Existe un sendero que desafía los límites de la resistencia humana y la aventura. Conocido como el camino a pie más largo del mundo, este trayecto quedó sin que nadie haya logrado completarlo en su totalidad. Su complejidad y extensión lo convirtieron en una ruta fascinante y temida por igual.
El recorrido se extiende por más de 21.000 kilómetros, atravesando diversos continentes y geografías. Desde los paisajes áridos de África hasta las heladas tundras de Eurasia, este sendero abarca una increíble variedad de climas y ecosistemas. Cada tramo presenta sus propios retos, desde condiciones meteorológicas extremas hasta complejidades geopolíticas.
Los aventureros que se han atrevido a intentarlo enfrentan no solo la extenuación física, sino también obstáculos logísticos y de seguridad. A través de selvas, desiertos, montañas y regiones aisladas, la travesía demanda una preparación meticulosa y una resistencia inquebrantable. Sin embargo, el desafío de caminar por rutas menos transitadas y descubrir paisajes inexplorados sigue siendo una tentación irresistible para muchos.
A lo largo del camino, los caminantes se sumergen en una variedad de culturas y comunidades, cada una con sus propias historias y modos de vida. Aunque hasta ahora nadie ha conseguido completarlo, el camino a pie más largo del mundo sigue siendo un símbolo de la exploración y el espíritu humano.
Cuál es el camino a pie más largo del mundo
La caminata a pie más larga del mundo recorre desde Ciudad del Cabo en Sudáfrica hasta Magadán en la costa este de Rusia. Este trayecto de 21.451 kilómetros es una odisea que, hasta la fecha, ningún ser humano se ha atrevido a realizar en su totalidad. Atraviesa 17 países y seis husos horarios, y los aventureros se enfrentarían a diversas estaciones y condiciones climáticas a lo largo del recorrido.
Este viaje, un reto que podría tomar al menos tres años, exige una maravillosa capacidad física y mental. Basado en estimaciones, si se camina sin detenerse, se podrían cubrir los 21.451 kilómetros en 4.753 horas, equivalentes a 198 días. Sin embargo, caminando ocho horas diarias, el recorrido se completaría en 595 días. “Un individuo recorrería alrededor de 20 kilómetros diarios en esta hazaña”, señaló un experto en expediciones de larga distancia.
El itinerario se extiende iniciado en Sudáfrica, atravesando Botswana, Zimbabue, Zambia, Tanzania, Uganda, Sudán del Sur, Sudán, Egipto, Jordania, Siria, Turquía, Georgia, Rusia, Bielorrusia, Rumanía y finalizando en la costa rusa. Este trayecto no solo implica el desafío físico, sino también enfrentar diversas amenazas como condiciones climáticas extremas y peligrosas rutas. “Los viajeros tendrían que lidiar con algunas de las especies más peligrosas del planeta”, informa una fuente especializada en trekking.
Tal travesía puede compararse con escalar el Monte Everest 13 veces o recorrer España en línea recta desde sus puntos más alejados 12 veces. Sin embargo, este descomunal desafío no solo se basa en la distancia física, sino también en obstáculos geopolíticos y burocráticos. La necesidad de visados y los conflictos en algunas regiones hacen que planificar y realizar este recorrido sea especialmente complicado. “Las restricciones de visado son un gran inconveniente,” explicó un especialista en turismo de aventura.
La ruta de la caminata incluye el cruce de ríos y lagos, donde se utilizarían tramos en ferry. Además, un aventurero que intente este viaje deberá contar con habilidades de supervivencia sólidas y una buena inmunidad para soportar los cambios de temperatura y otras condiciones adversas.
La seguridad es otra de las grandes preocupaciones, ya que algunas de las áreas son extremadamente peligrosas. Regiones en conflicto, fauna salvaje y clima impredecible son amenazas constantes. “Es una caminata peligrosa y algunas áreas se encuentran en regiones conflictivas”, indican los expertos.