Al abordar un avión, las personas se pueden preguntar qué piensa la tripulación de vuelo cuando las saludan. Resulta que, de hecho, los asistentes de vuelo están evaluando a cada pasajero desde el primer momento de contacto. Esta evaluación inicial es una parte integral de su trabajo, ya que su prioridad siempre es garantizar la seguridad de todos los pasajeros a bordo.
Duygu Eren Tosya, azafata de Turkish Airlines le dijo a Travel + Leisure: “Al abordar el avión, los asistentes de vuelo estarán encantados de sonreír y saludar con la acogedora hospitalidad turca por la que somos conocidos. Sin embargo, también estamos analizando una serie de factores importantes que podrían contribuir a la experiencia a bordo”. “Estamos identificando pasajeros que pueden ayudar en una emergencia, así como aquellos que podrían necesitar asistencia adicional, como ancianos o personas heridas”, declaró.
Evaluación inicial y seguridad
Según Tosya, los miembros de la tripulación también buscan identificar pasajeros nerviosos que pueden necesitar palabras de aliento. “Lo primero que les pasa por la cabeza en todo momento es cómo mantener seguros a todos y cada una de las personas desde el momento en que suben al avión hasta que desembarcan. La hospitalidad de clase mundial y las interacciones amigables con los pasajeros son una ventaja adicional al trabajo”, explicó Tosya.
Estas observaciones contribuyen a la seguridad y también permiten personalizar el trato que las personas reciben en el vuelo. Por ejemplo, un pasajero nervioso podría recibir una atención más considerada y tranquilizadora.
La asistente de vuelo Kimberly Sullivan resalta que siempre está atenta a la gente que viaja por primera vez. “Podemos detectar si son clientes experimentados por la forma en que abordan el avión”, dijo Sullivan. “Si están detenidos y miran el pasillo como perdidos sabemos que son viajeros novatos”, concluyó.
Este tipo de observación es crucial para ofrecer la asistencia adecuada y asegurarse de que estos pasajeros tengan una experiencia lo más fluida posible. Sullivan ha mencionado que estos viajeros tienden a necesitar más orientación y, a veces, incluso ayuda física para encontrar su asiento y organizar su equipaje de mano.
Prestar atención a los pasajeros
Janice Bridger, una azafata con 27 años de experiencia, mencionó varias cosas que busca, pero sobre todo, personas que podrían necesitar ayuda en caso de emergencia. “Estoy atenta a discapacidades que pueden descalificar a alguien para sentarse en la fila de salida de emergencia. Deben poder levantar una escotilla pesada o abrir una puerta pesada”, dijo Bridger.
“Del mismo modo, si no entienden inglés, no pueden comprender las órdenes gritadas ni leer las instrucciones para abrir las salidas”. Bridger enfatiza la importancia de tener personas que comprendan las indicaciones y físicamente aptas en las filas de las salidas de emergencia, ya que estas personas pueden ser clave en una evacuación ante un accidente. A menudo, durante el embarque, la tripulación hace ajustes en los asientos para asegurar que estas filas estén ocupadas por individuos que puedan realizar estas tareas.
Nuralia Mazlan, asistente de vuelo de Air Asia, dijo que siempre están atentos a los pasajeros borrachos. “Porque la mayoría de las veces, son este tipo de personas las que tienen más probabilidades de crear problemas a bordo”, explicó Mazlan. Como ejemplo, Mazlan recuerda el incidente con un pasajero de 20 años que se desnudó mientras el avión ascendía a 10 mil pies (unos 3000 metros).
Pasajeros musculosos como “recursos”
Bridger también busca pasajeros musculosos y físicamente robustos. “Si veo a alguien musculoso, poderoso, fuerte y en buena forma física, memorizo su rostro y tomo nota mental de dónde está sentado”, dijo Bridger. “Considero a esta persona como un recurso. En caso de un ataque en el vuelo o contra mí, estas son las personas a las que acudir. Si parece que se podría desarrollar una situación, le preguntaré a uno discretamente. La ayuda podría involucrar someter o restringir a un pasajero rebelde. Esperamos que esto nunca suceda, pero nos preparamos por si acaso”, dijo. Estos “recursos” son cruciales en casos de contención de situaciones problemáticas a bordo, y saber dónde están sentados, permite una respuesta rápida y eficaz de la tripulación.
El vuelo 232
Otra consideración esencial, según Bridger, es identificar a los pasajeros que sean empleados de aerolíneas, especialmente miembros de la tripulación que hayan sido capacitados en procedimientos de vuelo. “Estas personas también son un recurso para mí. Han sido capacitadas sobre qué hacer en caso de emergencia, ya sea médica, mecánica, etc. Saben manejar situaciones tan bien como yo y están capacitadas para convertirse en un miembro del equipo inmediatamente si es necesario”, explicó Bridger. “Son un recurso invaluable y me gusta saber quiénes son y dónde están sentados”. Estas identificaciones son informales, pero vitales, como lo demostró el vuelo 232 de United Airlines de 1989.
En aquella ocasión la tripulación identificó a Dennis Fitch, un capitán de United Airlines e instructor de vuelo del DC-10, que se encontraba a bordo como pasajero. Fitch ayudó al capitán del vuelo asumiendo los controles de los aceleradores hasta que el avión tocó tierra, contribuyendo a salvar la vida de 184 pasajeros.
Este tipo de cooperación es esencial en situaciones de emergencia, y la capacidad de reconocer y utilizar estos recursos humanos disponibles puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Todos los asistentes de vuelo están altamente entrenados para observar y evaluar a los pasajeros desde el momento en que abordan el avión. Sus evaluaciones y observaciones son cruciales para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los presentes a bordo, así como para personalizar la experiencia del viaje.