En un reciente hallazgo que ha capturado la atención de la comunidad científica, Eddie Templeton, un paleontólogo, descubrió un hueso fosilizado del dedo del pie de un tigre dientes de sable, especie extinguida hace 10.000 años, en el lecho de un arroyo en el condado de Yazoo, Mississippi. El hallazgo es muy importante dada la antigüedad y el excepcional estado de conservación de la pieza.
“Sabía que era un hueso mineralizado. Sabía que era del Pleistoceno (Edad de Hielo), pero no tenía conocimiento de qué era. No es particularmente grande ni impresionante, pero está completo”, contó el paleontólogo al diario local Clarion Ledger.
Si bien ya realizó este increíble descubrimiento, no se da por vencido, y sigue buscando más fósiles que puedan aparecer. “Me hace optimista la posibilidad de encontrar un diente. Ese sería un momento increíble”, informó al diario estadounidense.
La función exacta de sus icónicos dientes ha sido objeto de debate; sin embargo, se especula que se utilizaban para penetrar profundamente en el tejido blando de presas grandes, como perezosos terrestres gigantes o mastodontes jóvenes. Esta técnica de caza permitió al Smilodon fatalis, (el género de esta especie), infligir heridas mortales con un menor riesgo de dañar sus valiosas presas. A pesar de su dominio en la cadena alimenticia, la especie se extinguió, probablemente debido a un conjunto de factores incluida la llegada de los humanos y los cambios climáticos.
El interés de Templeton por continuar explorando el área en búsqueda de más restos fósiles de esta especie sugiere que futuros hallazgos podrían ofrecer más pistas sobre la presencia y comportamientos de los tigres dientes de sable en la región durante el Pleistoceno. Este descubrimiento no solo enriquece el panorama paleontológico de Mississippi sino que también inspira a aficionados y expertos a prestar atención a los lechos de arroyos y terrenos que podrían ocultar secretos de un pasado lejano.
Cómo eran los tigres diente de sable
Este animal pertenecía a un género de felinos dientes de sable extintos, que habitó principalmente en las regiones que hoy en día comprenden las praderas del oeste de Estados Unidos. Hallazgos recientes revelan que estas criaturas predominaron en la región hasta hace aproximadamente 10.000 años. Entre las especies que conforman este grupo se destacan el Smilodon fatalis, Smilodon populator y Smilodon gracilis, siendo la primera la más estudiada por la ciencia debido a la cantidad de restos fosilizados encontrados, especialmente en el Rancho La Brea, en California.
Los tigres dientes sable o Smilodon fatalis, constituyeron una de las especies más intrigantes de la prehistoria y superaba en tamaño al león africano contemporáneo. Estos majestuosos felinos, caracterizados por sus impresionantes caninos superiores, similares a cuchillas afiladas, son objeto de constante estudio. Además de una musculatura bien desarrollada en hombros, cuello y mandíbula, este depredador ocupó el puesto de superdepredador en su ecosistema.
Este animal se caracterizaba por su dieta carnívora, que incluía mamíferos de gran tamaño como bisontes, mamuts juveniles y perezosos gigantes. Lo más distintivo de esta especie eran sus colmillos, que podían alcanzar los 20 cm de longitud, herramientas letales que le permitían cazar eficazmente a sus presas.
Este felino prehistórico compartió el territorio con los primeros grupos humanos, alimentando la teoría de que su extinción pudo haber sido influenciada tanto por la caza como por cambios en su hábitat y la disponibilidad de presas tras la desaparición de grandes herbívoros.
Otros casos de descubrimientos de fósiles de tigre dientes de sable
En una notable contribución al conocimiento del Pleistoceno superior en Argentina paleontólogos del Museo Paleontológico de San Pedro, han descubierto un fragmento óseo perteneciente a un antiguo felino: específicamente, el quinto metatarsiano de la mano izquierda. Este importante descubrimiento, que tuvo lugar en la región, representa la primera instancia registrada de este predador en el área, abriendo nuevas vías de investigación sobre la fauna prehistórica argentina.
Por otro lado, en un hallazgo separado durante 2023 en Necochea, Provincia de Buenos Aires, restos fósiles del mismo animal fueron descubiertos en una casa en construcción, emergiendo una nueva pieza en el rompecabezas de la historia natural del país.
Por otra parte, la observación fortuita en Necochea por parte de José María Galván, co-propietario del terreno donde emergieron los fósiles, culminó en la identificación y rescate del material óseo por un equipo del Museo de Ciencias Naturales de Mar del Plata.