Las autoridades chinas confirmaron este martes que el país ha lanzado una campaña anticorrupción en el sector sanitario después de que en las últimas semanas cientos de funcionarios pasaran a ser investigados por supuestamente aceptar sobornos.
La campaña, que comenzó en julio, la lleva a cabo conjuntamente la Comisión Nacional de Salud y otros nueve departamentos, recoge este martes la agencia estatal Xinhua, con el objetivo de “rectificar malas prácticas”, en referencia a los sobornos.
La operación busca “restablecer la confianza pública en el sistema de salud” y cubre “todos los aspectos del sector médico”, incluida “la administración, las sociedades y asociaciones médicas, las empresas médicas y los fondos de seguros médicos”, según la agencia.
“Se centrará en las personas que trabajan en puestos clave en el sector médico, que hayan violado las normas y leyes pertinentes”, agrega.
El pasado 10 de agosto, el Diario del Pueblo, periódico oficial del Partido Comunista de China (PCCh), informó de una campaña “contundente” a nivel provincial por la cual más de 150 directores de hospitales o secretarios del Partido pasaron a ser investigados.
En ciudades como Shanghai (este), se inició una “campaña especial” para “corregir malas conductas en los sectores sanitario y farmacéutico”, con inspecciones en busca de personal que hubiera ofrecido o aceptado sobornos.
Un funcionario citado por el periódico asegura que se trata de una campaña “más amplia” que en otras ocasiones porque “la corrupción en el sector médico ha sido más persistente que nunca en los últimos años”.
“La corrupción en el sector médico es, en parte, la culpable de la dificultad del público para acceder a los hospitales, y ahora es el momento de erradicar este problema”, comentó al rotativo Wan Xin, un abogado especializado en el sector.
En este contexto, las autoridades de la provincia de Shaanxi, en el norte del país, anunciaron recientemente haber recibido este año 2.521 “avisos de corrupción médica”, lo que conllevó la investigación de 937 personas y la devolución de 3.470 sobornos.
Mientras, en la provincia de Cantón, en el sur, el director de un hospital de la localidad de Zhongshan fue detenido en el marco de la campaña por un caso de corrupción que superaba los 30 millones de yuanes (4,1 millones de dólares), según el diario.
Las purgas, elemento clave del poder de Xi Jinping
Las purgas en el marco de campañas anticorrupción fueron un trazo distintivo del gobierno del presidente chino Xi Jinping.
Cuando fue elegido hace una década, Xi prometió acabar con los funcionarios deshonestos, ya fueran “tigres” con altos cargos o “moscas” de bajo nivel.
Más de 1,5 millones de funcionarios fueron castigados desde entonces, según datos del órgano de disciplina del Partido Comunista de China, y la clasificación de China en el índice de percepción de corrupción de Transparencia Internacional mejoró.
Los críticos aseguran sin embargo que estas campañas son una herramienta política para eliminar a los rivales de Xi.
Arrancando las voces críticas y colocando en su lugar a sus protegidos, el presidente chino ha conseguido llevar bajo su ala a tres focos de poder críticos del partido: el ejército, la máquina de propaganda y el aparato de seguridad interna.
La última purga de Xi de sus adversarios internos en el partido fue a finales de 2022, antes del congreso que lo reeligió para un tercer mandato, inédito desde la época de Mao.
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