Fiji es un archipiélago compuesto por más de 300 islas volcánicas situado a más de 1.600 kilómetros al norte de Nueva Zelanda, en el Pacífico Sur. Recientemente, en la isla más grande de Fiji, Vitu Levu, aldeanos locales desenterraron una fosa común con restos humanos, de los cuales se tiene mínima información.
Los cadáveres encontrados en este sitio podrían dar a conocer pistas sobre periodos turbulentos en la historia de Fiji, relacionados tanto con prácticas de canibalismo ritual durante guerras tribales como con una devastadora epidemia de sarampión que ocurrió después de que el rey de Fiji y su comitiva regresaran de un viaje a Australia en 1875.
Qué información existe sobre las fosas comunes en Fiji
En Fiji, recientemente se descubrió una rara fosa común en la isla de Vitu Levu, un hallazgo que podría dar a conocer nueva información sobre un periodo violento de la historia del archipiélago. Esta fue encontrada por aldeanos locales en la parte superior de un fuerte ubicado en un cerro, cerca del río Sigatoka.
Pese a que los restos humanos aún no fueron analizados en detalle, se especula entre los locales sobre si estos pertenecen a víctimas de canibalismo. Por otro lado, los arqueólogos plantean la teoría de que los muertos pudieron haber sido víctimas de la epidemia de sarampión que devastó la población.
Este descubrimiento se produjo accidentalmente mientras se cavaba una tumba para un jefe tribal local fallecido, revelando una gran cantidad de restos esqueléticos humanos, indicando que la fosa no contenía los restos de un solo individuo sino que era una gran tumba masiva.
Hasta el momento, solo se encontraron dos fosas comunes como esta en Fiji y ambas estaban ubicadas cerca de antiguos fuertes en los cerros. La evidencia arqueológica, incluyendo marcas en huesos, podría clarificar las causas de muerte, pero por el momento, el hallazgo permanece bajo custodia para su protección y análisis futuros.
Cómo fue la epidemia de sarampión en Fiji
La ola de viruela en las islas ocurrió en 1875, tras la visita del rey a Australia. Durante su estancia en este país, tanto él como su comitiva contrajeron sarampión. Al regresar al archipiélago, el virus se difundió rápidamente entre la población local que carecía de inmunidad natural contra la enfermedad.
Esto resultó en una devastadora epidemia que causó la muerte de alrededor de uno de cada tres isleños, aproximadamente 40.000 personas. La enfermedad afectó principalmente a los niños y agravó significativamente la situación en el país, donde los sobrevivientes debilitados tuvieron dificultades para gestionar el entierro adecuado de los muertos. Esta tragedia marcó uno de los eventos más penosos en la historia contemporánea de Fiji.
Así funcionaba el canibalismo en Fiji
En Fiji, el canibalismo fue practicado como parte de rituales y guerras tribales hasta el siglo XIX. Esta práctica formaba parte de su sistema de creencias y conflictos intertribales, donde los vencedores a menudo consumían a los derrotados para obtener su poder y espíritu.
Durante el siglo XIX, misioneros y colonos europeos y estadounidenses llegaron a las islas, apodándolas “las Islas Caníbales” debido a estas prácticas. Estos extranjeros buscaron erradicar el canibalismo junto con la introducción del cristianismo y el establecimiento de plantaciones.
Un incidente notable ocurrió en 1867 con el misionero británico Thomas Baker, quien enfureció a los locales al tocar la cabeza de su jefe, un tabú cultural serio. Baker y siete de sus conversos fiyianos fueron asesinados y luego presuntamente consumidos por aldeanos en Vitu Levu. Este suceso, junto con otros conflictos, intensificó las tensiones entre los fiyianos tradicionalistas y las fuerzas coloniales y cristianas, conduciendo a peleas violentas.
A pesar de que el canibalismo cesó, los hallazgos arqueológicos, como fosas comunes y evidencia de huesos humanos carnicerizados, sugieren que esta práctica fue parte fundamental de la historia cultural de Fiji, aunque probablemente se realizaba bajo estrictas condiciones rituales.