El Papa explicó que se tiene que someter a infiltraciones para superar el dolor de rodilla que le está impidiendo caminar y realizar algunas de sus actividades, en una entrevista publicada este martes en el diario Corriere della Sera.
Como repite estos días en cada acto, el papa pidió perdón al director de Corriere della Sera, Luciano Fontana, por no levantarse a saludarlo dado que “los médicos le han dicho que tiene que estar sentado” y explicó que hoy tendrá que someterse a infiltraciones para superar el dolor en la rodilla derecha que sufre ya desde hace varios meses.
Según dijo al diario milanés, el papa sufre de un “desgarro de ligamentos”. “Me harán infiltraciones y ya veremos”, reveló, y agregó que “una vez los papas solían ir con la silla gestatoria. Ahora también se necesita un poco de dolor, humillación…”.
El problema en la rodilla impide al pontífice, de 85 años, caminar y permanecer durante largo rato de pie.
En las últimas semanas ha suspendido su agenda algunos días para someterse a pruebas médicas y este problema lo obligó a no poder oficiar algunos ritos durante la pasada Semana Santa.
A principios de abril, durante su viaje apostólico a Malta, no pudo bajar las escaleras del avión por primera vez y recurrió a un elevador.
Según algunos medios, si no resuelve la situación se piensa en una operación, aunque será el último de los remedios.
Pero estos problemas de movilidad del papa preocupan ante los próximos viajes que deberá afrontar, como el de Líbano a mediados de junio o el de los primeros días de julio a República Democrática del Congo y Sudan del sur o Canadá a finales de ese mes.
(Con información de EFE)
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