El precio del café arábica ha perdido en los mercados un 20% de su valor desde principios de año. Es la materia prima más afectada por el coronavirus venido de China, que ha cerrado miles de cafeterías.
El café sufre más que cualquier otra materia prima del coronavirus chino. Desde principios de enero el precio del arábica ha caído aún más que el del petróleo: ¡-20%!
La razón: China ha impuesto el cierre de más de 2.000 tiendas de la multinacional estadounidense Starbucks en el país, pero también de los numerosos locales de la gran cadena nacional, Luckin, para contener la propagación de la epidemia.
China sigue siendo un consumidor muy pequeño, ya que representa el 2% de la demanda mundial de café. Sin embargo, ha triplicado con creces sus importaciones en 10 años y supone un potencial de crecimiento con el que cuenta el mercado mundial.
Un año de declive
Un mercado mundial del café que está decididamente deprimido. Tras un año desastroso en el que la libra de arábica cayó por debajo del dólar en la Bolsa de Nueva York, desalentando a los productores de todo el mundo, en particular los de América Central, los precios se han recuperado desde octubre pasado. A mediados de diciembre, habían aumentado casi un 30%.
Desde entonces, el anuncio de una cosecha récord en el Brasil para 2020-2021 ha vuelto a pesar sobre los precios. Se espera que los precios pasen del ligero déficit del año pasado a un superávit de casi tres millones de sacos de café.
El coronavirus refuerza el sentimiento bajista
El café robusta no se salva. En la bolsa de Londres, donde se cotiza esta variedad, los precios han caído por debajo de los 1.300 dólares por tonelada. Una caída menor, pero aun así un 14% desde mediados de diciembre.
En Vietnam, campeón de robusta, los vendedores de café en las tierras altas están viendo una pequeña caída en los precios internos esta semana y lo atribuyen al coronavirus, que está reforzando el sentimiento bajista en el mercado del café. Su evolución, según un analista de Rabobank, dependerá de la duración del brote y de las repercusiones que tenga en la demanda de café en otras partes de Asia.
(Nota publicada originalmente en RFI)