Los ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) debaten este lunes medidas para afrontar las consecuencias de la guerra en Ucrania sobre el ámbito agroalimentario y los “temores” a que pueda desencadenar una “crisis alimentaria mundial”.
”Uno de los temores más fuertes es que a esta tragedia en suelo ucraniano se añada una crisis alimentaria a nivel mundial en países que no tengan la capacidad de hacer frente a las consecuencias de la guerra en Ucrania en cuestión del acceso al trigo, abonos o alimentación animal”, dijo a su llegada a la reunión el ministro francés de Agricultura y Alimentación, Julien Denormandie.
Está previsto que a esta reunión de ministros de Agricultura de los Veintisiete se sume por videoconferencia su homólogo ucraniano Roman Leshchenko, a quien los miembros del club comunitario tienen previsto transmitir la “solidaridad” de la UE con el país.
Los ministros comunitarios analizarán también las consecuencias de esta guerra “sobre los mercados mundiales y las respuestas que Europa debe adoptar para acompañar al conjunto de los países”, dijo el titular de Francia, país que ejerce este semestre la presidencia rotatoria del Consejo de la UE.
Ucrania era antes de la invasión militar rusa un importante exportador de cereales y oleaginosas, como el trigo, el maíz o el girasol, pero la guerra ha paralizado las ventas de los productos agrícolas ucranianos, que en el club comunitario eran especialmente relevantes para la alimentación del ganado.
Si bien el conflicto bélico no va a poner en riesgo la seguridad alimentaria de la Unión Europea, sí podría tener repercusiones sobre el abastecimiento en otras partes del mundo, como Oriente Medio o África.
Se espera que la Comisión Europea presente este lunes algunas de las medidas de apoyo al sector primario de la UE que ha estado preparando, en particular ayudas al almacenamiento privado de la carne de cerdo, el uso de la reserva de crisis o la posibilidad de realizar cultivos en tierras en barbecho, enumeró el ministro francés.
Denormandie también aludió a la posibilidad de adoptar un acuerdo marco que haga posible ayudas directamente a nivel nacional por parte de los diferentes gobiernos de la UE.
El Ejecutivo comunitario tiene previsto publicar el miércoles próximo una comunicación sobre seguridad alimentaria que recogerá medidas a corto, medio y largo plazo.
La guerra se ha unido a los problemas que el sector agrario ya acarreaba por la subida de los precios de la energía o los piensos, la crisis en el sector de la carne de cerdo y, en el caso de España, la sequía.
LA ADVERTENCIA DE HRW
La ONG Human Rights Watch (HRW) advirtió este lunes que la guerra podría agudizar la crisis alimentaria que afronta Oriente Medio y el norte de África, y ha pedido a los países occidentales que garanticen “el derecho a una alimentación asequible y adecuada para todos”.
“Las cadenas alimentarias mundiales exigen solidaridad mundial en tiempos de crisis”, ha explicado la directora ejecutiva para Medio Oriente y África del Norte de Human Rights Watch, Lama Fakih. “Sin una acción concertada para abordar el suministro y la asequibilidad de los alimentos, el conflicto en Ucrania corre el riesgo de profundizar la crisis alimentaria mundial, particularmente en el Medio Oriente y África del Norte”, ha asegurado Fakih.
La organización ha pedido en un comunicado dirigido a los gobiernos occidentales que hagan “todo lo que esté a su alcance”, como por ejemplo, “proporcionando subsidios adecuados o interviniendo para controlar los precios, o brindando una protección social adecuada”.
Tal y como ha explicado HRW, la zona del Mar Negro afectada por la crisis de Ucrania exporta al menos el 12% de las calorías alimentarias comercializadas en el mundo. Además, la organización ha subrayado el papel Ucrania en la alimentación mundial al contar con un tercio del suelo más fértil del mundo, según la ONU.
La organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación ha señalado que los precios de los alimentos esenciales ya están aumentando a nivel mundial debido a las interrupciones en la cadena de suministro de alimentos causadas por la pandemia y guerra en ucrania. Un alza del precios al que muchos países de Oriente Medio y África del Norte “son más vulnerables”, como expresa HRW.
“Una crisis alimentaria global solo puede abordarse a través de la cooperación internacional. Los países exportadores de alimentos deben abordar sus necesidades nacionales, pero también deben trabajar con los países que dependen de las importaciones para establecer cadenas de suministro alternativas lo antes posible”, ha sugerido la ONG.
Asimismo, ha pedido a los gobiernos que equilibren “cuidadosamente” las restricciones a la exportación para proteger el derecho a la alimentación a nivel nacional y, al mismo tiempo, minimizar el impacto para otros países.
(con información de EFE)
SEGUIR LEYENDO: