En un planeta donde el agua es esencial para la vida, existen regiones donde este preciado recurso es escaso o prácticamente inexistente. Desde los áridos Valles Secos McMurdo en la Antártida, considerados los más secos de la Tierra, hasta la ciudad de Arica en Chile, el lugar habitado con menos precipitaciones, estos lugares desafían las concepciones comunes sobre el clima y el medio ambiente.
Además, Luxor en Egipto y Kufra en Libia, ambos con registros mínimos de lluvia, destacan por su capacidad de adaptación en condiciones extremadamente secas. Estas áreas, que experimentan una aridez extrema, ofrecen valiosas lecciones sobre la resiliencia y la adaptación a los retos climáticos actuales y futuros.
Valles Secos Mc Mundo (Antártida)
La Antártida, el continente más austral y remoto del planeta, alberga una de las regiones más inhóspitas y sorprendentes: los McMurdo Dry Valleys, que se extienden a lo largo de 4800 kilómetros cuadrados. Esta área es considerada el lugar más seco de la Tierra, un rasgo paradójico cuando se piensa en un territorio mayormente cubierto por nieve e hielo. La ausencia de precipitaciones en estos valles se atribuye a los vientos catabáticos, fuertes corrientes de aire que, junto con el efecto de la gravedad, evaporan cualquier humedad presente, dejando el paisaje dominado por tonos ocres en contraste con el blanco predominante en el resto del continente.
Las condiciones extremas se deben, en parte, a las montañas circundantes que bloquean el paso del hielo hacia el mar y a los poderosos vientos, que pueden alcanzar velocidades de hasta 320 kilómetros por hora. Esto crea un paisaje desolador que, según los científicos, posee similitudes con el entorno marciano, debido a su aridez y a la evaporación del agua por el calor generado por el flujo del aire.
Arica (Chile)
Arica, una ciudad situada en el extremo norte de Chile, ostenta el título de ser la ciudad habitada más seco del planeta. Registrando apenas 0.761 milímetros de precipitación anual, esta ciudad se encuentra en un contraste marcado con la imagen común de áreas urbanas, donde las lluvias forman parte del ciclo natural de las estaciones. La singular posición geográfica de Arica, junto a su proximidad al desierto de Atacama, considerado uno de los más áridos del mundo, contribuye a este fenómeno. A pesar del cielo frecuentemente nublado y la alta humedad, las lluvias son extraordinariamente raras, evidenciando una de las características más notables de este desierto que ha visto tramos sin recibir agua en más de medio milenio.
La aridez de Arica no es un simple capricho de la naturaleza; resulta de la conjunción de varios factores geográficos y climáticos que configuran su clima único. Específicamente, su ubicación en una zona de sombra pluvial juega un papel crucial. Los vientos predominantes del oeste, al encontrarse con las montañas cercanas, descargan la mayor parte de su humedad antes de alcanzar la ciudad, dejando así muy poca precipitación en esta región costera. Esta condición no solo define el paisaje y el ecosistema de Arica sino que también moldea el estilo de vida y las prácticas de sus habitantes.
Luxor (Egipto)
En Luxor, una ciudad emblemática localizada en el sur de Egipto, se ha registrado una cantidad anual de precipitaciones sumamente baja, alcanzando apenas 0.862 mililitros. Esta cifra, aunque parezca insignificante, es notable en una de las regiones más áridas del planeta, donde los periodos sin lluvia pueden extenderse hasta seis años. Esta localidad, famosa por sus inviernos de escasa humedad y las elevadas temperaturas que superan los 40º C durante el verano, experimenta además una notable diferencia de temperatura entre el día y la noche, llegando a variaciones de hasta 16º C.
El clima extremo de Luxor destaca por sus características únicas, que incluyen no solo las prolongadas sequías sino también las pronunciadas oscilaciones térmicas diarias. Estas condiciones climáticas extremas hacen a esta ciudad un estudio de interés para científicos y meteorólogos que buscan entender mejor los patrones climáticos en zonas desérticas. La ciudad, que se asienta a orillas del Nilo, es también un punto de referencia para la arqueología y el turismo, no solo por su legado histórico sino por la adaptación de sus habitantes a un entorno tan exigente.
Egipto, reconocido como el país con las precipitaciones más bajas del mundo, registra un promedio anual de tan solo 51 milímetros de lluvia, situándolo como uno de los territorios menos favorecidos por este fenómeno natural. La variación de temperatura durante el año, oscilando entre los 7 °C y 41 °C, refleja las severas condiciones climáticas a las que se enfrentan sus habitantes.
A pesar de estas condiciones, las ciudades de Alejandría y El Cairo, ubicadas cerca del margen del Nilo, son las que experimentan una mayor incidencia de precipitaciones en comparación con el resto del país. Sin embargo, incluso en estas ubicaciones, el volumen anual de lluvia no supera los 250 mm.
Kufra (Libia)
Kufra, también conocida como Al-Kufrah, registra una precipitación anual mínima de solo 0.860 milímetros, posicionándose como el área más árida de África. Situada en el sureste de Libia, esta ciudad enfrenta una cantidad de lluvia prácticamente nula.
En medio de este entorno poco propicio, destaca un proyecto agrícola que consigue producir gracias al uso del agua procedente de un acuífero subterráneo, el cual permite el surgimiento de áreas de cultivo que sobresalen como manchas verdes que pueden observarse desde el espacio.
No obstante, una iniciativa gubernamental para desviar agua hacia la costa del país, con el objetivo de apoyar el desarrollo de nuevas industrias, resultó en un agotamiento total de las reservas hídricas subterráneas en 2011.