Como parte de sus esfuerzos para combatir el avance de la pandemia del coronavirus, las autoridades chinas implementaron una masiva estructura logística para controlar la temperatura de la mayoría de la población, siendo la fiebre uno de los síntomas más comunes de la enfermedad.
Ahora, luego de que las autoridades hayan confirmado haber aplanado la curva de contagios y decesos, y dado indicaciones para ir volviendo de a poco a la normalidad, la práctica parece seguir vigente para, de esa manera, evitar una nueva ola de contagios.
Este concepto se ve ilustrado en cambios a una de los posibles focos de contagio: las entregas de alimentos y otros productos, actividad en la que los repartidores están en constante contacto con los clientes. Ante este escenario, muchas aplicaciones comenzaron a aplicar una novedosa metodología para transmitir tranquilidad y seguridad al consumidor: mostrar la temperatura del repartidor.
Esa no es toda la información que reciben los clientes en China; también la aplicación ofrece información personal del repartidor y muestra en tiempo real su traslado y si le está subiendo la fiebre.
Por su parte, al entregar el paquete, éste viene con una tarjeta de color verde, en la que figuran los nombres y las temperaturas de las personas que cocinaron y tocaron la comida en algún momento del proceso.
No son sólo los repartidores de delivery los que son chequeados de esta manera. En las entradas de los restaurantes, que de a poco empiezan a abrir tras la estricta cuarentena bajo la cual estuvo el país, se instalaron también termómetros en pantallas táctiles. El cliente debe medirse la temperatura antes de poder entrar. Y la pantalla se desinfecta constantemente.
Durante el periodo de cuarentena, el uso de aplicaciones para encargar comida se disparó. En las calles casi desiertas, prácticamente lo único que se veían era motos eléctricas de los repartidores.
Ya desde el comienzo los protocolos fueron drásticos. Los trabajadores debían llevar dos máscaras y controlarse la temperatura en los restaurantes donde buscan la comida y también en el lugar de destino.
Para tranquilizar a los consumidores, algunas plataformas incluso impulsaron “entregas sin contacto”. Las cadenas estadounidenses McDonald’s, KFC y Starbucks también se han sumado a esta propuesta.
Según este método, los productos son depositados en la entrada de la residencia y el repartidor se va antes de que el cliente haya retirado el encargo. De esta manera se evita cualquier contacto.
Algunas empresas que han cerrado temporalmente sus puntos de venta, en cambio, han recurrido a la venta de productos frescos y congelados directamente a las comunidades.
Desde de sufrir una fuerte propagación entre enero y febrero, China parece haber pasado lo peor. No obstante, las autoridades, mientras intentan que las ciudades recuperen de a poco la vida normal, siguen atentas al comportamiento del virus, por lo que continúan aplicando medidas para seguir conteniendo la propagación.
De acuerdo a datos aportados por la Universidad Johns Hopkins, China registra este lunes 83.213 casos de infectados y 3.345 muertos.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: