La Organización Mundial de la Salud (OMS) evitó este martes hacer una recomendación para que la gente use mascarilla en público, después de evaluar nuevas pruebas sobre los elementos que pueden ayudar a contener la enfermedad.
De acuerdo con un artículo de The Guardian, la OMS revisó su posición anterior basada en los datos de Hong Kong que indicaban que su uso generalizado en la comunidad podía haber reducido la propagación del coronavirus en algunas regiones.
Pero en una guía actualizada que fue publicada el lunes, la organización sostuvo que si bien las máscaras podrían ayudar a limitar la propagación de la enfermedad, no son suficientes por sí mismas. De hecho, no hallaron evidencias de que el uso de mascarilla impidiera a las personas sanas contraer infecciones respiratorias, incluido Covid-19.
El profesor David Heymann, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, que presidió el grupo de asesoramiento científico y técnico de la OMS para riesgos infecciosos, aseguró que, a menos que las personas trabajen en entornos de atención médica, las máscaras son “solo para la protección de los demás, no para protección de uno mismo”.
El comité reconoció que el virus puede ser transmitido por personas que no tienen síntomas, pero dijo que el virus aún debe propagarse a través de gotitas o superficies contaminadas, lo que pretende minimizar el distanciamiento físico y el lavado de manos.
Con la nueva información actualizada, la OMS recomienda que las personas con síntomas de coronavirus deben usar una máscara facial, aislarse a sí mismas y buscar consejo médico tan pronto como empiece el malestar, mientras que quienes las cuidan deben usar una máscara facial cuando estén en la misma habitación.
Con todo, la guía de la OMS sobre personas sanas que usan máscaras en público parece estar en conflicto con los consejos que los Centros para el Control y Prevención de enfermedades de EEUU (CDC, por sus siglas en inglés) difundieron recientemente, y de los que también se hizo eco la Casa Blanca.
La semana pasada, recomendaron a la población estadounidense que a usar mascarillas de tela en farmacias, supermercados y otros lugares públicos donde el distanciamiento físico puede ser difícil mantener.
Heymann, en cambio, dijo que las máscaras podrían crear una falsa sensación de seguridad que podría terminar poniendo a las personas en mayor riesgo. Incluso con la boca y la nariz completamente cubiertas, el virus aún puede ingresar a través de los ojos.
“Las personas piensan que están protegidas cuando no lo están”, afirmó, y añadió que “los trabajadores de la salud, además de las máscaras, también usan viseras para proteger los ojos”. Otra preocupación es que las personas pueden contaminarse cuando se ajustan, quitan y descartan sus máscaras.
La OMS dijo además que los países que recomendaban el uso extendido de las máscaras o mascarillas deberían realizar estudios para monitorear su efectividad.
William Keevil, profesor de cuidado de la salud ambiental en la Universidad de Southampton, dijo que los gobiernos se sentían presionados para ser vistos haciendo algo, incluso si era una pérdida de tiempo y recursos valiosos.
“Las máscaras de tela y las mascarillas quirúrgicos de baja calidad no filtrarán las gotitas respiratorias finas”, dijo. “La pregunta principal que debe abordarse es: ¿qué pasa con la protección de los ojos, una ruta de entrada conocida?”.
También citada por The Guardian, la doctora Elaine Shuo Feng, epidemióloga de la Universidad de Oxford, coincide con los CDC estadounidenses, y también recomienda el uso extensivo de las máscaras faciales y dijo que sería sensato que las personas que hayan estado expuestas al virus usen máscaras faciales al aire libre debido al riesgo de transmitir el virus.
“Sería útil que las personas de alto riesgo (personas mayores, personas con afecciones crónicas) usen una máscara facial si no pueden evitar las zonas abarrotadas, porque estas personas tienen el mayor riesgo de resultados graves si están infectadas”, añadió.
El jueves pasado, el presidente Donald Trump pidió el viernes a los estadounidenses que se cubran el rostro al salir de sus casas durante una conferencia de prensa desde la Casa Blanca.
La recomendación era que las personas se cubrieran la cara, pero con objetos como pañuelos, para que las mascarillas de grado médico, en particular las máscaras N95 de corta duración, estén disponibles para los trabajadores de la salud.
“Va a ser realmente algo voluntario”, subrayó Trump entonces. “No tienen que hacerlo y yo elijo no hacerlo, pero algunas personas pueden querer hacerlo y eso está bien”.
El nuevo coronavirus ha provocado al menos 80.142 muertos en el mundo desde que apareció en diciembre, según un balance establecido por AFP sobre la base de fuentes oficiales, este martes a las 19:00, hora GMT. Desde el comienzo de la epidemia se contabilizaron más de 139.7180 casos de contagio en 192 países o territorios.
La cifra de casos diagnosticados positivos sólo refleja sin embargo una parte de la totalidad de contagios debido a las políticas dispares de los diferentes países para diagnosticar los casos, algunos sólo lo hacen con aquellas personas que necesitan una hospitalización. Las autoridades consideran que hasta ahora, al menos 257.100 personas se curaron de la enfermedad.
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