El emblemático aeropuerto de Berlín, llamado Berlin Tegel Airport (Berlin-Tegel Otto Lilienthal, en alemán), cerró un capítulo en su historia para abrir otro completamente distinto: se transformó en Turbulence TXL, un vibrante centro cultural que supera las expectativas de un club nocturno tradicional. Este cambio marca un hito innovador en el panorama artístico y de entretenimiento de Berlín.
Al adentrarse en Turbulence TXL, los visitantes se sumergen en un ambiente donde los ecos de los motores de avión se fusionan armoniosamente con el ritmo contagioso de la música electrónica. Este espacio antes estuvo destinado a la logística aeroportuaria hasta noviembre de 2020, que operó el último vuelo. Años más tarde fue reconvertido en un sofisticado establecimiento que conserva el encanto industrial del aeropuerto, mientras integra lo último en tecnología de sonido e iluminación. Incluso en su nombre: el TXL de su nombre es por el código IATA que usaba el aeropuerto.
En el sitio web el local se describe como: “Un colectivo internacional con varios miembros de la escena del arte, la cultura, el espectáculo y los clubes, que transformamos una antigua cantina de carga en el aeropuerto de Berlín Tegel (TXL) en un espacio cultural sostenible para eventos al aire libre, arte, talleres y raves”.
Con el anuncio de su conversión en un club al aire libre de 3.747 metros cuadrados, para la temporada de primavera y verano de 2024, Turbulence TXL se compromete profundamente con el fomento de la expresión artística diversa. Y lo demostró en su evento inaugural único en septiembre de 2023.
El evento se llamó “Lift Off”. Y no se centró solamente en la noche y la fiesta. También incluyó actuaciones, libaciones y talleres. Se realizó en la zona del ex aeropuerto llamada “Alte Frachtkantine”. Había un total de 700 personas y estuvieron artistas como Mareena, Philipp Johann Thimm, Lisbird y Saraab.
Además, desde esta primera organización, se establecieron siete valores a cumplir dentro de Turbulence TXL. En su página web, detalla que estos son: “No sexismo, no racismo, no fascismo, no violencia, no odio, no mentiras, solo sé agradable”.
Inclusión es la palabra clave en Turbulence TXL. Más que sus logros artísticos, el lugar también se posiciona como un punto de encuentro social, uniendo a personas de todos los ámbitos de la vida bajo la fuerza unificadora de la música y el arte. Su atmósfera acogedora e inclusiva crea un espacio donde los individuos pueden conectar, compartir ideas y experimentar la energía vibrante de la ciudad de una manera verdaderamente inmersiva.
La mayoría de los eventos que se realizan allí son gratis, pero cuando son pagos, las personas con discapacidad pueden llevar gratis a un acompañante. Además, hay una entrada única para personas discapacitadas, en la sección “S-Bahn Jungfernheide”. También aceptan el ingreso de perros de asistencia, con espacios verdes para que también puedan estar tranquilos los animales.
Y si alguien rompe alguno de los valores o no respeta a los discapacitados, hay un equipo especializado a resolver estos problemas. Se llama “equipo de concientización” y en su web dicen: “En nuestros eventos, un equipo de concientización capacitado está disponible para ayudarlo en caso de incidentes críticos y otros eventos. Además, todos nuestros empleados están sensibilizados contra la discriminación. En caso de que se produzca una emergencia o se observe una situación crítica, puede ponerse en contacto con todos los empleados”. Incluso hasta tienen eventos que son desarrollados también con lenguaje de señas.
La misión de Turbulence TXL va más allá de ser una mera plataforma de entretenimiento. Aspira a actuar como catalizador de la innovación y el intercambio intercultural. Ubicado en el aeropuerto de Tegel en Berlín, busca una colaboración activa con artistas locales, músicos y performers para crear experiencias únicas y fomentar un sentido de comunidad. Este enfoque colaborativo garantiza que Turbulence TXL se mantenga a la vanguardia en la escena cultural en constante evolución de Berlín.