El puente-túnel de Oresund impacta por reunir características que lo establecen como un fenómeno único a nivel mundial: se establece en el estrecho de Oresund, frontera de agua natural que conecta el Mar del Norte con el Mar Báltico, al mismo tiempo que separa a Dinamarca de Suecia.
El puente-túnel, establecido en su interior, conecta a ambos países escandinavos y a dos de sus ciudades principales. De un lado Copenhague, capital y centro urbano más poblado de Dinamarca. Frente a este se halla Malmo, tercera ciudad más poblada de Suecia.
La estructura tiene tres principales componentes que lo constituyen: un puente por encima de la superficie, un túnel subacuático y una isla artificial, establecida como plataforma entre estas dos carreteras.
Inaugurado el 1 de julio de 2000, el puente consta de una longitud de 7.845 metros de largo, en tanto que el túnel mide aproximadamente 3.500 metros. La isla de Peberholm, diseñada para servir como comunicación entre ambos, se extiende por un total de 4 kilómetros.
En total, el trayecto completo contempla aproximadamente 15,9 kilómetros de largo, y es considerado un éxito en términos de ingeniería y ecología, en la facilitación del transporte de ambos países ubicados al norte del continente europeo.
Una isla, un puente y un túnel acuático
La isla bautizada Peberholm está desarrollada exclusivamente como soporte y vínculo entre el puente y el túnel: fue formada con material excavado del lecho marino, y consta de un ancho entre 100 y 500 metros. Inclusive, contempla una particularidad, fue constituida con el objetivo de no impactar de manera significativa en lo ambiental, y con el transcurrir del tiempo se convirtió en un ecosistema conformado por especies de flora y fauna, teniendo consigo plantas, insectos, aves y mamíferos pequeños.
De hecho, su acceso se encuentra restringido por cuestiones de preservación de su medio ambiente, siendo objeto de estudios ecológicos por la biodiversidad que se llevó a cabo.
La función del puente no se limita únicamente al transporte automóvil: la estructura trata de una doble funcionalidad al facilitar tanto el tráfico vehicular como el ferroviario. Esto se explica porque el puente consta de dos niveles, siendo el superior donde se encuentra el tráfico automóvil y el inferior por donde se ubica el tren.
Este sistema de doble nivel no solo optimiza el uso del espacio y la capacidad del puente para manejar grandes volúmenes de tráfico, sino que también simboliza la innovación en la infraestructura de transporte. Esto le valió admiración internacional por la optimización del espacio y la diversificación para manejar volúmenes de tránsito importantes. El puente tiene además una suspensión de 490 metros de largo, por la cual transitan barcos por el estrecho.
En lo que respecta al túnel, se compone de tres tubos, dos para el tráfico de vehículos y uno para trenes. Se encuentran equipados con sistemas para proporcionar la adecuada circulación de aire, además de iluminación interior. Todos cuentan con carriles en ambos sentidos e inclusive, tienen hasta puntos de salida estratégicos en casos de emergencia.
Hacia un lado se ubica la provincia de Escania, perteneciente a Suecia, mientras que al otro es la región Capital de Dinamarca, siendo la obra de importancia para potenciar el desarrollo y la integración regional nórdica. Las empresas a cargo de la realización y mantenimiento son estatales, propiedad de los gobiernos sueco y danés.
El proyecto se llevó a cabo en un lapso de cinco años: comenzó en 1995 y en 1999 ya estaba listo. El costo estimado rondó los 4.500 millones de dólares en aquel entonces, inversión que se apunta a recuperar mediante el cobro de peajes vehiculares como ferroviarios.