El Gobierno ruso impuso hoy cuotas a la importación de semillas de los países que considera inamistosos, restricciones que estarán en vigor hasta finales de este 2024.
La medida afectará a las semillas de papas, trigo, centeno, cebada, maíz, soja, girasol y remolacha azucarera, según informa el comunicado gubernamental.
En particular, los países inamistosos podrán exportar 16.000 toneladas de simiente de patata, 5.000 toneladas de maíz -incluido 2.600 híbridas y cerosas-; 7.500 toneladas de girasol y 2.000 de remolacha.
En cuanto entren en vigor las cuotas, los países afectados podrán exportar al mercado ruso un total de 33.100 toneladas de semillas.
Ese volumen de importaciones fue establecido por el Ministerio de Agricultura teniendo en cuenta la demanda interna y el potencial de producción local, señala la nota oficial.
El Ejecutivo espera reducir en los próximos tres años las importaciones de semillas hasta que el sector sea completamente autosuficiente.
Rusia, cuyo sector agrícola ha mejorado notablemente sus resultados en los últimos años, abandonó a mediados de 2023 el acuerdo del grano del mar Negro tras acusar a Occidente de impedir la exportación de su cereal y sus fertilizantes.
Por otra parte, los líderes ruso, Vladímir Putin, y bielorruso, Alexandr Lukashenko, conversaron este lunes sobre las próximas elecciones presidenciales en Rusia y parlamentarias en Bielorrusia, así como de otros temas bilaterales, como el intercambio comercial y la cooperación energética.
Durante una reunión de la Unión Estatal Rusia-Bielorrusia, presidida por ambos líderes, Lukashenko confió en que los comicios parlamentarios de este febrero y las elecciones presidenciales de marzo transcurrirán de una manera “tranquila”.
Las parlamentarias bielorrusas serán las primeras elecciones en ese país tras la violenta represión de las protestas postelectorales de 2020, en las que Lukashenko se proclamó ganador, pese a una amplia condena internacional y denuncias de fraude.
“Vivimos en tiempos complejos, pero estoy convencido de que nos acercaremos con tranquilidad a las fechas (de las elecciones) y celebraremos esos eventos sin sobresaltos”, dijo Lukashenko.
También reveló que durante su actual viaje a Rusia, el primero que hace este año, abordó con el jefe del Kremlin “asuntos económicos y el trabajo en África”.
“Nos esperan” en África, dijo el mandatario bielorruso, quien agregó que “más le esperan a Rusia con sus enormes recursos”.
Lukashenko subrayó que el intercambio comercial entre Rusia y Bielorrusia debería alcanzar los 54.000 millones de dólares en 2023, lo que constituye “todo un récord”.
Putin, a su vez, aseguró que la integración entre ambos países continúa avanzando y Rusia continúa invirtiendo grandes sumas en las economía bielorrusa.
Precisó que Rusia ha inyectado en la economía del país vecino y su principal aliado, más de 4.000 millones de dólares y que en Bielorrusia operan cerca de 2.400 compañías rusas.
El presidente ruso recordó que en 2023 concluyó la construcción de la primera central nuclear de Bielorrusia, que fue levantada con ayuda rusa y convirtió a ese país en una “potencia atómica”, dijo.
Rusia desplegó además el pasado año armas nucleares tácticas en Bielorrusia como instrumento de disuasión ante el avance de la OTAN, elemento que ha sido incluido en la nueva doctrina militar bielorrusa.
(Con información de EFE)