A lo largo del planeta existen numerosos lugares que, por sus condiciones naturales extremas, han sido catalogados como los más peligrosos del mundo. El diario inglés Daily Mail reveló cuáles son esos lugares que es mejor no acercarse por su riesgo. Entre estos se destacan el Cráter Darvaza en Turkmenistán, conocido como la Puerta del Infierno; la Gran Barrera de Coral en Australia, hogar de medusas Irukandji letales; el río Zambeze en África, famoso por sus rápidos y fauna peligrosa; y el Desierto de Danakil en Etiopía, una de las regiones más calientes de la Tierra con actividad volcánica intensa.
Estos destinos, fascinantes pero intimidantes, representan un reto tanto para los aventureros como para los residentes locales, quienes deben enfrentarse a sus constantes y diversos peligros.
Cráter Darvaza: La Puerta del Infierno
En el desierto de Karakum, ubicado en Turkmenistán, se encuentra una maravilla geológica conocida ampliamente como la Puerta del Infierno. Este fenómeno es un cráter gigante de 60 metros de diámetro y 20 metros de profundidad, que contiene gas natural ardiente, visible desde una gran distancia debido a las llamas que emergen de su interior. Esta formación geológica singular ha estado en constante combustión desde hace más de cuatro décadas.
El origen de esta ardiente cavidad se remonta a los años 70, cuando un equipo de geólogos soviéticos que exploraba la zona tropezó accidentalmente con una vasta cámara subterránea llena de gas natural. En un intento por evitar una potencial liberación peligrosa de gas, decidieron prenderle fuego, esperando que el incendio consumiera todo el metano en unas pocas semanas. Contrario a sus expectativas, la llama no se ha extinguido hasta la fecha, manteniendo el cráter en un estado de combustión perpetua.
La razón por la cual el fuego del Cráter de Darvaza ha permanecido encendido por tanto tiempo se debe a la presencia continua de los tres elementos necesarios para la combustión: oxígeno, una fuente de calor (las llamas existentes), y el combustible (metano). La complejidad de apagar un fuego de estas características radica en eliminar eficazmente al menos uno de estos elementos, lo cual ha resultado ser un desafío insuperable en Darvaza. Los intentos por extinguir el fuego también deben tener en cuenta el peligro de provocar una liberación más grande de metano, lo que podría resultar en explosiones o en la creación de nuevos conductos de escape del gas hacia la superficie.
Gran Barrera de Coral
La Gran Barrera de Coral en Australia, conocida por ser un atractivo turístico global, puede convertir una aventura en una pesadilla debido a la presencia de medusas letales, particularmente en la zona de Queensland. La especie Irukandji es especialmente peligrosa, ya que su veneno es cien veces más tóxico que el de una cobra, y sus picaduras pueden resultar mortales.
Buceadores y visitantes deben tomar precauciones, especialmente entre octubre y abril, cuando las medusas invaden la región. Para una protección efectiva, se recomienda usar trajes de neopreno que cubran desde el cuello hasta los talones.
El turismo en la Gran Barrera de Coral es un pilar económico significativo para Australia, proporcionando empleo a unas 64.000 personas y generando aproximadamente 6.400 millones de dólares australianos (4.000 millones de euros).
Río Zambeze
El río Zambeze es considerado el más peligroso para hacer rafting en África, conocido por sus Cataratas Victoria y por ser uno de los destinos más populares para los amantes del rafting extremo.
El río Zambeze, el cuarto más largo del continente africano, ofrece rápidos de nivel 5, equivalentes a un nivel extremadamente difícil, lo que lo convierte en un lugar predilecto para los buscadores de adrenalina. Sin embargo, su fama se debe no solo a la emoción del rafting sino también a los numerosos peligros que presenta. Según medios reconocidos, como The Guardian, la fuerza de sus corrientes origina olas difíciles de controlar y su volumen de agua es cuatro veces mayor que el del río Colorado en Estados Unidos, en su máxima plenitud.
En 2013, el aventurero Louis Greeff recorrió la longitud total del río Zambeze, unos 1.800 kilómetros, con un bodyboard. Relatando su experiencia a The Guardian, Greeff destacó múltiples peligros, incluyendo una población estimada de 90.000 hipopótamos y 188.000 cocodrilos que habitan a lo largo del río, además de la presencia de minas terrestres sin explotar y la aparición de tiburones de río.
Las dificultades no solo afectan a los aventureros. Según reportó Bloomberg, el cambio climático está exacerbando los problemas en la cuenca del río Zambeze. La disminución del nivel del agua está causando la muerte de numerosos peces y la destrucción de cultivos que dependen de este río, amenazando la supervivencia de las comunidades locales. Este fenómeno ha convertido la vida en una constante lucha diaria para los residentes de la región.
Desierto Danakil
En Etiopía, en la Depresión de Afar, se encuentra el Desierto de Danakil, uno de los puntos más calientes de la Tierra, donde las temperaturas superan los 55 grados centígrados durante el día.
Este inhóspito paisaje es una de las zonas tectónicas más activas del mundo y ofrece una vista impresionante en la región del volcán de Dallol, con colores verdes, amarillos y anaranjados causados por el azufre, el sulfuro y la sal. Además de sus extremas temperaturas, el desierto es conocido por sus peligros, que incluyen estanques ácidos, aire cargado de azufre y actividad volcánica intensa, convirtiéndolo en una actividad de alto riesgo para los visitantes.
El Desierto de Danakil está situado en una de las áreas más bajas del planeta, con zonas ubicadas hasta 100 metros por debajo del nivel del mar. Esta baja altitud contribuye a las elevadas temperaturas. Dentro de la depresión, se encuentra el volcán Erta Ale, el más activo del país, que emite intensos gases tóxicos y presenta una actividad hidrotermal notable en la zona de Dallol, cuyo nombre significa “disolución o desintegración”.
En el sitio no se permite la existencia de vida debido a los gases tóxicos expelidos por un volcán subterráneo. En investigaciones realizadas entre 2016 y 2018, se estudiaron muestras de cuatro áreas diferentes. Inicialmente se encontraron bacterias y arqueas, pero los científicos descartaron estos hallazgos al considerarlos contaminaciones de laboratorio o bacterias introducidas por humanos durante visitas turísticas.