El mundo de la arquitectura y la construcción es testigo de una verdadera revolución con el nacimiento de la Torre Alva en Mulegns, Suiza. Esta estructura, cuya construcción culminará en junio próximo, se alzará imponente a 30 metros de altura, alcanzará un nuevo récord mundial al ser la edificación más alta construida mediante la tecnología de impresión 3D y, además, se convertirá en un símbolo de sostenibilidad y renovación urbana.
El proyecto Tor Alva emerge en el paso de montaña de Julier, en los Alpes suizos, como una solución futurista ante el desafío de construir de manera más ecológica y económica.
Utilizando un proceso pionero de impresión en 3D con hormigón, que permite incorporar barras de refuerzo para otorgar la estabilidad estructural necesaria, esta técnica minimiza significativamente el consumo de materiales en comparación con los métodos constructivos tradicionales. Esto se debe a que la impresión en 3D elimina la necesidad de encofrados y optimiza la aplicación del hormigón, aplicándolo únicamente donde es estructuralmente necesario.
La iniciativa de este proyecto es liderada por especialistas de la universidad ETH Zúrich en colaboración la Fundaziun Origen. La construcción se transformó en un referente global por su innovación y su aporte a la revitalización de zonas afectadas por la despoblación como Mulegns, un pueblo suizo que sufrió el decrecimiento de su población de manera drástica desde el siglo XIX, en 2014 se registraron nada más 25 habitantes en el lugar.
La arquitectura de Tor Alva es una fusión sin precedentes de diseño computacional y fabricación digital. Estos elementos proyectan un horizonte prometedor hacia la construcción sostenible y eficiente. Con una estructura compuesta por 32 columnas que soportan los diferentes niveles del edificio y forman su fachada, estas columnas, que varían en diseño a medida que ascendemos a través de la escalera de caracol central, enfatizan la luz y la atmósfera cambiantes de los espacios interiores.
En la cima, un salón ofrece vistas panorámicas del valle de Julier, proporcionando un lugar íntimo para eventos culturales y presentaciones artísticas. Este íntimo recinto tiene una capacidad para 45 espectadores.
El aspecto más revolucionario del Tor Alva, más allá de su tecnología constructiva, es su enfoque en la sostenibilidad y la economía circular. La estructura fue diseñada para ser desmontable, permitiendo su reconstrucción en otra ubicación. Este principio refleja un compromiso con la reducción del impacto ambiental y la adaptabilidad de las construcciones ante las necesidades cambiantes de la sociedad.
El proyecto de la construcción se lanzó en junio de 2021, y su inauguración está prevista para mediados de 2024. El procedimiento de impresión se extenderá por aproximadamente 900 horas, ejecutándose de manera similar a proyectos arquitectónicos previos de impresión 3D.
Las impresoras 3D automatizadas aplicarán capa tras capa una sustancia blanda semejante al cemento, a través de una boquilla, para formar la base de los diversos segmentos de la torre antes de su montaje.
La torre está construida en hormigón impreso en 3D, una técnica desarrollada por el Departamento de Tecnología de la Construcción de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich.
Los arquitectos Michael Hansmeyer y Benjamin Dillenburger utilizaron un proceso pionero que permitió por primera vez integrar barras de refuerzo en el hormigón impreso, proporcionando la estabilidad necesaria para alcanzar tales alturas. Además, se desatracaron con el uso de un software especializado en el diseño de la estructura, que facilita una precisa definición geométrica y transmite los datos necesarios a los robots impresores directamente.
“Esta tecnología nos permite crear con eficiencia elementos únicos y personalizados. La producción de estas formas a gran escala sería prácticamente inviable mediante métodos tradicionales. En este innovador proceso constructivo, la torre se erigirá a partir de 32 columnas impresas en 3D. El concreto se aplicará únicamente donde sea indispensable desde el punto de vista estructural, minimizando de este modo el consumo de materiales. Este enfoque elimina los desechos al prescindir del encofrado para el vertido del concreto”, informaron desde la institución.
La evolución hacia la construcción de edificaciones mediante impresión 3D refleja un paso significativo hacia la innovación de este sector. Construcciones como la Torre Alva se convierte en la promesa de la transformación del tiempo y el costro asociado a la edificación de viviendas. Y además, contribuyendo de manera positiva al medio ambiente y ofreciendo estructuras de alta durabilidad.