión y una pequeño reto por parte de Ann Mcnerlin, la madre de la novia, ambos regresaron con un pequeño cubo de pescado. Lo que seguía a este inesperado giro era tan adorable como único: Widget, el pingüino, llevaba atados los anillos en una cinta al cuello.
En declaraciones a Wirral Globe, Joey explicó la inspiración detrás de esta sorpresa: “Los animales favoritos de Kerrilea son los pingüinos. Para el Día de San Valentín, la llevé al Zoológico de Chester para alimentar a los pingüinos. A partir de ahí, investigué sobre la posibilidad de incluir pingüinos en nuestra boda para sorprenderla”.
“Cuando busqué, descubrí que existían distintas empresas y encontré una que alquila animales para películas y bodas y me puse en contacto con ellos”, añadió Joey. Esta empresa proporcionó a Widget y otros tres pingüinos que, tras la ceremonia, se unieron al evento, lo que permitió a los invitados acariciar a las aves y posar con ellas para las fotos.
La entrada de Widget con los anillos provocó reacciones de alegría y conmoción entre los invitados, especialmente en Kerrilea, quien no pudo contener las lágrimas. “Kerrilea pensó que era muy lindo, pero al principio creyó que no era real. Tenía lágrimas en los ojos”, recordó el novio. Las hijas y sobrinas de la pareja también se mostraron sorprendidas y emocionadas ante la aparición de los pingüinos.
Además de cumplir con su deber como portador de anillos, Widget se sentó a la mesa mientras los recién casados firmaban su certificado de matrimonio. Según Joey, la aparición de los pingüinos hizo que el día fuera único. “El día fue absolutamente perfecto, pero el simple hecho de tener a los pingüinos lo hizo un poco más especial”, dijo Joey.
La inclusión de los pingüinos en una boda es sin duda algo poco convencional y un evento que los invitados no olvidarán fácilmente. Joey reconoció el alto costo de esta sorpresa, pero consideró que valía la pena por la alegría que trajo a su esposa y a todos los presentes.
“Fue realmente genial y algo que no esperas en una boda. Así que pensé que, aunque es caro, es algo que ocurre una vez en la vida, y Kerrilea ama a los pingüinos y todos hablarán de ello en el futuro: la boda en la que pudieron abrazar a un pingüino”, concluyó Joey.
Esta inusual y emotiva historia deja en evidencia la creatividad al organizar una boda, que es un día verdaderamente inolvidable. La peculiar integración de Widget, el pingüino, aseguró que esta ceremonia vivirá en la memoria y en el corazón de la pareja por mucho tiempo.