Hossein Hosseini arquero de fútbol del Esteghlal, equipo que se encuentra en la primera posición de la máxima categoría iraní, fue insólitamente penalizado por defender de la policía a una fanática que no llevaba el velo obligatorio impuesto por el régimen de Teherán.
La Federación Iraní de Fútbol no sólo no respaldó al jugador sino que lo multó y sancionó duramente por haberla defendido.
Cómo fue el momento del escándalo
Durante un partido de liga entre el Esteghlal y el Aluminium de Arak del último 12 de abril, una aficionada se abalanzó al terreno de juego, corrió y llegó hasta Hosseini. La joven que invadió el campo de juego para alcanzar a su ídolo perdió el velo en la corrida y, sin darse cuenta, llegó hasta él con el cabello descubierto.
Cuando las fuerzas del régimen advirtieron que la joven no cumplía con el estricto código de vestimenta islámico, la persiguieron con intención de arrestarla. Hosseini vio toda la escena y, mientras advertía que la situación se ponía cada vez más violenta, quiso interceder para que no la golpearan.
Los hinchas se sumaron al reclamo de la mujer y el arquero, y comenzaron a gritar “qué vergüenza”, en repudio al accionar policial. Además, le lanzaron cosas a las fuerzas de seguridad desde las gradas para defender a la joven.
Tras el episodio, Hosseini fue expulsado del partido lo que también ocasionó la protesta de sus compañeros futbolistas.
Cuál fue la sanción para el arquero
Días después del violento episodio, el 17 de abril, el comité disciplinario de la Federación de Fútbol iraní anunció la insólita decisión que incluyó una multa de 3.000 millones de riales, lo que equivale a USD 4.300 para Hosseini solamente por haber tocado a la mujer.
“Pagaré estos 300 millones sin problema por esa aficionada”, expresó Hosseini reivindicando su accionar.
En el escandaloso fallo, la Federación Iraní de Fútbol consideró que el jugador transgredió el artículo 71 de su código disciplinario. Ese artículo establece un partido de sanción a los jugadores que en entrevistas, artículos u otros medios “insulten a los oficiales de la competición”. La decisión, como era de esperar, ha provocado fuertes criticas entre futbolistas, aficionados ey activistas pro los derechos humanos.
Cómo es la relación de la Federación Iraní de Fútbol y las mujeres
La asistencia de mujeres a los estadios estuvo prohibida por la República Islámica de Irán durante 40 largos años, desde la Revolución Islámica de 1979. Esta racha finalizó recién en 2019, durante un Irán-Camboya al que acudieron 3.500 mujeres, ante las presiones de la FIFA.
Previamente, una seguidora se había prendido fuego después de enterarse de que podría ser condenada a seis meses de prisión por intentar ingresar a un estadio disfrazada de hombre para poder disfrutar de un partido entre Esteghlal y Al Ain de los Emiratos Árabes Unidos. Sahar Jodayari es conocida como la “Chica Azul” (por los colores de su club) y su imagen trascendió como un ícono de lucha por la igualdad y un fútbol para todos. Después de dos días en prisión y tras ser liberada, decidió prenderse fuego frente a un tribunal de Teherán.
Desde el régimen solo permite la entrada de números limitados de mujeres a los estadios.
La brutal ola de represión
El violento episodio con el arquero y la aficionada coincide con una brutal ola represiva de la Guardia Revolucionaria iraní contra las mujeres que se resisten a cubrir el cabello. De hecho, el régimen anunció el próximo despliegue de un nuevo cuerpo para imponer el uso del obligatorio velo islámico.
La Policía de la Moral, el escuadrón que vigila el uso del obligatorio velo islámico, regresó el sábado 13 a las calles iraníes en el denominado plan ‘Luz’ y desde entonces ya se han producido arrestos de decenas de mujeres.
Los internautas han comenzado a usar la etiqueta “guerra contra las mujeres” en redes sociales, donde comparten videos y experiencias de represión en esta nueva campaña.