Más de 250 organizaciones no gubernamentales solicitaron este martes en una carta que el gasto militar de un solo día sea destinado por la comunidad internacional a la lucha contra el hambre, lo que permitiría evitar que más de 34 millones de personas se vean abocadas a la hambruna en 2021.
En un documento conjunto, las ONG alertaron que un año después de que Naciones Unidas advirtiera de que se acercaban “hambrunas de proporciones bíblicas”, los donantes más ricos financiaron únicamente el 5% de la petición general realizada por la ONU para 2021 en materia de seguridad alimentaria, una cantidad que asciende a 7.800 millones de dólares, unos 6.460 millones de euros. “No hay lugar para la hambruna en el siglo XXI”, dijeron antes de matizar que la historia “nos juzgará por las acciones que tomamos hoy”.
Asimismo, los 5.500 millones de dólares, 4.550 millones de euros, de financiación adicional solicitados recientemente por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) equivalen a menos de 26 horas de los 1,9 billones de dólares que los países invierten anualmente en gasto militar.
A finales de 2020, tal y como indicaron las ONG, la ONU denunció que unas 270 millones de personas corrían un alto riesgo de padecer hambre o sufrían ya algún tipo de desnutrición de forma grave. En este sentido, la organización señaló que hay 174 millones de personas en 58 países que alcanzaron ese nivel y que corren el riesgo de morir a causa de la desnutrición o la falta de alimentos, una cifra que podría aumentar durante los próximos meses.
Además, los precios de los alimentos aumentaron considerablemente durante los últimos siete años, si bien los conflictos son la principal causa del hambre en el mundo, la cual se agravó por el cambio climático y la pandemia de coronavirus.
Las ONG apuntan a guerras como las de Yemen y Afganistán, así como los conflictos en Sudán del Sur y Nigeria, entre otros. Poco después de detectarse la pandemia de coronavirus, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió un alto el fuego mundial para hacer frente a la pandemia, pero muy pocos líderes accedieron a ponerlo realmente en práctica.
“Los líderes mundiales deben apoyar soluciones duraderas y sostenibles en zonas de conflicto y abrir vías para que el personal humanitario pueda acceder para salvar vidas”, destacaron las ONG, entre las que se encuentran Save The Children, Oxfam Intermón, el Comité Internacional de Rescate, World Vision, CARE Internacional y Plan Internacional, entre otras.
El coordinador de la Red de la Sociedad Civil de la Cuenca del Lago Chad, Ahmed Shehu, manifestó que la situación en la zona es “realmente grave” dado que el 70 por ciento de los habitantes de la región son agricultores y no pueden acceder a sus tierras debido a la violencia.
“Han proporcionado alimentos a miles de personas durante años, pero ahora están arruinados. Al perder la producción de alimentos, se pierden puestos de trabajo, ingresos y la gente no puede comprar alimentos. Los trabajadores humanitarios ni siquiera podemos llegar con seguridad a las personas para ayudarlas”, lamentó.
DONACIONES INSUFICIENTES
Las ONG afirmaron que en el primer trimestre de 2021, los donantes solo aportaron el 6,1% de los 36.000 millones de dólares, 29.800 millones de euros, solicitados por la ONU e instaron a la comunidad internacional a contribuir al “alivio de la pobreza y la hambruna” y dar a la población “herramientas para construir mejores futuros”. “Esto evitará futuros conflictos y desplazamientos”, explicó.
Inger Ashing, directora general de Save the Children, remarcó que los donantes fueron advertidos “una y otra vez” sobre su falta de acción, que provoca “la muerte y la desolación de niños y niñas”.
“Es doloroso no recaudar lo suficiente, porque los gobiernos tienen dinero. Que miles de niños mueran de hambre y enfermedades que se pueden prevenir en 2021 es una decisión política, a menos que los gobiernos tomen una decisión radical de ayudar a salvar sus vidas”, insistió.
El presidente del Comité Internacional de Rescate, David Miliband, recalcó que el “empeoramiento del hambre en el mundo es un hecho terrible” y añadió que “cada día vemos el coste en vidas del hambre en los países en los que trabajamos”.
Por ello, subrayó que “los líderes mundiales deben actuar ahora para evitar niveles de sufrimiento sin precedentes, mediante el aumento de la financiación y los esfuerzos diplomáticos para poner fin a los conflictos y mejorar el acceso de la ayuda humanitaria”.
Gabriela Bucher, directora ejecutiva de Oxfam Intermón, declaró que, precisamente, son los países ricos los que están “recortando su ayuda alimentaria mientras millones de personas pasan hambre”, lo que calificó de “fracaso político”. En este sentido, ha puntualizado que “deben revertir urgentemente estas decisiones”.
(Con información de EP)
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