Como consecuencia del impacto entre dos vagones que hubo en la línea 3 del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STCM) la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum instaló a la Guardia Nacional en diferentes estaciones, algo que muchos activistas LGBT+ calificaron como un error.
Rodrigo Arce, fundador de “Círculo LGBT+”, organización no gubernamental, mencionó en sus redes sociales que preocupa mucho que exista un hostigamiento por parte de la Guardia Nacional en los vagones que usa la comunidad.
“Banda LGBTTTI, es nuestro deber protegernos. La @GN_MEXICO_ está en el metro y no dudo ni tantito que hostiguen y amedrenten a nuestra población. Hay que documentar cualquier irregularidad que veamos”, escribió en su cuenta.
Muchas personas le respondieron que ante las faltas administrativas que algunos de la comunidad ocasionan, en el último vagón, son señal de detención, pero Rodrigo Arce hizo hincapié de que esto no se relaciona a ese tipo de actos, sino que existirá hostigamiento y agresiones por los estereotipos y prejuicios de la Guardia Nacional ante la comunidad.
De igual forma, El fundador de la organización compartió un mensaje sobre una supuesta intimidación que vivió un usuario del metro ante la presencia de un Guardia.
“Ni 24 horas de haber entrado la @GN_MEXICO_ a resguardar el @MetroCDMX y usuarios ya me han contactado para reportar lo que les adelante protegerse y documentar. No es un tema de coger o no en el metro, es un tema de intimidación y hostigamiento. Veremos, apenas inicia esto”, escribió.
En el mensaje señala el usuario que un guardia se acercó de la nada preguntando si todo bien, a lo cual las personas mencionaron que “todo bien”, siendo que este dirigió su pregunta a los que estaban en el último vagón.
Esto no solo preocupa a toda la nomenclatura de quienes son parte del arcoíris, sino que preocupa a las personas trans, pues son parte de la violencia por parte de la militarización.
En ciudades que están muy alejadas, algunas mujeres trans fueron desaparecidas y después de encontrarlas asesinadas. Esta violencia tiene un contexto desde hace muchos años, el cual es generalizada y provocada por la militarización y disputas entre el narco.
Un ejemplo de ello fue Lorén Guzmán que se reportó como desaparecida el 3 de diciembre del 2021 y que fue hallada sin vida, y con signos de tortura en febrero de 2022.
Arturo Álvarez, activista por la comunidad LGBT+ comentó a la organización “Presente” que al ir a levantar una ficha de desaparición “las autoridades de Guanajuato no toman en cuenta la orientación sexual e identidad de género de las víctimas”.
Entre los datos sobre la Comisión Nacional de Búsqueda, México tiene al menos 28 personas LGBT+ “desaparecidas o no localizadas”, entre ellos se encuentran los estados de Veracruz, Baja California, Zacatecas, Sinaloa, Jalisco, Estado de México y Guanajuato, siendo estos los que tienen mayor incidencia.
El segundo semestre del 2022 hubo una ola de violencia en contra de las mujeres trans, mientras que muchas fueron asesinadas adentro de sus hogares, algunas presentaban signos de violencia.
En septiembre murieron tres personas de la comunidad trans, octubre fueron asesinadas otras tres y en los estados que murieron fueron Guanajuato, Guerrero, Veracruz y Estado de México.
Noviembre tuvo cinco transfeminicidios en Tamaulipas, Morelos, Guanajuato y en el Estado de México.
De acuerdo con Letra S, en el 2020 las mujeres trans representaban el 54.5 por ciento de las víctimas de crimen por prejuicio, en el 2021 representaron el 70.5 por ciento y en el 2022 fue del 50 por ciento.
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