El envejecimiento de la población de China ha sido un asunto de alta preocupación y debate entre los políticos y académicos durante años, y vuelve al centro de la escena a medida que se realiza un nuevo censo en el gigante asíatico.
Las autoridades estiman que la cantidad de ancianos en el país está superará la población total de los Estados Unidos en 15 años. Una vez que se jubilen los “baby boomers chinos” -como se conoce a los nacidos en la década de 1960-, dicen, la “búsqueda de prosperidad común” se verá amenazada.
La cantidad de personas con capacidad para cobrar pensiones se elevará a 300 millones en cinco años, frente a los 254 millones del año pasado, de acuerdo a una estimación del ministro de Asuntos Civiles, Li Jiheng.
La tendencia al envejecimiento continuará y se espera que el número aumente a 400 millones para 2033 y alcance un máximo de 487 millones para 2053. Teniendo en cuenta las estimaciones generales de que la población nacional alcanzará su pico máximo alrededor de 2030, es probable que esto dé como resultado que uno de cada tres a cuatro chinos sean ciudadanos de la tercera edad para mediados de siglo.
“La marea del envejecimiento trae enormes desafíos e impactos a nuestro desarrollo económico y social”, escribió Li en un artículo incluido en un libro publicado recientemente que describe de manera integral el plan quinquenal de la nación para 2021-25 y su plan de desarrollo hacia 2035. “Se necesita una planificación estratégica y una visión de futuro para impulsar los arreglos de políticas para temas como el parto, el cuidado de los niños, la educación, la jubilación, las pensiones, la distribución de ingresos y los servicios”, agregó.
La advertencia del ministro de Asuntos Civiles se produce cuando el país está realizando su séptimo censo de población, que se lleva a cabo cada diez años. El trabajo proporcionará una imagen más clara de la estructura demográfica cuando se publiquen los resultados a principios del año próximo.
La cuestión del envejecimiento se ha debatido entre los responsables de la formulación de políticas y los académicos en China durante años, así como los déficits de pensiones implícitos, la participación en la fuerza laboral, la productividad y la desigualdad. La situación en Japón, uno de los países más envejecidos del mundo, se cita a menudo como una advertencia debido a algunas similitudes en términos de su modelo de crecimiento impulsado por las exportaciones, el auge impulsado por la deuda y la estructura demográfica.
Alicia García-Herrero, economista en jefe para la región de Asia y el Pacífico de la firma de inversión Natixis, advirtió que el envejecimiento de la población afectará aún más el potencial de trabajo de China y, por lo tanto, debilitará su competitividad actual. Sin embargo, dijo, todavía queda cierto margen para mitigar el impacto.
“La transformación económica hacia más capital y actividades intensivas en mano de obra calificada ayudará a amortiguar tal impacto, pero esto necesita una organización más eficiente de los factores que mejorarán la productividad laboral”, escribió en una nota el martes.
Hace cinco años Beijing modificó su política de un solo hijo -introducida a finales de la década de 1970-, permitiendo que las parejas tengan dos hijos. Pero las tasas de natalidad se mantienen muy por debajo de las expectativas.
Li indicó que la tasa de natalidad actual ya cayó por debajo de la línea de advertencia del gobierno y debe elevarse a “un rango apropiado” para compensar la disminución de la fuerza laboral del país.
En lugar de una posible relajación de la política de dos hijos, las autoridades chinas han expresado una mayor voluntad de aprovechar el “dividendo de la longevidad”, incluido un aplazamiento gradual de la edad de jubilación junto con una mayor inversión en el cuidado de los ancianos.
Li señaló que ahora solo hay alrededor de 7,75 millones camas en las 204.000 instalaciones de cuidado de ancianos del país, muy por debajo de la demanda.
“Nuestras preocupaciones sobre la insuficiencia de las instalaciones de salud pública y la fragilidad del sistema de seguridad social se han intensificado a raíz de la pandemia de covid-19, que puso de relieve debilidades sustanciales en estos sistemas”, expresó el banco de inversión Credit Suisse en un informe publicado el 24 de agosto.
La ventaja es que los próximos jubilados, que crecieron en una época de gran optimismo a medida que el nivel de vida mejoraba de acuerdo con las políticas de puertas abiertas impulsadas por China a fines de la década de 1970, probablemente estén más dispuestos a gastar, y eso complementaría el actual esfuerzo para impulsar el consumo interno.
Citando una encuesta de 1.500 consumidores de mediana edad y ancianos en 59 ciudades, el banco de inversión dijo que los 245 millones de “boomers” son más ricos y están más dispuestos a gastar en ocio y servicios de atención médica de alta calidad que los actuales jubilados.
“Las industrias de viajes, entretenimiento y fitness parecen ser las que más se beneficiarán”, según el informe del Credit Suisse.
Con información de South China Morning Post( SCMP)
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