El primer ministro holandés, Mark Rutte, propuso la creación de un “fondo coronavirus” de la Unión Europea para ayudar a cubrir los gastos de sanitarios en los países más afectados por la pandemia, como España e Italia.
Además, de acuerdo con una nota de El País, Rutte lamentó que Holanda no haya dejado clara su solidaridad con ellos.
La propuesta holandesa consistiría en transferencias directas y no préstamos para los países más afectados por el brote de COVID-19. Será presentada el jueves en una conferencia telefónica que Rukke mantendrá con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, el primer ministro italiano Giuseppe Conte, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Holanda registra hasta el momento más de 100 muertos diarios por el coronavirus. Por eso, el Gobierno holandés el miércoles Rutte anunció que se mantendría el “confinamiento inteligente” hasta el 28 de abril, asegurando tener controlada la situación, a pesar del aumento de la cifra de contagios a más de 13.600 personas.
Lo que Rutte denomina “confinamiento inteligente” supone el cierre de los lugares de reunión, desde restaurantes, gimnasios, lugares de ocio y prostíbulos, hasta las escuelas -donde se mantiene un servicio mínimo para padres con profesionales esenciales contra el coronavirus-, pero no incluye decretar el aislamiento de la población, que puede aún salir a darse un paseo, correr o hacer sus compras sin restricciones.
Los parques infantiles también se mantienen abiertos porque el Gobierno considera que es “difícil” mantener a los más pequeños encerrados en casa todo el día, aunque sí exige a los ciudadanos lavarse las manos con frecuencia y mantener la distancia de metro y medio, las únicas dos medidas estrella a nivel nacional que empapelan el país.
Estas medidas están ya dando sus frutos, según las autoridades sanitarias, que aseguraron este miércoles que “parecen” tener controlado el “crecimiento exponencial” de casos en el país: un paciente solo contagia a una media de 0,3 personas, según sus cálculos, en base a los casos confirmados, y no a la realidad, porque no se están haciendo suficientes pruebas.
Según la última actualización de datos, un total de 13.614 personas han dado positivo en el virus, y otras 1.173 han fallecido por los efectos del coronavirus. Al menos 1.019 contagios y 134 muertes se han registrado solo en las últimas 24 horas.
El director de Instituto de Salud Pública (RIVM), Jaap van Dissel, explicó ante el Parlamento holandés -con un gráfico que indicaba el número de reproducciones del coronavirus desde finales de febrero- que hace un mes, un paciente contagiaba como mínimo a otros tres, pero esta cifra se ha ido reduciendo: el 16 de marzo, la reproducción era de 1, y hoy es 0,30.
“Esto no significa que las medidas (contra el coronavirus) se puedan relajar. Tenemos que mantenerlas hasta que esto esté realmente bajo control. Es todo aún muy incierto”, subrayó Van Dissel.
Esto es un promedio, recordó, porque muchos pacientes no contagiarán a nadie al cumplir con el llamamiento a quedarse en casa, pero si alguien transmite accidentalmente el virus a otras diez o veinte personas, entonces el promedio volverá a aumentar, al igual que lo harán los ingresos hospitalarios, que también dice que se están estabilizándose estos días.
Una de las grandes cuestiones es qué pasará con los colegios, pero en su intervención parlamentaria, Rutte ha subrayado que las escuelas no volverán a reabrir hasta mínimo el 3 de mayo, porque el día 28 de abril no es lectivo.
Los grandes eventos, conferencias y partidos de fútbol se retomarán, como mínimo, el 1 de junio, porque, según subrayó Rutte, si la situación empieza a controlarse a finales de abril, no significará que se podrá volver de inmediato a la normalidad, sino que se hará de forma gradual durante las semanas posteriores.
Ante la preocupación por reforzar las medidas de confinamiento, Van Dissel ha añadido que las autoridades sanitarias no consideran necesario imponer mayores restricciones a la población. “Cuando camino por La Haya, ya veo pasar tranvías totalmente vacíos. Detener también el transporte público por completo no tendría un gran efecto adicional”, aseguró.
Con un total de 1.900 camas de UCI en todo el país, habitualmente 6,4 camas por cada 100.000 habitantes, las mayores alertas están llegando desde los hospitales, donde se exige aumentar la capacidad de los cuidados intensivos a más de las 2400 unidades, una cifra que el Ejecutivo espera alcanzar este mismo fin de semana.
Los socialdemócratas y el ultraderechista Geert Wilders han pedido incluso ampliar hasta 3.000 unidades lo antes posible para evitar entrar en la “fase de crisis”, en la que los médicos se verán obligados a seleccionar a quién admiten en las UCI, un escenario no descartado ante la saturación de hospitales.
“Estamos haciendo todo lo posible para evitar entrar en esa fase. Pero existe la posibilidad, tenemos que ser honestos al respecto”, contestó el ministro de Sanidad, Hugo de Jonge.
Diederik Gommers, presidente de la Asociación Holandesa de Cuidados Intensivos, advirtió de que “las enfermeras sienten mucha presión, el estrés de que ya no tienen el control completo, de que van a cometer errores esenciales que pueden causar la muerte de alguien” y reconoció que se había “perdido algo de calidad” en los cuidados intensivos.
Con información de EFE
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