El cártel de la Familia Michoacana (FM) ha sido uno de los principales protagonistas en el tráfico de drogas y la violencia que ha prevalecido en el país en al menos el último par de décadas.
Fue precisamente por el asedio de este grupo criminal en Michoacán que, en 2006, el entonces gobernador Lázaro Cárdenas Batel solicitó el auxilio de Felipe Calderón, pues la organización encabezada en ese entonces por Nazario Moreno González, alias El Chayo, ya se había hecho con el control de la región de Tierra Caliente.
El 11 de diciembre de aquel año inició el Operativo Conjunto Michoacán, en el que más de 7.000 elementos de las fuerzas federales intentaron frenar a la FM. Fue así que comenzó la llamada “guerra contra el narcotráfico”.
Con el paso de los años se difundió la creencia de que este cártel había perdido gran parte de su fuerza. Sin embargo, hechos ocurridos en el último año han dejado claro que la organización, hoy comandada por los hermanos Johnny y José Alfredo Hurtado Olascoaga, está en un momento clave, pues a pesar de su capacidad para producir narcóticos y mantener el control de la región, se enfrenta a una constante amenaza.
La importancia del nombre
De acuerdo con una investigación de Insight Crime, organización especializada en temas de seguridad y narcotráfico, actualmente no hay un grupo que se identifique bajo el nombre de “La Nueva Familia Michoacana”. Esta denominación apareció en 2014 para denominar a una confederación integrada por remanentes de la FM y los Caballeros Templarios que pretendía resistir el avance del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El análisis, basado en explicaciones del periodista Carlos Arrieta, asentó que La Nueva Familia Michoacana en realidad nunca llegó a consolidarse, pues en la reunión que pretendía formalizar su creación fue asesinado Carlos Rosales Mendoza, alias El Tísico, uno de los fundadores.
Al margen de esta escisión, los hermanos Olascoaga han continuado con sus operaciones y lograron consolidarse como los máximos jefes del cártel.
La “oportunidad” principal del cártel
En noviembre de 2022, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos identificó a Johnny Hurtado Olascoaga (El Pez) y José Alfredo Hurtado Olascoaga (El Fresa) como responsables de la distribución de fentanilo arcoíris (rainbow fentanyl) a dicho país.
Sin embargo, este no es el principal negocio del grupo criminal michoacano. Contrario a cárteles como el de Sinaloa (CDS) o el de Jalisco Nueva Generación (CJNG), la Familia Michoacana no produce fentanilo, únicamente lo distribuye. Debido a su región de operaciones, debe aliarse con otros grupos para llevarlo a EEUU, pues “no tiene presencia en la frontera”, indicó Insight Crime.
La principal actividad de la FM, detalló el periodista Arrieta a la organización mencionada, es la “producción de cristal [metanfetaminas]”, la cual puede lograr con gran facilidad debido a que controla el puerto de Lázaro Cárdenas en Michoacán, el punto de acceso marítimo más grande del país.
Es mediante este puerto que la Familia Michoacana puede adquirir, desde Asia, todos los insumos necesarios para producir metanfetamina. Reportes oficiales de la agencia antidrogas estadounidense revelaron que, contrario a la forma “tradicional” de producir esta droga, los cárteles mexicanos han dejado atrás los precursores como las efedrinas y seudoefedrinas para, en su lugar, utilizar pre-precursores como el benzaldehído y el nitroetano.
Estas variaciones químicas no sólo significan menores restricciones para grupos como la FM, sino que permiten producir un tipo de metanfetamina (fenil-2-propanona, o “P2P”) más peligrosa para la salud.
La guerra en casa
La investigación de Insight Crime explicó que, a pesar del pacto de no agresión que acordaron los hermanos Olascoaga con jefes del CJNG, el grupo liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, ha mantenido una feroz disputa por controlar el estado.
Sumado a esto, hay facciones de la FM, como el brazo armado denominado Los Correa, que han perpetrado ataques directos contra el CJNG. Entre ellos está la masacre de 20 personas ocurrida en marzo de 2022 durante una pelea de gallos en Zinapécuaro, al este de Michoacán.
Teniendo esto en consideración, el futuro para la Familia Michoacana parece incierto, pues a pesar de su posibilidad de expansión mediante el tráfico de drogas, no domina actualmente el territorio que llegó a controlar en años anteriores.
“Ellos no quieren moverse rápido y expandirse lo más pronto posible [...] Se mueven con mayor lentitud y consolidan su poder a medida que crecen”, señaló Mike Vigil, exjefe de operaciones de la DEA para Insight Crime.
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